Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania, ha criticado el plan al considerar que el planteamiento estadounidense es excesivamente favorable a los intereses del Kremlin y ha afirmado que no “traicionará” a su país. El jefe de gobierno ucraniano se contactó con sus pares europeos para preparar una respuesta conjunta y ya adelantó que “presentará argumentos y alternativas” a la propuesta de Washington.
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“Este es uno de los momentos más difíciles de nuestra historia. Es uno de los momentos de más presión sobre Ucrania. Ahora Ucrania puede encontrarse ante elecciones muy difíciles. O perder la dignidad o arriesgarse a perder a un aliado clave. O 28 puntos difíciles o un invierno extremadamente complicado”, indicó en un mensaje a la nación.

La propuesta de Estados Unidos indica que Ucrania deberá ceder los territorios de Lugansk y Donetsk junto a parte de Jersón y Zaporiyia, además de reconocer la soberanía rusa sobre Crimea, controlada de facto por Moscú desde 2014. Otros aspectos que plantea el plan de 28 puntos son la limitación de las Fuerzas Armadas ucranianas a 600.000 efectivos y el levantamiento de las sanciones internacionales a Rusia.
Según reveló The Washington Post, el documento fue presentado este jueves a Zelensky por el secretario del Ejército de Estados Unidos, Daniel Driscoll. La creación del plan no contó con la participación de Ucrania ni sus aliados europeos, siendo los responsables de su redacción Steve Witkoff, enviado especial de Trump para Medio Oriente, y Kirill Dmitriev, representante de negocios de Rusia en Estados Unidos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha añadido presión sobre su par ucraniano señalando abiertamente que su intención es que el acuerdo de paz se firme el 27 de noviembre, fecha en la que su país celebra el Día de Acción de Gracias.
“Si las cosas van bien se pueden prorrogar los plazos, pero el jueves es el día que consideramos oportuno”, dijo.

El presidente ruso, Vladimir Putin, se mostró satisfecho con el planteamiento de Estados Unidos, aunque afirmó que su país únicamente trato “a grandes rasgos” la temática contenida en el plan de 28 puntos.
“Puede sentar las bases para un acuerdo de paz definitivo, pero este plan no se discute con nosotros de forma concreta”, dijo el jefe de gobierno ruso en la televisión de su país.
El internacionalista Enrique Banús, director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Piura, considera que la propuesta de paz de Estados Unidos es sumamente ambigua en cuanto a sus garantías y que en un marco de seguridad internacional puede ser visto como poco fiable.
En diálogo con El Comercio, el especialista señala que Ucrania tiene escaso margen para negociar, dependiendo en buena medida de la Unión Europea y el temor de los países de la región báltica y oriental a una incursión rusa en el futuro.
—¿Por qué Estados Unidos se ha mostrado asequible con las peticiones rusas, que suelen ser maximalistas?
Hay varios elementos, muchos de ellos fundados en la personalidad de Donald Trump. No es Estados Unidos, es Trump, que obviamente representa a su páis o al menos a una parte de este. Trump desde hace tiempo está fascinado por la personalidad de Putin. Hace 12 años, organizó como empresario un concurso de belleza en Moscú e invitó a Putin y en aquellos momentos escribía en sus redes sociales lo complacido que estaba de que el presidente ruso pudiera acudir y afirmaba que serían amigos. Hay una admiración por un personaje con el que tiene ciertas similitudes: ese modo muy personal de tomar decisiones, el ejercicio del poder y el culto al macho.
Por otra parte, Trump quiere ir terminando guerras. Esto es una cosa que dijo en la campaña presidencial, que si era elegido iba a poner fin a las guerras iban a terminar y la que le queda es la de Ucrania. Al ver que es complicado está optando por la solución más fácil, que es ceder las pretensiones de Putin y no complicarse la vida. Ucrania no le interesa y si le interesó en algún momento fue por las tierras raras hasta que se enteró de que una parte importante de esos recursos está en la zona ocupada por Rusia.

—Teniendo en cuenta lo anterior, ¿Ucrania todavía cuenta con alguna herramienta de negociación?
Ucrania no cuenta con ningún margen de negociación frente a Estados Unidos. Hubo algunos momentos en los que parecía que sí lo tenía, como en su encuentro en el Vaticano durante el funeral del papa Francisco, donde parecía que había otra actitud. Sin embargo, en el resto de las ocasiones en las que se han reunido Trump y Zelensky las negociaciones han sido muy rudas con la postura ucraniana.
La única baza de Ucrania es el apoyo de los europeos, que en cada una de estas reuniones salieron a intentar rescatar lo que se pudiera. Reino Unido, Francia, Alemania y otros países como Polonia y Finlandia son el sustento de Ucrania. ¿Por cuánto se podrá mantenerse eso? No lo sabemos.
«El asunto no es una Ucrania debilitada, sino que se le da a Putin la convicción de que con paciencia y aguantando, conseguirá lo que quiere»
—El acuerdo planteado por Estados Unidos propone una Ucrania sustancialmente limitada en efectivos y capacidad militar. ¿Cuán riesgoso es esto para la Unión Europea?
Lo peligroso para Europa no es tanto que Ucrania termine de mala manera, sino que esto le diría a Putin que realmente puede conseguir sus metas. No sabemos cuál puede ser ese próximo objetivo, pero los estados bálticos son los que más temor tienen y señalan siempre que los siguientes son ellos.
El asunto no es una Ucrania debilitada, sino que se le da a Putin la convicción de que con paciencia y aguantando, conseguirá lo que quiere.
—La propuesta estadounidense también contempla una pérdida territorial considerable para los ucranianos. ¿En esas condiciones el acuerdo pone en riesgo crítico la existencia de Ucrania?
El problema es que no conocemos el acuerdo en detalle y el texto exactamente y dependemos de quienes dicen tener más información al respecto, pero si es como nos lo están contando tendríamos un territorio ucraniano reducido con unas garantías de seguridad teóricas que tampoco se sabe exactamente cuáles son. En principio, la idea es que se mantenga un estado de ucraniano debilitado, con muchas pérdidas y un impedimento en la posibilidad de unirse a la OTAN, pero no está previsto que desaparezca.
Eso dependerá de que no sea como el Tratado de Versalles (1919), que terminó llevando a otra guerra. (Un acuerdo de este tipo) es una capitulación ante Putin y todo quedará supeditado a su voluntad y la de Trump. En realidad, no asegura nada y si las garantías son las que han trascendido, se trata de una mención genérica y ese es un problema.
Puntos principales
de la propuesta de EE. UU.
- Crimea, Lugansk y Donetsk serán reconocidos de facto como territorio ruso.
- Jersón y Zaporiyia quedarán congelados en la línea de contacto, lo que se considerará un reconocimiento de facto de esa franja como frontera.
- Las Fuerzas Armadas de Ucrania no podrán superar los 600.000 efectivos.
- Ucrania no podrá unirse a la OTAN, que deberá incluir esa prohibición en sus estatutos.
- Rusia se reintegrará al sistema económico internacional.
- Estados Unidos otorgará un paquete de ayuda a Ucrania para su reconstrucción
- Se descongelarán 100.000 millones de dólares en activos rusos














