
Los restos del escritor Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, fueron cremados este lunes 14 de abril en el Centro Funerario del Ejército, ubicado en el distrito de Santiago de Surco. La ceremonia se realizó en estricta privacidad y contó únicamente con la presencia de sus familiares más cercanos y amigos íntimos, cumpliendo así la voluntad del autor de La ciudad y los perros.
La carroza fúnebre que trasladó el cuerpo del novelista partió desde su residencia en Barranco, donde pasó sus últimos días rodeado de su familia. En los exteriores del inmueble se congregaron representantes de diversos medios de comunicación y algunos admiradores que quisieron acompañar simbólicamente el último trayecto del escritor arequipeño.
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La despedida se realizó a menos de 24 horas de que sus hijos —Álvaro, Gonzalo y Morgana— confirmaran públicamente el fallecimiento de Vargas Llosa mediante una carta difundida la noche del domingo 13.
“Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz”, señalaron.
El Gobierno del Perú declaró un día de duelo nacional en memoria del destacado intelectual, y Arequipa, su ciudad natal, dispuso duelo regional por dos días. Además, instituciones culturales, gobiernos e intelectuales de diversas partes del mundo han rendido homenaje a la trayectoria del también miembro de la Academia Francesa y ganador del Premio Cervantes.
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Con esta ceremonia íntima, se cerró el último capítulo de la vida de uno de los más importantes escritores en lengua española de las últimas décadas. Su legado literario y su compromiso con la libertad seguirán vivos a través de sus obras.