lunes, diciembre 8

La Comisión Europea (CE) multó este viernes 5 a la red social X, propiedad de Elon Musk, con 120 millones de euros por el incumplimiento del apartado de transparencia de sus normativas digitales.

La posibilidad de una sanción grande contra X ya era comentada en los días previos al anuncio y desde la cúpula de gobierno de Estados Unidos había comentarios poco positivos en torno a ello. La postura general en la administración Trump es que la medida supone un intento de limitar la libertad de expresión y un exceso por parte de las autoridades europeas.

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“Circulan rumores de que la Comisión Europea multará a X con cientos de millones de dólares por no censurar. La UE debería apoyar la libertad de expresión, no atacar a las empresas estadounidenses por [causas] basura”, publicó JD Vance, vicepresidente estadounidense, el 4 de diciembre en su cuenta de X.

Quien sí se pronunció directamente luego del anuncio fue el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien calificó la medida como un “ataque” contra su país.

“La multa de 140 millones de dólares de la Comisión Europea no es sólo un ataque a X, es un ataque a todas las plataformas tecnológicas estadounidenses y al pueblo estadounidense por parte de gobiernos extranjeros. Se acabaron los días de censurar a los estadounidenses en Internet”, escribió Rubio en X.

Más allá de tales afirmaciones, finalmente el castigo impuesto a la red social estuvo esencialmente ligado a la transparencia en el acceso a la información antes que a la difusión de contenido.

Los mensajes del gobierno estadounidense tuvieron respuesta desde la Unión Europea, cuyas autoridades insisten en que se trata de un tema de soberanía y de protección de los derechos de sus ciudadanos

“Cuando las empresas europeas operan en EE.UU., se rigen por la legislación estadounidense. Las empresas estadounidenses en la UE son muy rentables y deben respetar la legislación de la UE. Simple, claro y difícilmente discutible”, respondió la eurodiputada Nathalie Loiseau a Vance.

Primera sanción de su tipo

Si bien los reguladores tienen un historial importante de sanciones a las grandes firmas tecnológicas estadounidenses, este caso es el primero en el que se amonesta a una plataforma de Internet por el incumplimiento de la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la Unión Europea (UE).

Dicha regulación tiene un alcance amplio, pero en términos generales puede decirse que está esencialmente orientada a garantizar un uso responsable de las plataformas de internet, salvaguardando la seguridad y transparencia dentro de estas. Las sanciones para los grandes servicios pueden llegar hasta el 6% de su facturación anual.

En lo que respecta al caso de X, un factor crucial para entender la multa es que la DSA establece más obligaciones en función del tamaño de la plataforma, al considerar que la escala de estos medios supone un mayor riesgo potencial para en el acceso a la información. Dentro de estos servicios, aquellos que superan los 45 millones de usuarios activos mensuales tienen un marco regulatorio más estricto.

A inicios de este año se calculaba que X tenía aproximadamente 95 millones de usuarios mensuales en la Unión Europea y cerca de 600 millones a nivel global, por lo que era susceptible a ese control estricto.

La Unión Europea tiene regulaciones bastante estrictas en lo que respecta a las plataformas de Internet. (Foto: AP)

Entre otras cosas, la legislación europea busca limitar la difusión de noticias falsas y desinformación, hacer que los servicios de Internet brinden información transparente, evitar la manipulación en procesos electorales y frenar el ciberacoso, siendo algunos de estos puntos directamente citados en la decisión de las autoridades de la UE.

El proceso que llevó a la actual multa contra X empezó con la apertura de un expediente el 18 de diciembre del 2023. La base de la investigación se situaba en áreas relacionadas con la difusión de contenidos ilícitos y la eficacia de medidas adoptadas por X para combatir la manipulación de la información, así como el “diseño engañoso” y la falta de transparencia de la red social.

“Responsabilizamos a X de socavar los derechos de los usuarios y evadir la rendición de cuentas”, señaló al respecto Henna Virkkunen, vicepresidenta ejecutiva de soberanía tecnológica, seguridad y democracia de la CE. La entidad asegura que su investigación todavía sigue en curso.

El castigo total se compone de tres multas y la primera de ellas, de 45 millones de euros, tiene como causa lo que las autoridades europeas consideraron que era un “diseño engañoso” de la marca de verificación azul, el cual podría llevar a la manipulación de los usuarios o hacer que caigan en estafas.

“En X cualquiera puede pagar para obtener el estado de ‘verificado’ sin que la empresa verifique de forma significativa quién está detrás de la cuenta, lo que dificulta que los usuarios juzguen la autenticidad de las cuentas y el contenido con el que interactúan”, señala al respecto el comunicado de la Comisión Europea.

Antes de la adquisición de la red social por parte de Musk, la marca azul de verificación no era una característica de pago y estaba destinada a personalidades públicas reconocibles, empresas y cuentas de gran repercusión en general. El símbolo de “verificado” únicamente se otorgaba luego de que un equipo del servicio, por entonces llamado Twitter, revisara aquellas cuentas célebres.

El incumplimiento de los requisitos de acceso a los datos públicos de X, los cuales deben estar disponibles para investigadores certificados, fue el segundo punto castigado, en este caso con 45 millones de euros. El ente regulador señala que las “barreras innecesarias” de X “socavan la investigación sobre diversos riesgos sistémicos en la Unión Europea”.

