El avance por zonas no es homogéneo. Mientras que en el distrito de Zarumilla, en Tumbes, está al 69,92%, en la capital de dicha región va al 13.73%. Además, en Loreto se encuentra en 35.91%, mientras que en Ucayali, 25.80% y Piura, 17.78%.
Si bien aún es una cobertura baja para el inicio de la temporada de mayores temperaturas del año, el viceministro de Salud Pública, Ricardo Peña Sánchez, sostiene que se trata de una estrategia a mediano y largo plazo. “Con la vacuna no vas impedir que una persona infectada y picada por un zancudo continúe la propagación de la enfermedad, sino que esa persona desarrolle una enfermedad severa o fallezca. Se espera que en los próximos años, con una mayor cantidad de vacunados, la probabilidad fallecimiento disminuya progresivamente”, dijo a El Comercio.
En el Perú se usa la vacuna 0denga, también denominada TAK-003, cuyos estudios clínicos se encuentran en fase 3. Producida por el laboratorio japonés Takeda, contiene las cepas de los cuatro serotipos del dengue: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4. Consta de dos dosis, con un intervalo de tres meses y fue precalificada por la OMS en mayo del año pasado. Este organismo mundial recomienda el uso de TAK-003 en niños de 6 a 16 años en entornos con alta intensidad de transmisión del dengue.
Para Peña, una de las principales retos para la vacunación es que en las zonas de mayor incidencia de casos, existe una percepción de riesgo menor. “La gente aparentemente se acostumbró a lidiar con la enfermedad y la percepción del riesgo no es la misma que en otras regiones”, dijo.
Solo en la primera semana de 2025 se han reportado 1.313 casos de dengue en todo el país. Según el ministro de Salud, César Vásquez, los datos son menores a los registrados en el mismo periodo del año anterior, cuando se reportaron 1.654 casos.
Según Vásquez, los datos son menores a los registrados en el mismo periodo del año anterior, cuando se reportaron 1,654 casos.
Sin embargo, el aumento de contagios en los últimos años es alarmante. El 2024 cerró como el peor año de contagios de dengue en las últimas tres décadas en el Perú. Para fin de diciembre, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud (Minsa) reportó 280.726 mil casos, casi 10% más que el año anterior y 1.563% más que en el 2017, cuando el país afrontó uno de los más fuertes fenómenos del Niño Costero. Aunque la cifra de muertos disminuyó a casi la mitad respecto al 2023, hubo 262 víctimas, la mayoría de Lima (83), La Libertad (35), Lambayeque (33), Piura (28), Ica (27) y Ancash (25).
De acuerdo con Peña, otra nueva estrategia aparte de la vacunación es la próxima implementación del proyecto Wolbaquia. En diálogo con este Diario, informó que este método consiste en infectar a un grupo de zancudos Aedes aegypti con la bacteria Wolbachia para “inactivar” el dengue.
El proyecto arrancaría en febrero con la etapa de información y educacióin. Tiene un presupuesto total de S/ 8′792.144 y se realizará con la asistencia técnica de World Mosquito Program (WMP), institución que ha desarrollado dicha tecnología y que proveerá de los huevos de los zancudos infectados desde su biofábrica en Colombia. Solo el contrato con WMP está presupuestado en S/4′978.125. Estos huevos serían criados hasta su estadía adulto en el Perú. Se liberarían 10 mil mosquitos con una periodicidad semanal durante cuatro a seis semanas.
“Cuando se libera a los zancudos infectados, estos contagian al resto de zancudos salvajes y las hembras pueden transmitir la bacteria a través de los huevos. Se ha probado en Colombia, Australia, el sudeste asiático y ha dado resultados prometedores en varias ciudades”, explica Peña a El Comercio.
Asimismo, el Minsa evalúa adquirir nuevos insecticidas para mejorar la respuesta de la población a las campañas de fumigación. “Estamos haciendo los análisis iniciales para la adquisición de nuevas moléculas adulticidas. Lo que se usa ahora es el Malathion y hemos hecho dos estudios de campo con una nueva molécula de un neonicotinoide sumado a un piretroide. Es una molécula combinada de doble acción que tiene un olor mentolado, es más aceptable para que la gente no rechace la fumigación por su olor desagradable”, agregó Peña.
La Dra. Valerie Paz-Soldan, especialista en salud pública e investigadora de enfermedades infecciosas, indica que todas las estrategias deben ser complementarias y basadas en las características de cada localidad.
“Para enfrentar el dengue tienes varios serotipos, el zancudo se va adaptando, se vuelve resistente a los insecticidas, tienes el cambio climático, hay más población expuesta, hay muchos elementos difíciles de controlar y pensar que vamos a tener una sola solución es imposible. Se necesita manejo integrado”, explica a El Comercio.