
El dictamen del ‘Ciclo cero’, que agrupa las iniciativas 7726, 7998 y 10114, de los congresistas Waldemar Cerrón y Segundo Montalvo, propone que tanto universidades públicas como privadas implementen un semestre académico preparatorio obligatorio que se dictaría a través de los centros preuniversitarios de cada institución. Para acceder a este ‘ciclo cero’, el estudiante solo debe acreditar la constancia de estudios secundarios y completar un único pago del 5% de una Unidad Impositiva Tributaria (UIT), equivalente a S/267,50.
La propuesta se enmarca en una serie de proyectos para cambiar el proceso de admisión de las universidades peruanas. Además del ‘ciclo cero’, desde el año 2021 se han presentado siete proyectos de ley para establecer el ingreso libre a las universidades públicas del país. Las iniciativas fueron presentadas por parlamentarios de Perú Libre, incluyendo la propuesta presentada por el Consejo de Ministros durante el gobierno de Pedro Castillo como parte de su promesa electoral de “ingreso directo”. Aunque la mayoría fue archivada, el proyecto de Margot Palacios se encuentra en la comisión de Educación desde enero pasado.
¿QUÉ ESCENARIOS ESPERAN?
El presidente del Consejo Nacional de Educación (CNE), Luis Lescano, advierte que, de aprobarse en el Pleno, la implementación de un nuevo ciclo académico implicará incrementar el gasto de los ya reducidos recursos que tienen las universidades públicas.
“Este argumento se alinea con las propuestas de Perú Libre con relación al supuesto acceso universal e incondicional a las universidades. Esa es una manera muy simplona de atender un problema de la matrícula a la educación superior, cuya tasa estimamos en un 35%”, dijo a El Comercio.

De hecho, la afectación al exiguo presupuesto universitario ha sido uno de los argumentos de las instituciones públicas superiores en contra de la propuesta. “[Este dictamen] no considera su respectiva previsión presupuestal ni sustento técnico, sobre los procesos de admisión meritocráticos que han permitido a la Universidad seleccionar a los mejores estudiantes egresado de colegios secundarios”, advirtió la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, institución que en los dos exámenes de admisión del 2024 ofreció más de 6.800 vacantes.
De igual forma, la Asociación Nacional de Universidades Públicas del Perú -ANUPP-, estima que el dictamen reduciría en más de 350 millones de soles los recursos directamente recaudados por las universidades públicas. “Además las obliga a realizar una inversión de 850 millones de soles solo para la formación académica, sin contar con infraestructura”, indicó esta asociación en un comunicado enviado a este Diario.
La redistribución de los recursos actuales para implementar el ‘ciclo cero’ atentaría contra el desarrollo de otras actividades universitarias. “Este dictamen afectaría de forma directa al presupuesto universitario, atentando contra la calidad académica, la investigación, que son financiados con los recursos directamente recaudados”, añade la UNMSM.
Ricardo Cuenca, ex ministro de Educación e Investigador del Instituto de Estudios Peruanos, coincide en que la falta de análisis técnico del dictamen supone incrementar las limitaciones de acceso a la educación superior en lugar de mejorarla.
“No garantiza que se aumente el acceso, solo se pone una barrera más. Técnicamente está a mitad de camino entre exámenes únicos, que tienen algunos estados de EEUU, y la admisión tradicional de exámenes de admisión. Los problemas técnicos van a pasar factura. ¿Qué pasaría si una universidad que tiene 100 vacantes aprueban con 13 el ciclo cero 200 estudiantes? No hay una racionalidad detrás, lo que hay es populismo torpe porque lo más probable es que la iniciativa fracase”, dijo a este Diario.
Otro problema evidenciado por los expertos consultados para esta nota es que provocaría una brecha en el aprendizaje de los estudiantes al eliminar la meritocracia del proceso de admisión. “Los esfuerzos del Estado deberían centrarse en mejorar la calidad de la educación secundaria y el rendimiento académico de nuestros jóvenes, tan venidos a menos en los últimos años. Además, brindar mayores recursos a las universidades publicas licenciadas a fin de que puedan ampliar su oferta educativa y el número de nuevas vacantes, y fortalecer el sistema de becas públicas que permiten el acceso a la educación superior a un mayor numero de peruanos sin recursos”, opinó el Pacto por la Educación de Calidad desde el sector privado, que agrupa a 32 gremios y asociaciones empresariales.
Para Lescano tampoco se está considerando los efectos de alargar las carreras universitarias al añadir un ciclo adicional con cursos que ya forman parte de los programas académicos como Metodología de la investigación, Biología, Química, Matemática básica, Física, Lógica, entre otros propuestos por el dictamen. “Lo que se necesitan son programas más cortos que contacten con el sector productivo y la empleabilidad. Pero lo que se está haciendo es hacer carreras que duren más tiempo”, añade.
Otro escenario negativo de la propuesta es el mal precedente que se establece respecto a la autonomía universitaria. Lescano lo explica así: “La autonomía universitaria tiene cinco dimensiones: administrativa, financiera, económica, normativa y académica. La autonomía académica es el corazón de la universidad que permite que las universidades diseñen su modelo de estudio, planes curriculares y fija las condiciones de ingreso y egreso. Se está quitando la diversidad que debe tener la universidad para ofrecer modelos de acceso variados que respondan a las distintas condiciones de los estudiantes”.