Jueves, Noviembre 28

Se trata de una bicicleta como cualquier otra, pero con la posibilidad de generar energía suficiente como para dar luz a una casa o para recargar algún dispositivo electrónico.

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El sistema consiste básicamente en un dínamo de buje acoplado en la rueda delantera, un sistema de transmisión de corriente, una batería y un panel solar. Todo esto se acopla en el prototipo que tienen en la universidad.

“La energía que se genera al andar en la bicicleta es trasladada por este cable y llevada una caja. Esa caja contiene un circuito electrónico desarrollado por los estudiantes de Energía, Mecánica y Electrónica, y lo que hay básicamente en esa cajita es un rectificador, un sistema de carga de energía y un banco de batería”, indicó Eunice Villicaña, directora de las carreras de Ingeniería de la Energía e Ingeniería Mecánica.

Como se trata de un prototipo, la batería se encuentra dentro de una canastilla y se ha acoplado una lámpara pequeña para ver que realmente la batería está cargada.

El proyecto está siendo retomado por los alumnos con una versión que incluye un pequeño panel solar, el cual permitirá que se siga recargando la batería incluso estando detenida la bicicleta.

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Explicó la docente a este Diario que si solo dependiera del panel solar, se necesitaría una exposición de hora y media al sol para tener una carga completa, aunque también depende del nivel de radiación. Otro caso es cuando se maneja el vehículo. “Necesitaríamos que esté rodando la bicicleta durante una hora o en la velocidad necesaria para generar la potencia y cargar la batería”, indicó.

Por otro lado, la energía que se genera tiene la capacidad para recargar pequeños dispositivos como radios o teléfonos a través de un puerto que tiene en su banco de baterías.

Pensada para escolares

Una finalidad de este proyecto es para que pueda ser usado por menores de edad. El tamaño de la bicicleta es considerable, como para que pueda ser usado por un estudiante de unos ocho años o de secundaria.

Antes de pandemia fue llevado a Cusco, donde se entregó un primer lote de ocho bicicletas con el fin de que puedan ser utilizadas para generar electricidad. Luego del viaje al colegio en bicicleta, la batería puede ser usada para generar luz y que los alumnos estudien con tranquilidad.

En aquel momento se trabajó con una ONG que donó las bicicletas para que sean adaptadas. Ahora, el proyecto ha sido retomado por los estudiantes y se le ha agregado el sistema de alimentación por energía solar.

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Se trata de un proyecto que podría beneficiar a familias de zonas donde aún no se cuenta con sistema eléctrico y que deben recorrer largas distancias, como cuando se tiene que ir a la escuela: los alumnos pueden desmontar el banco de baterías para conectarlo a una lámpara LED.

En total, la inversión que se podría hacer para este sistema estaría entre los 100 y los 120 dólares, indicó la docente Villicaña, “pensando en que ya existe una bicicleta, que no hay que hacer mayor acondicionamiento más que tener el dínamo, colocarle los rayos, y el sistema electrónico tampoco es tan caro”.

De esa manera, la tecnología y la innovación planteada desde las aulas universitarias podrían ser una respuesta para también ayudar a muchas familias peruanas.

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