Jueves, Diciembre 26

El dolor de rodillas es una afección relativamente recurrente entre los adultos. Puede resultar muy limitante por la incapacidad de movimiento que produce. Por ello, es recomendable y prudente visitar al médico para que realice un adecuado reconocimiento clínico, brinde asistencia médica oportuna y pueda recomendar el tratamiento más apropiado para cada caso.

Sin embargo, se pueden considerar pautas generales de carácter informativo y de autocuidado para aliviar las molestias que genera esta condición. Así lo indica el doctor Oscar Chigne, reumatólogo de la Clínica Ricardo Palma.

  • Descanse la articulación.
  • Evite continuar con la actividad que le produce incomodidad, para evitar una lesión mayor y el retraso de su recuperación.
  • Aplique compresas frías en casos de dolor articular agudo, pues ayudan a disminuir el padecimiento gracias a sus propiedades vasoconstrictoras y antiinflamatorias.
  • Póngase compresas de calor. Si presenta dolor crónico con articulaciones rígidas y sin evidencia de inflamación, póngase compresas de calor. Estas no solo sirven como relajantes musculares, también como analgésicos.
  • Coloque el pie elevado y la rodilla semiflexionada mientras se descansa.
  • Aplique un masaje muscular en el muslo también es una gran alternativa, ya que el cuádriceps femoral se asocia con el buen funcionamiento de la rodilla.
  • Use un cojín entre las piernas al momento de dormir. Si el músculo presenta sobrecarga, la rodilla se vuelve inestable y las molestias continúan. Entonces, use un cojín entre las piernas al momento de dormir, puede aliviar el dolor de rodillas por contacto.

Formas de proteger su articulación

La rodilla es una articulación muy compleja, cuyos problemas mecánicos pueden estar provocados por diversas causas; desde un zapato incómodo, hasta artrosis. Aprenda a prevenir esta afección, aquí algunos consejos de autocuidado.

  • Es importante que las personas individualicen el nivel de actividad física cotidiano de acuerdo a parámetros clínicos como: estado físico, edad o patología articular previa mediante la práctica de ejercicios de bajo y mediano impacto. De esta forma, el tono muscular aumenta con mejor riego sanguíneo y flexibilidad, relajando y protegiendo las articulaciones al reducir las cargas de las rodillas debido a una mejor distribución del peso que soportan las piernas.
  • Nadar o caminar de forma regular son ejercicios recomendables, aunque es prudente realizarlos con calentamiento previo y ejercicios de estiramiento y enfriamiento al terminar la rutina. En lo posible, se deben evitar deportes de contacto, de sobrecarga, de impacto o de intensidad alta sin preparación física adecuada. En caso de no poder evitarlo, se sugiere una evaluación médica previa a fin de caracterizar el perfil más adecuado de actividad física a realizar.
  • El sobrepeso es un factor de riesgo notable para sufrir de artrosis temprana, considerando que cuatro kilos de peso en exceso ejercen dieciocho kilos de presión sobre las rodillas. Evitar el sobrepeso y seguir una dieta adecuada ayuda a prevenir la aparición de artrosis y la progresión de la misma.
  • Un calzado inadecuado genera estrés sobre las rodillas durante los movimientos de flexión de las piernas y la deambulación. Un calzado cómodo, liviano, de tacón bajo y suela gruesa es favorable para efectos de redistribución del peso corporal y reducción del estrés articular.
  • Evitar permanecer en posturas prolongadas, como estar sentado o de pie durante mucho tiempo, pues esto produce fatiga articular y genera molestias. Asimismo, evitar la sobrecarga articular al deambular por terreno irregular o cargar peso excesivo, previniendo situaciones de estrés articular; por ejemplo: usar ascensor en vez de escaleras o emplear un bastón de apoyo, de acuerdo al caso y circunstancias individuales.

Si siente dolor en las rodillas, visite a su médico. No se automedique. Recibir un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado lo ayudará a mantener una buena calidad de vida.

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