
La loba llega para reunirse con su manada peruana. Sin embargo, personas inescrupulosas se están aprovechando de los fans que desean ver a Shakira, después de casi 14 años desde su último concierto en Perú. Desde los peligros de las estafas por la reventa de entradas, hasta el cobro de cupos de 300 soles para guardar lugar en la cola. El Comercio conversó con expertos para tomar las medidas adecuadas de prevención y entender todo lo que se debe saber sobre el tan esperado concierto de la exitosa cantante colombiana.
La alta demanda de entradas para los conciertos de Shakira en Perú y Latinoamérica ha despertado el interés de estafadores, quienes buscan engañar a los fans mediante sitios web falsos o perfiles fraudulentos en redes sociales. Como ha sucedido en conciertos anteriores, estos revendedores venden entradas que, al final, los fans descubren que son falsas o ya han sido utilizadas por otras personas.
Por si fuera poco, valiéndose de sillas y cartones, los revendedores han tomado por asalto los exteriores del Estadio Nacional a pocos días de la primera fecha del concierto. Hombres y mujeres no solo ofertan entradas en reventa, sino que también cobran cupos para ceder lugares privilegiados en la cola, lo que ha generado indignación entre los ciudadanos.
La euforia por verla en el Estadio Nacional los días 16 y 17 de febrero ha llevado a los revendedores a inflar los precios y, ahora, a vender espacios en la fila de ingreso. En Facebook se puede observar que, por ejemplo, una entrada en la zona Campo B, cuyo valor original en preventa fue de 480 soles y en venta regular de 568 soles, está siendo revendida a 850 soles. Por otro lado, fuera del estadio hay personas que simulan ser vendedores ambulantes para no levantar sospechas, pero en realidad forman parte de una red que cobra hasta 300 soles por asegurar un lugar en la fila.
Medidas de prevención ante cobro de cupos en las colas
En una entrevista con El Comercio, Karina Olano Rodríguez, socia y especialista en protección al consumidor de BBGS Saco-Vertiz & Landerer, expresó que las largas filas para conciertos son un problema recurrente en eventos masivos. “Como sugerencia, se podrían utilizar pulseras numeradas con horarios asignados. Esto evitaría que las personas tengan que acampar y reduciría el cobro de cupos en la fila. También se podría asignar personal para verificar que quienes están en la fila tengan una entrada válida y que, en los términos y condiciones, solo se permita hacer cola en el horario asignado y con entrada en mano”, añadió.

Por otro lado, el abogado especializado en Derecho Administrativo Económico Juan Ñahue comentó que este es un problema que debe ser trabajado en conjunto por la policía y el personal de serenazgo para retirar a las personas que podrían aprovecharse de la situación. “Debería haber mayor presencia policial. Está bien que las personas hagan cola con la posibilidad de estar en una posición más cercana o privilegiada, pero lo que no puede ocurrir aquí es que existan personas que lo vean como un negocio y se aprovechen”, dijo.
María del Pilar Segura, investigadora del Grupo de Investigación en Innovación y Transversalidad en Derecho Privado de la PUCP, señaló a El Comercio que esta actividad es un nuevo ejemplo de los actos delictivos cometidos por organizaciones criminales. “Están ejerciendo control y presión sobre los ciudadanos a cambio de dinero. Se podría hablar de la comisión de extorsión, que debe ser sancionada por la PNP y el Ministerio Público. A nivel regulatorio, la municipalidad y las autoridades locales deben analizar si corresponde la prohibición de acampar y guardar sitio en las filas por razones de orden público. Los verdaderos fans se verían afectados, pero se debe priorizar lo que tiene más valor, en este caso, la seguridad”, dijo.
Medidas de prevención ante la reventa de entradas
Karina Olano expresó que la reventa de entradas no es un delito en sí mismo, pero genera un mercado que facilita fraudes, ya que es difícil rastrear a los vendedores, quienes pueden suplantar identidades. “Debería implementarse el uso de boletos nominativos o con tecnología que permita rastrear su origen; esto ayudaría a combatir este problema”, mencionó. Añadió que, en cualquier caso, el escenario ideal es que los interesados en comprar entradas solo lo hagan en los canales oficiales. “Hay que evitar comprar a los revendedores”, dijo.
Por su parte, Luis Felipe Tenorio Guadalupe, líder del área penal de BBGS Saco-Vertiz & Landerer, mencionó que, si se cae en esta modalidad, se puede denunciar por estafa y falsificación de documentos. “Es muy importante que el comprador tome las precauciones necesarias actuando con una mínima diligencia, como realizar alguna acción mínima de verificación del vendedor”, comentó.
Juan Ñahue sostuvo que la gente se aprovecha de la figura de la reventa para inflar los precios de manera radical y desproporcionada. “Si bien es un negocio que no está prohibido, puede llevar al riesgo de estafa. Por ello, los usuarios deben comprar en sitios web oficiales y, eventualmente, si desean comprar una entrada de reventa, hacerlo entre seres queridos o amigos de amigos para garantizar más transparencia. Para aquellos que lo ven como un negocio, lo mejor es evitarlo”, dijo.

