
Las tragedias ocurridas en el Real Plaza de Trujillo y en el puente de Chancay han dejado no solo familias incompletas por la muerte de algunos de sus integrantes, sino también personas que viven con la angustia de no saber qué pasó con sus familiares.
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Un ejemplo de ello es la historia de la desaparición de la profesora de educación inicial Patricia Liberto Salcedo. Ella era una de las personas que viajaban en el bus de la empresa Cruz del Norte que cayó al río Chancay, el pasado 14 de febrero, tras el desplome del puente Chancay, a la altura del kilómetro 75 de la Panamericana Norte. La mujer se encontraba junto a su hermana Ana María en el segundo piso del bus.
Los testigos señalan que ella fue evacuada con vida y fue puesta a buen recaudo tras el accidente, sin embargo, desde ese momento su paradero es desconocido y sus familiares no se cansan de buscarla.
La búsqueda de Patricia Liberto Salcedo
Marco Liberto, hermano de Patricia, contó a El Comercio que la búsqueda de su familiar se ha centrado en las localidades de Huaral, Chancay y Aucallama, pues es hasta donde podría llegado ella en su estado tras el accidente, ya que sería complicado que transite por el Serpentín o la Variante del Pasamayo.
Liberto Salcedo remarcó que existe la posibilidad de que su hermana se encuentre sepultada entre los escombros del puente Chancay, pero que no han podido intensificar la búsqueda debido a que las autoridades aún no autorizan el levantamiento de las estructuras del puente colapsado, por lo que pidió al Ministerio Público acelerar las investigaciones.
Indicó que un grupo de bomberos navales efectuó hace unas semanas la búsqueda en el cauce del río Chancay, pero sin resultados. Se espera que el caudal del río descienda más para reiniciar las labores, pero consideró difícil que se encuentre algo, ya que la corriente la hubiera llevado al mar, que está ubicado a menos de un kilómetro de donde ocurrió el accidente.
Marco Liberto indicó que, junto a la Dirección General de Capitanías y Guardacostas, la Policía Nacional y el Instituto de Defensa Civil, han recorrido las playas de Chancay durante las primeras dos semanas para ver si hay algún cuerpo.
Además, detalló que las labores de búsqueda han incluido visitas constantes a Huaral, al puente Chancay y la morgue de la ciudad, así como los hospitales de Huaral, Chancay, Chimbote, Casma, Huarmey, Puente Piedra, Collique, entre otros.
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Un hecho que mantiene a los familiares con la esperanza de que Patricia se encuentre a salvo es que su hermana Ana María, quien resultó con la pierna rota tras el accidente, vio que la profesora de educación inicial fue rescatada con vida y que salió por la parte trasera del bus. Intuyen que ella podría haber perdido el conocimiento al golpearse la cabeza durante la caída de la unidad.
Esposo de Patricia mantiene la fe de hallarla viva
Isaac Trujillo, esposo de Patricia Liberto Salcedo, considera que ella se encuentra viva y que estaría siendo retenida por alguien que la trasladó a Lima. Remarcó que ha recibido informaciones de que han visto a su pareja en diferentes puntos de Lima y Huaral.
“Yo pienso que alguien la tiene retenida. Pareciera que estuviera en Lima. Dicen que la han visto por Huaral, pero yo no creo. De repente alguien, amablemente, la habrá llevado en dirección de su casa y, al final, la tendría retenida”, manifestó.
Insistió en el pedido de que las autoridades ordenen el levantamiento de las estructuras del puente Chancay y así terminar de realizar la búsqueda en el cauce del río Chancay.
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Además, contó que el último miércoles hallaron un cuerpo en Huaral, pero se encontraba en estado de descomposición y que no podía ser identificado con facilidad, por lo que fue llevado a la morgue. Sin embargo, luego se certificó que era de un hombre y que presentaba tatuajes en varias partes del cuerpo.
El caso de la enfermera desaparecida en Trujillo
Nayeli Danicsa Davalos Ticlio, de 22 años, fue una de las enfermeras que atendió a los heridos tras el colapso del techo del patio de comida del centro comercial Real Plaza de Trujillo, en La Libertad. Sin embargo, días después, ella desapareció tras salir de su casa, ubicada en el distrito de La Esperanza, el pasado 23 de febrero, para acudir a una entrevista de trabajo. Supuestamente, ella iba a ser recogida en el óvalo Mochica para ser llevada al Valle Chimú, en la localidad de Cascas.
Un familiar contó a El Comercio que Nayeli había terminado en diciembre pasado el internado de enfermería y que había enviado su currículo vitae a distintas empresas, pues deseaba trabajar para mantener a su hijo de dos años.
Raquel Ticlio, madre de Nayeli, señaló a El Comercio que la última vez que pudieron comunicarse con su hija fue cuando ella se encontraba en el óvalo Mochica, desde donde iba a abordar un vehículo con dirección a Valle Chimú. Por ello, pidió a la Policía recoger y analizar las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona para determinar si subió o no a alguna unidad.
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Denunció que las investigaciones de la desaparición de su hija no avanzan y consideró que las autoridades de Trujillo se han olvidado del caso. Recordó que la Policía solo llegó a su casa, recogió los testimonios de los familiares y revisó la laptop de Nayeli, pero no se encontró información relevante.
Raquel Ticlio contó que su hija era reservada en el tema de sus relaciones amorosas, pero sí pudo conocer que ella inició un romance con un joven hace dos meses en la localidad de Huamachuco, donde ella realizó su internado de enfermería.
El rastro del celular perdido de Nayeli
El periodista Iván Morales Díaz contó a El Comercio que una pieza clave que podría ayudar a esclarecer el caso es el destino final del celular de Nayeli Dávalos. De acuerdo con fuentes policiales a las que tuvo acceso, el teléfono móvil de la enfermera fue ubicado, a más de una semana de su desaparición, en el mercado informal conocido como ‘Tacorita’, donde venden objetos robados o de segundo uso.
Además, contó que la Policía pudo establecer que fue una mujer la que compró dicho equipo, pero que, según la versión de ella, lo arrojó al río al saber que el celular estaba involucrado en la desaparición de una persona.
Morales señaló que la familia de la enfermera descartó que se trate de un secuestro, ya que no se ha pedido un pago de dinero por algún rescate, por lo que, según indicó, se maneja la hipótesis de que trate de un caso de trata de personas o de un caso pasional.
El periodista trujillano hizo hincapié en que llama la atención en que la Policía no investigue a la nueva pareja de Nayeli ni siga el rastro del celular perdido de la joven.