La primera página web de la historia, creada por el científico británico Tim Berners-Lee, sigue en línea a pesar de que ya pasaron más de tres décadas desde de su lanzamiento en los laboratorios del CERN, en Ginebra. Su función inicial era muy distinta a la de los sitios web de hoy en día.
Aún activa, la página ofrece un vistazo único al momento en que nació la World Wide Web (WWW). ¿Su objetivo? Ser una herramienta reservada para la investigación científica.
MIRA: Dr. Disrespect en caída libre: ¿quién es el polémico streamer y por qué ahora está en problemas?
Según narran en el portal Genbeta, Berners-Lee diseñó esta primera página web para facilitar el acceso a documentos y al sistema de enlaces que conecta información a nivel global. Aunque su diseño era muy sencillo —sin colores, imágenes ni publicidad—, sentó las bases de la arquitectura web al permitir a los usuarios navegar entre documentos usando enlaces, o ‘hipertexto’.
En sus primeros días, este proyecto funcionaba en la computadora personal de Berners-Lee, una máquina NeXT, que tenía pegada una advertencia muy clara: “Esta máquina es un servidor. NO APAGAR”.
La página original, en su fondo monocromático, incluía instrucciones para navegar por la incipiente red y hasta enseñaba a crear servidores propios. Su encabezado, “World Wide Web,” explicaba la misión de la web: ofrecer “acceso universal a un gran universo de documentos”. Y si bien fue creada en 1990, no fue hasta 1993 que el CERN la hizo pública.
Este histórico sitio no solo es un hito técnico; también es parte de nuestra historia cultural. En 2022, la Fundación Telefónica lanzó una campaña mundial bajo el nombre #ElSitio1155 para solicitar a la UNESCO que reconociera la primera página web como Patrimonio de la Humanidad, teniendo en cuenta la importancia del proyecto para el posterior desarrollo de Internet, la comunicación y la información moderna.
La web se encuentra hoy en día accesible en la URL http://info.cern.ch.