La infraestructura de la escuela Luis Carranza, localizada en el centro histórico de Huamanga, en la región de Ayacucho, ha sufrido graves daños debido a las lluvias intensas y granizadas recientes. Una parte del tejado del colegio, que cuenta con más de siete décadas de existencia, se ha venido abajo, generando gran inquietud entre los padres de los alumnos y el personal docente.
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María Díaz González, quien representa a los padres, manifestó su preocupación por el riesgo que corren los estudiantes. “En estos últimos días en la torrencial lluvia ha colapsado el techo de nuestra institución educativa”, afirmó. También criticó la falta de acción por parte de las autoridades regionales y del Ministerio de Educación ante esta crítica situación.
Por suerte, el derrumbe se produjo después de que los estudiantes hubieran salido del colegio, ya que las clases se ofrecen en turnos matutinos y vespertinos.
Desde el año pasado, los padres han solicitado la creación de una nueva infraestructura escolar. A pesar de varios intentos y convocatorias en el Gobierno Regional de Ayacucho, las reuniones programadas fueron canceladas repetidamente. El 8 de abril, incluso organizaron una manifestación sin obtener respuestas concretas.
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Como señalaron, las autoridades solo se comprometieron a hacer reparaciones parciales, como arreglar techos y cielos rasos, trabajos que no han comenzado hasta ahora. Mientras eso ocurre, las clases siguen desarrollándose en un edificio en mal estado y peligroso.
Díaz González denunció que un alumno resultó herido recientemente por la caída de un trozo de concreto. “Hace poco también se ha caído un este concreto y le ha roto la cabeza un estudiante”, manifestó con gran indignación.
A pesar de que Defensa Civil visitó el colegio para llevar a cabo inspecciones y tomar fotografías, no ha habido ninguna intervención efectiva. ” Solamente se acerca Defensa Civil, vienen, toman las fotos”, lamentó la representante de los padres.
Frente a esta situación, la comunidad educativa ha reiterado su petición urgente a las autoridades regionales y nacionales para que verifiquen personalmente el deterioro de la escuela Luis Carranza y respondan rápidamente a la necesidad de una nueva infraestructura que garantice la seguridad de los alumnos.
