
Actualmente, el trayecto entre ambos distritos demanda una hora de viaje. De acuerdo con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), que desarrolla el proyecto de la nueva Carretera Central a través de Provías Nacional, el túnel de Pariachi redeuciría este tiempo a solo diez minutos, mejorando así la conectividad del tránsito en Lima.
Arturo Salazar, gerente adjunto del proyecto Nueva Carretera Central de PMO Vías —Oficina de Gestión de Proyectos de Provías producto de un acuerdo gobierno a gobierno entre Perú y Francia— declaró a El Comercio que el túnel y el conjunto de obras de la nueva vía iniciarían a construirse en el 2026 y estarían operativos en el 2031.
Cabe resaltar que PMO Vías presta asistencia técnica a Provías Nacional para la construcción de la Nueva Carretera Central.
Al detalle: el nuevo túnel de Ate a Cieneguilla
Salazar explicó que la ejecución del proyecto del túnel Ate-Cieneguilla requiere de una selección internacional de constructores. “De este proceso obtendremos una lista corta, la cual será entregada a Provías Nacional para la adjudicación de las obras”, agregó.

La obra tendrá dos túneles paralelos, uno para cada sentido de circulación, ubicados a 300 metros de profundidad. Además, cada uno tendrá dos carriles. “La longitud de cada tubo será de 6 km. aproximadamente, es decir 12 km. de perforación de la montaña. Es el túnel más grande del proyecto de la Nueva Carretera Central y uno de los siete túneles con más de un kilómetro de longitud de este megaproyecto”, explicó Salazar.
Las características del nuevo túnel
Asimismo, el gerente destacó que ambos túneles contarán con altos niveles de tecnología y seguridad.
“En su concepción y diseño se están empleando normativas y estándares nacionales e internacionales para garantizar que sea un túnel seguro. Contará con los mejores sistemas tecnológicos y de seguridad disponibles: sistemas de ventilación y de iluminación; sistemas contra incendios, con extintores, hidrantes y bocas de incendio equipadas; veintiocho galerías para la evacuación en caso de emergencias; sistemas de drenaje; sistema de videovigilancia conectado a un centro de control; entre otras innovaciones”, detalló.
El sistema de ventilación permitirá mantener los niveles de contaminación debajo de los límites normativos y evacuar cualquier humo producto de un incendio, limitando así la posible afectación al resto de usuarios del túnel. “El sistema se complementa con detectores de Monóxido de Carbono, óxidos de nitrógeno, opacímetros y anemómetros interiores, que ayudan a controlar y regular el sistema de ventilación”, precisó Salazar.

Así también, el túnel contará con galerías de emergencia vehiculares cada 800 metros y galerías de emergencia peatonales cada 200 metros; ambos tipos de galerías conectarán los dos tubos. “En el primer caso, permitirán el paso de vehículos emergencia y peatones, y en el segundo, únicamente peatones. Serán en total veintiocho galerías de emergencia a lo largo de todo el túnel”, manifestó Salazar.
En esa línea, el gerente aseguró que los dos tubos separados eliminarán las colisiones frontales entre dos vehículos.
Para evitar la afectación de predios urbanos, el MTC señaló que el túnel subterráneo atravesará una extensión de terreno despoblado. “Como parte de los estudios previos, especialistas del Ministerio de Cultura realizan las inspecciones de rigor y otorgan los permisos respectivos”, informaron.
“Será un reto equipar el túnel con los elementos de seguridad necesarios”: el túnel bajo el análisis de un experto
José Aguilar, expresidente del Consejo Directivo de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), destacó que el túnel de Pariachi reducirá los tiempos de viaje entre Ate y Cieneguilla. “La obra permitirá una rápida comunicación entre las dos partes de la ciudad y así muchas áreas vecinas se beneficiarán de esa infraestructura”, declaró a El Comercio.
Por otro lado, mencionó que será un reto equipar el túnel con los elementos de seguridad necesarios. En ese sentido, considera importante que los intercambios viales permitan no solo conectar la vía nueva con las existentes, sino prever que no se generen cuellos de botella cuando se conecten las infraestructuras. “Sin una adecuada planificación, podría existir riesgo de autos colectivos que ofrezcan sus servicios para llevar las personas de un punto a otro”, agregó.
Adicionalmente, debido a su ubicación subterránea, indicó que debe garantizarse la conexión 4G o 5G de los dispositivos de los ciudadanos para que se comuniquen ante cualquier emergencia y puedan utilizar aplicaciones de tráfico y navegación, como Google Maps o Waze.
La megaobra de la nueva Carretera Central
La nueva Carretera Central demandará una inversión superior a los 24.000 millones de soles y será la primera autopista de montaña del Perú. Esta moderna vía irá desde Ate hasta La Oroya, ciudad en la región Junín que será el punto de convergencia con las carreteras que llegan a otras regiones de la Macro Región Centro Amazónica: Huánuco, Huancavelica, Pasco y Ucayali.
Según PMO Vías, La Oroya es el punto de convergencia de todos los tráficos de productos comerciales entre distintas regiones del país: 38% desde Huánuco, 25% desde Pucallpa, 27% desde Huancavelica y 10% desde Yauli.

Por su parte, el MTC destaca que la infraestructura reducirá el tiempo de viaje entre Lima y Junín a dos horas y media; actualmente, el recorrido demanda más de seis horas.
El proyecto de la nueva Carretera Central plantea que la vía de 185 km. cuente con cuatro carriles, dos por sentido, con un separador central. Además de los 36 km. de túneles, tendrá 19 km. de viaductos y muros de contención.
Aproximadamente 12 mil vehículos circularán a diario por la nueva carretera una vez que esté culminada. Al respecto, el MTC declaró a este Diario el año pasado que, para el 2051, el tráfico se duplicará con impactos importantes en la productividad del país y de las regiones.