Sábado, Mayo 4

A veces pensamos que el término ‘loncheras saludables’ está relacionado solo a los alimentos y bebidas que deben llevar los niños a la escuela. Sí, es cierto, y cada vez se educa mejor en relación a lo que deben o no comer, sobre todo aquellos alimentos procesados y altos en azúcar, grasas saturadas, sodio y carbohidratos refinados, los cuales no proporcionan ningún beneficio nutricional positivo. Es más, ocasionan una dependencia orgánica que genera placer momentáneo y, con el pasar de los minutos u horas, cambios en el comportamiento, como la hiperactividad, la alteración del patrón del sueño y respuestas negativas, como la irritabilidad.

Lo mismo sucede en el caso de los adultos, quienes incorporan loncheras rápidas y/o inadecuadas a su rutina diaria. Asimismo, muchos suelen satisfacer su ‘apetito’ con opciones en la calle, las cuales no suelen ser tan saludables.

De seguro, muchos de los lectores que nos siguen están pasando por momentos delicados a nivel de salud, como buscar controlar los niveles de azúcar/glucosa en la sangre, revertir una esteatosis hepática, reducir peso corporal por un diagnóstico de obesidad, mejorar los patrones del sueño inestables, controlar la presión arterial, recuperarse de una lesión del aparato locomotor o buscar ganar masa muscular después de los 50 años, cuando los temas hormonales cambian abruptamente para el ser humano. Estos problemas, los cuales pueden poner en jaque nuestro bienestar, tienen un orden y disciplina sumamente importante en la elaboración de nuestros alimentos.

Por ello, es fundamental contar con un plan nutricional a la mano, el cual debe ser elaborado por un médico, un nutricionista y/o un coach. Asimismo, se pueden tomar ideas de ciertos libros de autoayuda alimenticia. Esa información será de mucho apoyo al momento de hacer las compras. Además, al acudir a algún restaurante, el paciente debe tener en cuenta que es un hecho que se van a filtrar condimentos, como sal y grasas, por la manipulación de la comida, por lo que es mejor contar con los elementos necesarios para elaborar y organizar nuestras comidas en casa.

Dentro del plan del día, dependiendo de dónde trabajamos o estudiamos, tenemos que tomarnos el tiempo necesario para poder sentarnos a comer con calma, lentamente. De este modo, la digestión será positiva. El éxito del plan está en que estas loncheras se mantengan ordenanzas y se cumplan durante semanas y meses. Así, una persona obesa puede bajar de 15 a 20 kilos y, de la misma manera, alguien con problemas metabólicos puede equilibrar su glucosa y su presión arterial: ¡Buenos resultados para todos!

Una recomendación es hacer las compras con anticipación.

Tips de organización

  1. Ir de compras con anticipacion. El fin de semana es ideal.
  2. Tener a la mano un plan nutricional elaborado por un profesional.
  3. Levantarse 15 a 30 minutos más temprano para poder armarlas.
  4. Si son loncheras frías a base de vegetales, frutas o proteínas, como el pescado, el atún o el huevo, podríamos prepararlas mas rápido.
  5. Si la receta es un plato con alimentos blandos o licuados, como un puré, la deglución es mas rápida, por lo que el tiempo para terminar nuestro almuerzo también lo será.
  6. Los batidos proteicos son una opción también.
  7. Si optas por comidas calientes, es importante tomar las medidas necesarias para que lleguen al almuerzo o cena con una buena temperatura. De esta manera, los niños no regresarán el taper lleno.
  8. Variar las recetas cada dos a tres semanas, aunque muchas personas se complican zero y pueden repetir los mismos almuerzos o cenas.
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