Finalmente, la falta de transparencia en la base de datos publicitaria de la plataforma, que implica la obligación de brindar información detallada sobre estos esquemas comerciales, supone el pago de 35 millones de euros.

El argumento de la Comisión Europea es que el diseño de la plataforma para acceder a su repositorio publicitario genera una capa de dificultad marcada, genera “retrasos excesivos” y “carece de información crucial”.

“Engañar a los usuarios con marcas de verificación azul, ocultar información sobre anuncios y excluir a los investigadores no tiene cabida en el uso de internet en la UE. La DSA protege a los usuarios”, indicó Virkkunen.

Conflicto constante con la regulación

La plataforma social tiene un nutrido historial de sanciones y problemas con las normativas en el territorio europeo, particularmente a nivel individual con los estados que integran la UE.

A mediados del 2021 un tribunal de Francia ordenó que la red social, que por entonces todavía se llamaba Twitter, indicara con detalle cuáles eran los medios que empleaba para combatir la difusión de mensajes de odio y cómo manejaba las denuncias en torno a ese tema.

No es el único caso dentro de la jurisdicción francesa, pues a inicios de este año la justicia gala inició una investigación —ampliada en noviembre— contra X por las afirmaciones negacionistas del Holocausto que registraba Grok, su sistema de inteligencia artificial. A lo anterior se añade un expediente abierto en julio por la Fiscalía de París en torno a un presunto esquema de “injerencia extranjera” que habría sido favorecido por el algoritmo de la red social.

Con Alemania también hay antecedentes, pues la Oficina Federal de Justicia de dicho país inició acciones legales contra la plataforma de internet por infringir su legislación contra la difusión de discursos de odio, difamación y fraude.

También en territorio germano se produjo una denuncia de un grupo de activistas que indicaba que la red social debía hacer públicos los datos que permitieran rastrear las fuentes de desinformación antes de los comicios nacionales que iban a celebrarse el 23 febrero del 2025. Un tribunal de Berlín terminó dándole la razón a los demandantes a inicios de ese mes.

En Alemania existe preocupación por el tema debido al apoyo abierto de Elon Musk hacia el partido derechista Alternativa para Alemania y los críticos del empresario temen un posible escenario de injerencia electoral en X.

Otros estados como España y Países bajos también han formulado denuncias y sanciones contra la plataforma social de Elon Musk.

Dentro del escenario general de la Unión Europea, las críticas de Musk contra el ente multinacional han sido constantes, debido a lo que calificaba como limitaciones de la “libertad de expresión”.

El empresario de origen sudafricano llegó a llamar a Thierry Breton, excomisario Europeo de Asuntos Digitales, como el “tirano de Europa”. Este último le respondió indicando que si Musk se expresaba utilizando X “debía hacerlo respetando la legislación europea”. Los cruces de palabras entre ambos fueron frecuentes a inicios del presente año.

Mucho más relevante en términos concretos y simbólicos fue la decisión de Musk de retirar a X del Código de Prácticas sobre Desinformación de la UE en mayo del 2023. En dicho documento, las grandes firmas tecnológicas se comprometían a luchar contra la desinformación.

La animadversión del magnate hacia la Unión Europea ya había tenido otros episodios, pues poco después de adquirir Twitter para convertirla en X cerró las oficinas de la empresa en Bruselas (Bélgica). Aparentemente, estas decisiones ya sugerían que Musk no estaba conforme con el proyecto que se convertiría en la Ley de Servicios Digitales, que entró en vigor para las grandes empresas en agosto del 2023 y se aplica desde febrero del 2024.

Otras multas de la UE al ‘Big Tech’

Meta, matriz de Facebook e Instagram

2024. Castigo de 798 millones de euros por imponer “condiciones desleales” a plataformas de anuncios clasificados, al vincular el servicio Marketplace con la red social Facebook.

2025. Se impuso una multa de 200 millones de euros por el mecanismo de “consentimiento o pago”, ligada a la publicidad, con el que los usuarios de Facebook e Instagram no podían disponer de una opción sin costo que usara en menor medida sus datos personales. El modelo violaba la Ley de Mercados Digitales de la UE.

Google y su matriz, Alphabet

2017. La firma fue sancionada con 2.420 millones de euros por un caso de monopolio al favorecer en los resultados de búsquedas a su servicio Google Shopping por encima de los de la competencia.

2018. Se le impuso una multa de 4.340 millones de euros por una causa antimonopolio debido a que la empresa obligaba a los fabricantes de móviles a instalar Google Search y Google Chrome para limitar a otras aplicaciones competidoras.

2025. Nueva causa de abuso de posición dominante, con una multa de 2.950 millones de euros por dar prioridad a sus servicios de publicidad en línea.

Apple

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2024. Multa de 1.800 millones de euros en un proceso antimonopolio por infringir las leyes de competencia en el mercado del streaming musical. Se sancionó que Apple prohibía a los desarrolladores de estas aplicaciones informar a los usuarios de iOS sobre alternativas más baratas en dicho rubro.

2025. Sancionada junto a meta por incumplir la Ley de Mercados Digitales. Se impuso una sanción de 500 millones de euros por impedir a los desarrolladores aplicaciones informar directamente sobre ofertas fuera de App Store, la tienda de la compañía.

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