El Ministerio Público (MP, Fiscalía) de Venezuela informó este lunes que tramita una solicitud de alerta roja ante Interpol contra el exalcalde opositor Leopoldo López -exiliado en España– por “instigar” a una intervención “militar” extranjera para, según la institución, “bañar de sangre” el país caribeño.
El fiscal general, Tarek William Saab, indicó que el antichavista “se sumó” al llamado hecho el sábado por el expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) de una “intervención internacional” en Venezuela avalada por Naciones Unidas para sacar del poder a Nicolás Maduro, quien juró como mandatario para un tercer sexenio, pese a las denuncias de fraude electoral.
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Ese mismo día, López compartió en la red social X las declaraciones de Uribe y expresó que, tras “recorrer todos los caminos, incluyendo ganar una elección con el 70 % de los votos, hay que considerar seriamente” la “propuesta” del colombiano, con la que, a su juicio, “la inmensa mayoría de los venezolanos están de acuerdo”.
Hoy, Saab informó de la apertura de una investigación y la solicitud de “una orden de aprehensión en contra del prófugo de la Justicia, reincidente de acciones criminales”, en referencia a López, a la vez que se está “tramitando una solicitud de alerta roja ante Interpol por los delitos de instigación o instigar a acciones armadas contra la república”.
En rueda de prensa, transmitida por el canal estatal VTV, el fiscal, quien acusó también al exalcalde de traición a la patria, conspiración y asociación para delinquir, sostuvo que López ha decidido “plegarse a un llamado a bañar de sangre al país, utilizando de adláteres” a Uribe y al exmandatario colombiano Iván Duque (2018-2022), a quienes tachó de “criminales de guerra y terroristas”.
La Fiscalía “no va a aceptar que se cometan ni faltas ni delitos menos graves o (…) llamados a intervenciones militares por parte de personeros extranjeros y lacayos nacionales que se suman (…) a esa delirante y nueva acción de querer bañar de sangre nuestro país”, reiteró Saab.
El sábado, Maduro aseguró que “nadie quiere la intervención militar”, y avisó que su país se prepara, junto con Cuba y Nicaragua, para “tomar las armas”, de ser necesario, con el fin de defender “el derecho a la paz” y la “patria”.
Venezuela vive una crisis política acrecentada tras la controvertida investidura de Maduro, a quien la mayor coalición opositora -la Plataforma Unitaria Democrática (PUD)- acusa de consumar un “golpe de Estado”, al asegurar que el vencedor de los comicios presidenciales del pasado julio fue el exembajador Edmundo González Urrutia, quien también reivindica el triunfo electoral.