Jueves, Mayo 2

Walter Gutiérrez, embajador del Perú en España, analiza las relaciones bilaterales entre ambos países y explica lo que debería hacerse para atraer más inversiones. Además, el voceado reemplazo del actual premier opina que “el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, ha cumplido, sigue cumpliendo y debe seguir cumpliendo un rol muy importante”.

El pasado 12 de enero el embajador Walter Gutiérrez presentó sus credenciales diplomáticas ante el rey Felipe VI, uniéndose así a la lista de plenipotenciarios que han representado a Perú en España.

— Señor embajador, ¿qué significa España para el Perú?

España es un aliado estratégico para el Perú. Nosotros no solamente tenemos una historia conjunta, un presente conjunto, sino un futuro conjunto. España ha sido nuestro aliado para la visa Schengen, es nuestro aliado para el ingreso a la OCDE, es el país europeo que más invierte en el Perú. En España hay cerca de medio millón de peruanos. Por todas estas razones, la relación con España es de primer orden. Además, no hay que perder de vista que Europa es un continente que está en guerra. Hay un replanteamiento del orden mundial y del rol que va a cumplir Europa, y en este caso España, en relación con América Latina. Estamos en una etapa particularmente compleja e interesante. El Perú no puede dejar de aprovechar estas oportunidades que se presentan.

— ¿Que acciones se están tomando para atraer más inversiones de España?

Primero, algo que viene del gobierno. La presidenta ha señalado en más de una oportunidad que tiene como propósito institucionalizar la gestión pública. Sin una eficiente gestión pública, es difícil que venga a nuestro país la inversión. ¿Y qué significa la institucionalización de la gestión pública? Significa tecnificarla, que los gabinetes y los técnicos tengan un periodo importante en la gestión. Que no estemos cambiando a cada rato los gabinetes. En Colombia y Chile sobrepasan los dos años. Eso no sucede desde hace mucho tiempo en nuestro país. De modo que es un objetivo muy importante porque eso da seguridad jurídica, eso permite el punto de contacto entre las empresas y el Estado y facilita, justamente, el aterrizaje de inversiones. Debo agregar que el Perú lideró durante más de veinte años el crecimiento económico en América Latina. Y nosotros pretendemos retomar ese liderazgo. Es verdad que estamos pasando por un punto de inflexión, pero allí es donde están los fundamentos económicos: somos un país que tiene 30% de deuda sobre su PBI. Esta es una deuda muy baja en comparación a otros países. Tenemos una moneda estable, una inflación de un dígito, reservas por más de US$ 70 000 mil millones… De manera que lo fundamental allí está. Esas son señales importantes para cualquier inversionista, amén de mencionar que somos un país con uno de los activos más importantes que es el cobre: la base de la transformación energética de las próximas décadas. En los últimos tiempos el Perú ha dado un salto de gigante en cuanto a nuestras exportaciones, que se han multiplicado por veinte en apenas cuarenta años. Eso es gracias a un modelo económico que ha revelado, creo, incontrastablemente su éxito. Los tratados de libre comercio, el cimiento en la agricultura, van camino a generar más de US$ 10 mil millones para el año 2026 – 2027. Si seguimos ese crecimiento, entonces todos estos indicadores apuntan a señalar que el país es propicio para las inversiones. Eso ya depende de nosotros

— Sufrimos una fuga de inversiones con el gobierno de Castillo. Hoy, en un foro de la Fundación Consejo España Perú, se comentaba entre los empresarios que en segmentos como la minería no hay seguridad jurídica, lo que genera inestabilidad. ¿Es posible revertir esa situación?

En cuanto a la fuga de capitales, es cierto que con el golpe de Estado y durante el gobierno del año y pico de Castillo se dieron señales que fueron inquietantes y preocupantes para las inversiones. Y hubo una salida de capital, no voy a decir una fuga, por el orden de US$ 20 mil millones. Sin embargo, los capitales han ido regresando.