“Al nominar las entradas, se evita la suplantación de identidad. Ojo, mientras exista un mercado o una demanda de usuarios para adquirir entradas de reventa, seguirá existiendo un grupo de delincuentes que intenten estafar. En caso de que se haya caído en una estafa, se puede acudir a la fiscalía o al Ministerio Público, pero será muy difícil hallar al responsable”, sostuvo.
María del Pilar Segura agregó que el tema de la reventa es complejo, ya que la reventa en sí misma no es el problema. “Como fan, uno puede revender su entrada si ese día no puede asistir, pero el problema surge cuando se generan mercados y se incita a la estafa. Se deben implementar mecanismos a nivel tecnológico para evitar, por ejemplo, que las entradas sean visibles en formato PDF, y en su lugar, que se utilicen archivos únicos que puedan transferirse a través de una plataforma exclusiva”, dijo.
“En caso de ser víctima, se debe acudir a la comisaría más cercana y denunciar el hecho. Sin embargo, la Divindat no está en capacidad de enfrentar esta situación, que suele ser masiva e inmediata. En la medida de lo posible, se recomienda no realizar compras en línea de entradas para evitar estos problemas”, explicó.

Todas las medidas de seguridad que habrá en el concierto
Con un repertorio que abarca desde sus clásicos hasta sus más recientes éxitos, la cantante promete ofrecer un espectáculo inolvidable. Para garantizar la seguridad de los asistentes y de la propia artista, se han implementado estrictos protocolos de acceso y emergencia.
Para acceder al recinto, los asistentes deberán presentar su entrada, ya sea en formato impreso o digital, junto con su Documento Nacional de Identidad (DNI). Algunas de las principales medidas son las siguientes.

- Se realizarán los controles respectivos durante el ingreso de las personas para asegurar que nadie ingrese con objetos prohibidos que puedan resultar peligrosos para los demás.
- Los objetos prohibidos para ambos días de conciertos incluyen cámaras con lente removible, filmadoras, drones, mochilas grandes, así como alimentos, bebidas y sustancias ilegales.
- Para velar por la seguridad de los asistentes durante y después del concierto, las salidas de emergencia estarán claramente señalizadas y disponibles ante cualquier eventualidad.
- Habrá equipos de asistencia médica en puntos específicos del Estadio Nacional para atender cualquier emergencia de salud.
- Además, se contará con una gran presencia policial y agentes privados en diversos puntos del recinto, a quienes se podrá recurrir ante cualquier accidente o eventualidad.
El Comercio consultó a la Municipalidad de Lima sobre el plan de desvío de tránsito para el concierto de Shakira. Sin embargo, hasta el cierre de esta nota no se recibió respuesta.