
A través de videos, muchos de ellos colgados en redes sociales, se observó que muchas familias actuaron de forma instintiva y, en medio de la consternación por el evento sísmico, salieron despavoridos de sus casas. En el caso de las mascotas, estas también fueron sacadas por sus dueños, aunque en algunos casos sin las medidas de protección respectivas.
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En tanto, algunas familias comunicaron la desaparición de sus mascotas (perros y gatos) en medio del sismo. Según contaron, estas salieron huyendo de las casas al abrir la puerta. Otras familias, en cambio, contaron el nerviosismo y estado de shock por el que pasaron los engreídos del hogar durante el temblor.
El Comercio recorrió varias veterinarias de distintos distritos de Lima a fin de conocer si aumentaron las urgencias médicas en mascotas durante el sismo o posterior a este. Al mismo tiempo, recogió una serie de consejos y recomendaciones para poder saber cómo actuar frente a nuestras mascotas en caso de un evento sísmico o cualquier otro desastre natural.
¿Se registraron más urgencias?
El médico veterinario Carlos Castillo, de la veterinaria El Hurón Azul, señaló a El Comercio que el pasado domingo 15 de junio no se registró un incremento de atenciones a mascotas como consecuencia del sismo. “No hemos tenido mascotas que hayan llegado de emergencia producto de una caída o un golpe por el sismo. Lo que sí hemos tenido son perros que han venido más temerosos para sus consultas de rutina o una vacuna“, detalló.
Castillo explicó que en eventos sísmicos podría ocurrir que algunas mascotas sufran lesiones por caídas de objetos o la abertura intempestiva de la puerta por parte de la familia al querer salir de casa. En este caso puede quedar atrapada la cola o pata de la mascota. “También hay mascotas están medicadas y producto del nerviosismo se le exacerba su enfermedad. Se exaltan“, dijo.

Del mismo modo, Acu Li, dueño de la Clínica Veterinaria Acu Li, comentó que su establecimiento tampoco se ha presentado un aumento de consultas a mascotas a causa del sismo. De igual forma, sostuvo que han recibido reportes de clientes asiduos que les indican que sus mascotas se han mantenido nerviosas todo el día en que ocurrió el sismo. “También nos contaron que algunos perros y gatos se perdieron tras salir huyendo de casa”, añadió.
En tanto, Pancho Cavero, médico veterinario de PetExperts, indicó a El Comercio que por lo general, durante movimientos telúricos son los humanos los que más accidentes sufren, en comparación con las mascotas. No obstante, de producirse alguna lesión en las mascotas, como un corte, por ejemplo, recomendó hacer un torniquete con una prenda, hasta que el animal pueda ser llevado a la veterinaria.
Antes, durante y después del sismo
El médico veterinario Carlos Castillo precisó que lo primero y más importante es colocarle algún medio de identificación a la mascota. Un microchip o una placa son las mejores opciones, pues en un sismo, en un momento de desesperación, la familia puede dejar la pueta o ventana abierta y las mascotas quedan expuestas a huir. “El movimiento de gente y de las cosas los pone nerviosos. Se desorientan y escapan corriendo. Al tener una placa con nombre y número de teléfono permitirá que otra persona que vea a la mascota en la calle puede llamar“, explicó.
En el caso de los gatos el cuidado debe ser un poco diferente. Y es que a diferencia del perro, el gato suele buscar un refugio por su cuenta, detalló el especialista. En ese sentido, dijo que sería importante que los dueños acondicionen un espacio dentro de la casa que resulte acogedor para ellos y les genere seguridad.