— ¿Cuánto ha regresado?

No tengo la cifra exacta pero los precios del cobre están en máximos históricos, lo cual ha hecho que esa fuga de capitales se vea compensada. Esos ingresos suplementarios han ayudado a que el capital ya esté regresando al país. El ministro Contreras me informó recientemente que es un monto importante. En segundo lugar, respecto a la inseguridad jurídica, creo que nos olvidamos de la situación en la que se encontraba el país hasta hace un año, cuando estábamos al borde del precipicio. Hemos recuperado una estabilidad política que queremos consolidar mediante una sólida institucionalidad en la gestión pública. Queremos volver a crecer a ritmos que conviertan al país en el líder de la región. El Perú crecía al 6 y 7 % en la época de García y en la época de Humala alrededor del 4 %. Aspiramos a crecer este año cerca de un 3% y estimo que, si los esfuerzos se alinean, podemos aspirar a crecer un 4%.

— ¿Cómo se lograrían alinear los esfuerzos?

Tanto el Estado como las empresas tenemos que tener un objetivo en conjunto y eso pasa, por ejemplo, por entender la importancia de la transformación tecnológica en el Estado para poder ser más eficientes, pero también por mejorar la productividad en las empresas por darles a los jóvenes la posibilidad que se capaciten al ritmo de las necesidades que hoy requiere el mercado… Todo esto se dice rápido, pero no es sencillo.

La ceremonia de presentación de las cartas credenciales ante el monarca es una de las más antiguas del mundo, pues sus orígenes se remontan al ceremonial borgoñón que en el siglo XVI el Rey Carlos I adoptó en la corte española. Foto: Embajada del Perú en España

— En estos días será FITUR, la Feria de Turismo en Madrid ¿cuáles son los pasos que vamos a tomar para vendernos mejor fuera como destino turístico?

Bueno esto lo hemos conversado con el ministro Contreras, con el presidente del Consejo de Ministros y con la presidenta de la República, no en una sino en varias ocasiones. El Perú tiene un enorme potencial turístico, pero por las razones que acabamos de conversar no hemos recuperado el nivel de turistas que teníamos antes de la pandemia, que eran un poco más de 4 millones. Hoy estamos en 2,5 millones de visitantes, pero podemos recuperar el nivel anterior porque el Perú es un país megadiverso. España ha batido el récord de turistas este año, con más de 80 millones de visitantes, casi el doble de su población. Nosotros, con sana envidia, queremos entender este éxito y ver con qué mecanismos conseguirán que se active el turismo cultural, el histórico, el ecológico, el de montaña, el gastronómico, donde al Perú se le reconoce en todas partes como un líder de la región y con un enorme potencial para ser un líder global. Todo esto lo tiene muy claro el sector del ministro Matheus (actualmente en FITUR), de manera que viene para exponer todo esto y para generar contactos y relaciones para que el turismo en el Perú vuelva a crecer y no solamente llega al estándar anterior, sino que se supere.

— Con próxima visita de la presidenta Dina Boluarte habría una oportunidad para volver a tener un encuentro, tal vez con otro tono. ¿Cómo lo ve usted?

No le puedo precisar exactamente cuándo vendrá la presidenta aquí a España, pero de hecho hay la intención de visitar. Y desde luego, cuando se dé esa ocasión, se van a estrechar los lazos porque esta visita no sería solo protocolar. Va a ser una visita con una agenda de puntos de encuentro, de puntos que son importantes para el Perú y que tienen que ver con las inversiones, con el convenio de doble imposición, que tiene que ver con el comercio y desde luego con nuestro derrotero hacia la OCDE. Esto lo hemos conversado con la presidenta y estoy seguro de que el presente y futuro de España es un futuro prometedor.

— El nuevo Defensor del Pueblo, un cargo que usted tuvo hace poco, está cuestionado. ¿Cómo ve el desempeño del actual defensor del Pueblo?

