“Tenemos un grupo de tramposos que lo único que hacen es pensar en cómo pueden hacer trampa. Compito contra una máquina corrupta llamada Partido Demócrata… Son corruptos; dirán que quieren 12 días para saber quién ganó. Deberían meterlos presos. Sus encuestas también son corruptas”, sostuvo Trump en Pensilvania.
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Trump ya alimentó las teorías de fraude electoral cuando fue derrotado en el 2020 por el demócrata Joe Biden y nunca reconoció la victoria de su rival.
Incluso se declaró ganador desde la Casa Blanca y puso en marcha una maquinaria legal y política para revertir su derrota, especialmente en estados clave como Georgia. Toda esa campaña desembocó en el asalto al Capitolio el 6 de enero del 2021 por parte de sus seguidores.
Ahora, Kamala Harris y Donald Trump siguen técnicamente empatados en la intención de voto popular.
Al 4 de noviembre, la actualización del promedio de encuestas que hace FiveThirtyEight muestra que la demócrata supera al republicano por la mínima diferencia de 0,9 puntos porcentuales, con un 47,9% de la preferencia, frente a un 47,0%.
En tanto, la carrera en los siete estados claves sigue pareja, según la encuesta del New York Times/Siena College:
- Arizona: Trump +4
- Georgia: Harris +1
- Michigan: Trump +1
- Nevada: Harris +3
- Carolina del Norte: Harris +3
- Pensilvania: Empatados
- Wisconsin: Harris +3
Con este panorama, es difícil que el mismo día martes se tenga un ganador, es decir, a un candidato que alcance la cifra mágica de los 270 votos del Colegio Electoral. Esa situación proyecta varios días se incertidumbre en Estados Unidos.
“No va a reconocer su derrota si pierde”
Trump ha dicho a sus seguidores que la única manera en que puede perder es si los demócratas hacen trampa.
En setiembre, en un mitin en Michigan, Trump dijo: “Si pierdo, les diré una cosa, es posible porque hacen trampa. Esa es la única manera en que vamos a perder: porque hacen trampa”.
Además, más de una vez se ha negado a decir si aceptará los resultados independientemente de si gana o pierde.
El analista internacional Francisco Belaunde Matossian considera que si pierde, Trump sí va a invocar fraude electoral y no aceptará su derrota.
“Estoy seguro de que lo va a hacer. Ya lo hizo en 2020 y ahora ha dado declaraciones en ese sentido, sus partidarios también lo mencionan, el propio Elon Musk en sus redes siempre ha insinuado que puede haber fraude, lanzando dudas sobre la elección. Entonces sí, de todas maneras él y sus partidarios lo harán, sobre todo viendo que los resultados están tan apretados”, dijo Belaunde a El Comercio.
“Lo más probable es que vayan a cuestionar el resultado y se pueda producir una situación de incertidumbre y hasta de violencia en Estados Unidos. Ese es el riesgo cuando se mantiene ese tipo de discurso”, insistió Belaunde.
“Hay que precisar que Trump ha inaugurado este discurso de la derecha radical de cuestionar de manera anticipada los resultados de las elecciones, ya pasó en varios países de la región, como si no quisieran admitir que pueden perder por el voto popular, esa es una tendencia muy preocupante”, sostuvo el analista.
Las maniobras de Trump
De acuerdo con la agencia AP, Trump, su equipo de campaña y Comité Nacional Republicano han implementado una sofisticada operación de “integridad electoral”, que ya ha presentado más de 130 demandas y ha inscrito a más de 230.000 voluntarios entrenados para desplegarse como observadores y trabajadores electorales en todo el país el 5 de noviembre.
Además, una reciente investigación de CNN reveló que algunos de los mismos activistas que trataron de anular la victoria de Biden en el 2020 están ahora construyendo un plan para socavar los resultados si Trump no alcanza los 270 votos del Colegio Electoral.
Los republicanos también están empujando el discurso de que se está permitiendo el voto de no ciudadanos estadounidenses. El mismo Trump ha afirmado, sin pruebas, que los demócratas han permitido que millones de migrantes ingresen de manera ilegal al país para que puedan inscribirse en el registro de votantes.
“Trabajan horas extras tratando de inscribir a personas, ilegalmente, para votar en la elección”, afirmó Trump en setiembre en una entrevista con Newsmax. “Trabajan horas extras para inscribir y registrar a personas, muchas de las mismas personas que ves cruzar la frontera. Lo cual es probablemente su idea original pues, ¿por qué más querrían destruir nuestro país?”.
Siguiendo este libreto, la semana pasada, el gobernador de Virginia, el republicano Glenn Youngkin, impulsó una iniciativa para eliminar de las listas de votantes a 1.600 sospechosos de no ser ciudadanos, a pesar de la preocupación de que la medida privara del derecho de voto a algunos ciudadanos estadounidenses. La Corte Suprema lo permitió.
Sin embargo, como explica AP, el proceso para que los inmigrantes recién llegados se conviertan en ciudadanos toma varios años, y solo los ciudadanos pueden votar legalmente en las elecciones de Estados Unidos. Agregó que los casos aislados de no ciudadanos que son sorprendidos intentando votar generalmente ocurren por error y no por una conspiración.
Trump ha dicho que la campaña de los demócratas para asegurar los votos de los estadounidenses que viven en el extranjero es en realidad una estrategia para el fraude. Sin embargo, él también ha hecho campaña para instar a los estadounidenses en el extranjero a que voten, prometiendo poner fin a la llamada “doble tributación” para las personas que a menudo pagan impuestos tanto en el país donde residen como al gobierno de Estados Unidos, informó AP.
El magnate y su equipo también están cuestionando el voto por correo en el estado clave de Pensilvania.
Sobre dicho estado, Trump ha manifestado en redes sociales que el condado de York había “recibido MILES de Formularios de Registro de Votantes y Solicitudes de Boletas por Correo POTENCIALMENTE FRAUDULENTOS de un grupo de terceros”. También señaló que el condado de Lancaster había sido “sorprendido con 2.600 Boletas y Formularios Falsos, todos escritos por la misma persona. ‘Cosas’ realmente malas”.
“Ya han comenzado a hacer trampa en Lancaster. Han hecho trampa. Los atrapamos con 2.600 votos. No, los sorprendimos. 2.600 votos. Piensen en esto, piensen en esto. Y cada voto fue escrito por la misma persona”, repitió la semana pasada en un mitin en Allentown.
Sin embargo, AP aclaró que en en Lancaster, la fiscal de distrito del condado, Heather Adams, una republicana, ha dicho que los trabajadores electorales expresaron preocupaciones sobre dos conjuntos de solicitudes de registro de votantes debido a lo que describió como numerosas similitudes. Actualmente, las autoridades examinan 2.500 formularios de registro de votantes, no “votos”. Tampoco fueron escritos por la misma persona.
CNN precisó que en Estados Unidos, negarse a aceptar el resultado de las elecciones no ha sido una situación exclusiva de los republicanos y mencionó casos relacionados con demócratas candidatos a gobernador. Pero enfatizó en que lo nuevo es que un candidato presidencial importante critique de antemano la imparcialidad y legalidad de las elecciones y advierta que solo aceptará los resultados basados en sus evaluaciones particulares y parcializadas, y que solo una victoria suya sería la demostración de que todo el proceso fue limpio.