“Este lugar no debe tener cosas que puedan caerse o algún tipo de artefacto de vidrio. La familia debe tener un fácil acceso a este espacio. La idea es que todos salgan y que el gato se quede en este sitio, pues si lo sacan corren el riesgo de que se escape. Es importante también acostumbrar al gato a los transportadores, de esta manera sería mucho más fácil hacerlo entrar durante un sismo y salir de casa sin temor a que huya”, detalló Castillo.
Por otro lado, agregó que en el caso de alguna mascotas que padezca algún tipo de dolencia o patología, como cardiopatía o convulsiones, sería importante que la familia se quede a su lado y con sus medicinas a la mano.
Por su parte, Pancho Cavero explicó que todos los animales van a sentir miedo o nervios si su amo también muestra algún tipo de temor. Por ello, señaló que durante el sismo es necesario mantener la calma. “Esto sucede con aves, hamsters, perros, gatos, con todos”, dijo.

Al igual que Castillo, resaltó que como principal medida preventiva prevención se debe priorizar la identificación de la mascota. Una segunda medida es ubicar una zona segura dentro del hogar para llevar a las mascotas durante un movimiento telúrico.
“Hay que saber cómo se hará la evacuación. A los perros sí se los tiene que tener como parte del plan de evacuación. En cambio, resulta más fácil que los gatos se escondan, que busquen un lugar seguro. Si de repente uno trata de agarrarlo va a terminar con un arañazo”, indicó.
Agregó que un error común en los miembros de la familia es perseguir desesperadamente a la mascota durante el evento sísmico. “Ese es un error porque te va a sentir súper desesperado”, destacó.

A su turno, Acu subrayó la importancia de que los tutores demuestren calma porque son los principales referentes para sus mascotas. “Estas observan nuestro comportamiento, nuestro lenguaje corporal, qué tan calmados o nerviosos estamos. Si mostramos muchos nervios o miedo, les transmitiremos lo mismo. La idea es darles seguridad“, precisó.
En tanto, la médico veterinaria Viviana, de Acu Li, explicó que tanto perros como gatos son más sensibles que los humanos a la parte sonora de un sismo y al movimiento del suelo. Por eso es que la mayoría de ellos suelen ponerse nerviosos. “Eso va a depender mucho de la personalidad de cada mascota. En el caso del gato suele ser más sensible aún. Lo normal es la huida y los ladridos en caso de los perros. Los gatos no emiten sonidos simplemente corren en busca de un espacio seguro“, dilucidó.
La doctora agregó que los gatos son más nerviosos que los perros durante y después de un temblor. Mientras que al perro es más fácil agarrarlo y colocarle su collar y correa, los gatos se esconden debajo de la cama. “Si sacamos en brazos a los gatos es probable que se escapen y ya nunca los encontremos. Es preferible usar un transportador“, sostuvo.

Por su parte, Acu recomendó moverse como en cámara lenta si uno tiene gatos en casa. Y es que ante movimientos bruscos ellos suelen escapar. En ese sentido, la placa de identificación siempre debe tenerla puesta la mascota, ya sea si haya o no un sismo. “Los gatos no deberían tener acceso a la calle, corren un montón de peligros. Por eso una buena medida preventiva es la placa. Ayuda bastante a que vuelvan a casa”, acotó.
Mochila de emergencia para mascotas
Al respecto, Castillo aconsejó tener una mochila de emergencia para la mascota del hogar. Esta debe incluir: raciones de comida en bolsas o táper, agua, juguete que puede ser relajante y manta que le guste. No olvidar medicina básicas, como cremas para algún tipo de dolor o herida. También es necesario un collar, una correa y/o un arnés.
Cavero también precisó algunos implementos que toda mochila de emergencia para mascota debe tener. A lo ya mencionado sostuvo que no debemos olvidar cargar con el certificado de vacunación de nuestra mascota, así como bolsas para sus desechos, una manta ligera o una prenda con nuestro olor.
“De hecho, también es clave practicar comandos de emergencia, como ”ven”, “quieto”, “aquí”. De paso también se generan vínculos con la mascota“, comentó.
La médico Viviana aconsejó ir cambiando los enlatados o conservas de las mochilas de emergencias cuando se acerque la fecha de vencimiento. “En el caso de mascotas con patologías diagnosticadas, por ejemplo, problemas cardiacos o pacientes compulsivos, es preferible tener dosis de los fármacos en una bolsa“, dijo.