Nosotros tuvimos dos desafíos importantes, a mí me tocó interactuar con varios presidentes en mi época. Yo estuve en cinco años y medio en el cargo. El primero de ellos fue la pandemia…… el primero de ellos fue la salud de modo que desde que yo llegué hice supervisiones y pudimos advertir a fines del 2016 fíjese usted, la pandemia fue en el 2020 a fines del 2016 y allí están los documentos, testimonio que hicimos una supervisión en todo el sistema de salud y revelamos la necesidad urgente de hacer una rápida reforma y un rápido fortalecimiento de todo el sistema de salud. Por razones políticas —creo que recordamos el Caso Lava Jato, la renuncia de PPK, etc.— eso no se pudo hacer y luego la crisis política que hubo… lo primero que todo defensor tiene que tener: una lectura, un enfoque de la prioridad de los problemas. Nosotros identificamos ese problema y creo que no nos equivocamos. Era uno de los más importantes, la salud. El segundo tema es que nosotros dimos una relectura del rol de la Defensoría. No solo éramos garante de derechos sino también supervisábamos la administración pública. Tiempo después, vino el problema de Castillo y tuvimos que justamente convertirnos en contralores y supervisores de la buena marcha de la administración, porque como dije, si no hay buena gestión no hay buena administración, no hay derechos humanos, no hay servicios públicos. Entonces tuvimos que desafortunadamente confrontar la gestión del presidente Castillo [y] desafortunadamente tuvimos razón porque al final del día vimos todo lo que estaba sucediendo con la administración pública. Entonces, yo creo que todo defensor tiene que tener una lectura del escenario y prioridades que plantear. Así lo hicimos nosotros. ¿Cuál es la obligación de todo defensor, de este y de cualquiera que venga? Como dijo Beatriz Merino, uno encuentra una Defensoría y la tiene que dejar mejor o igual. Yo creo que ese es el desafío de Josué Gutiérrez.

— ¿Y cómo le está yendo con eso? ¿No lo cambiaría?

Yo creo que hay que darle tiempo, no hay que tener una mirada de corto plazo. Hay que darle tiempo, hay que darle la oportunidad. Yo tengo una mirada crítica en sentido sano del término, no crítica en el sentido destructivo, pero esa crítica me la voy a reservar para cuando lo vea y pueda conversar directamente con él.

— Usted trabajó directamente con Castillo y con Dina Boluarte. Hay quienes los meten en el mismo saco. ¿Cómo diferenciaría la gestión de ambos jefes de Estado?

Bueno, la presidenta Boluarte es una mandataria que entiende su rol, que comprende el rol de un jefe de Estado. Es una mujer que se ha hecho rápidamente al cargo y tiene una mirada de fondo, no una mirada de corto plazo. Y por eso es que estábamos hablando de estos temas hace un momento, de institucionalizar la gestión pública, de la necesidad de que crezca el país para que puedan materializar los derechos humanos. Entonces, ella entiende todos estos registros conceptuales y los está poniendo en marcha y allí regreso a lo del defensor. No hay que tener mirada de corto plazo. Los tiempos de un ser humano no son los mismos tiempos que los de un país.

— ¿Serán un problema para la presidenta Boluarte los juicios por las muertes de diciembre 2022 y, en ese contexto, sería usted tal vez un mejor primer ministro que Otárola?

Yo creo que de nuevo el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, ha cumplido un rol muy importante y sigue cumpliendo un rol importante y debe seguir cumpliendo un rol muy importante. Yo soy de los convencidos de que los gabinetes deben durar lo más posible porque ésa es una señal de seguridad en el exterior, es una señal de seguridad a los actores en las empresas y creo que además el país debe reconocer el esfuerzo que ha hecho tanto la presidenta como el Presidente del Consejo de Ministros por estabilizar políticamente el país. Mi rol en este momento es respaldar sin reservas el esfuerzo que ambos están haciendo desde las tareas que a mí me competen.

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