Ante este escenario de crisis migratoria en Tacna, se llevó a cabo una reunión en la que participaron el canciller Hugo de Zela, representantes de la PCM, viceministros de los sectores Defensa e Interior y altos mando de la PNP para coordinar las medidas a disponer.
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Asimismo, en horas la tarde, el presidente José Jerí anunció la convocatoria a una sesión extraordinaria de Consejo de Ministros con el fin de declarar el estado de emergencia en la frontera con Chile ante el “riesgo de ingreso de migrantes sin autorización y que podría amenazar la seguridad ciudadana del país”.
“Nuestras fronteras se respetan. De igual forma Migraciones y PNP intensificarán controles de identidad para tranquilidad de nuestro compatriotas”, publicó en su cuenta de X.
Minutos después, el jefe de Estado anunció mediante su red social que antes de la medianoche estaría aprobado, publicado y vigente el estado de emergencia en Tacna. Agregó que esta será la primera de todas las fronteras del país en ser declarada en emergencia por motivos de migración irregular y seguridad ciudadana.
La situación en la frontera
Tras la visita de Kast a la propia línea fronteriza días atrás y su declaración pública ocasionaron un efecto inmediato en la población extranjera del vecino país, sobre todo venezolanos. Muchos comenzaron a salir de Chile y buscaron atravesar la frontera hacia otros destinos, como el Perú. “Estoy esperando para ver si me dejan pasar porque yo solo voy de pasada, porque yo soy de Ecuador”, manifestó una mujer que aguarda la apertura del control fronterizo, quien como muchas otras personas busca regularizar su situación antes de abandonar el territorio chileno.
Al cierre de esta nota, el escenario en la frontera es de personas esperando por horas a ser atendidas por Migraciones de Tacna. La mayoría son mujeres, niños y familias que buscan cruzar hacia Perú y continuar el viaje a sus países de origen. Asimismo, los migrantes denunciaron la falta de condiciones mínimas y la desesperación por la falta de acceso a servicios básicos.

“Hay personas desde anoche, llorando, muertos de hambre, aquí toda la noche esperando”, relató una extranjera gestante. “Nosotros lo que queremos es regresar a nuestro país. No nos vamos a quedar en Perú”, expresó otra persona.
Por otro lado, la mañana de este viernes se produjo un bloqueo temporal del paso fronterizo por parte de los propios migrantes. Un grupo bloqueó durante aproximadamente una hora tanto el ingreso como la salida entre ambos países. Como consecuencia, más de un centenar de vehículos quedaron varados del lado chileno y también en territorio peruano.
Los migrantes colocaron trozos de madera, equipaje, piedras y colchones a lo largo de la línea de frontera. La protesta fue interrumpida momentáneamente tras la llegada de carabineros de Chile, quienes negociaron con los extranjeros una tregua temporal para permitir el paso de los vehículos. Los manifestantes expresaron querer una respuesta clara de las autoridades peruanas a fin de que les permitan continuar su viaje.
Estado de emergencia y otras medidas
Ante el creciente flujo migratorio en la frontera sur, en Tacna, en el sector de la línea La Concordia y el complejo de Santa Rosa, el general Valverde, jefe policial en la región, confirmó el incremento del personal y de unidades vehiculares en la zona para custodiar el paso y ante el temor de un desborde migratorio.
Asimismo, el presidente peruano José Jerí anunció la inminente declaración de estado de emergencia en las zonas limítrofes, una medida que permitirá el despliegue adicional de las Fuerzas Armadas para apoyar en el control y la verificación de migrantes a lo largo de más de 100 kilómetros de frontera.
Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores, Hugo de Zela, dio una breve conferencia donde brindó unos detalles adicionales de las medidas que tomará el Gobierno peruano. Primero, dijo que se ha tomado contacto con las autoridades del gobierno chileno y se ha decidido conformar un comité binacional de cooperación migratoria, cuyas tareas deberán ser inauguradas el día lunes en la mañana.
“Hemos estado trabajando distintos sectores del gobierno para una reacción inmediata y proteger nuestras fronteras. Entendemos claramente la situación que esta teniendo nuestro país vecino, la hemos analizado, y por consiguiente, hemos tomado contacto con las autoridades de la cancillería chilena, porque consideramos que esto debe tratarse en cooperación entre ambos países“, declaró.
Por otro parte, De Zela dijo que la medida declarar un estado de emergencia en Tacna, no es una decisión aislada, pues responde a un anuncio hecho previamente por el presidente de declarar esta medida en todas las fronteras del país. De hacerlo primero en Tacna se debería a la coyuntura.
“El estado de emergencia en Tacna va a permitir de inmediato la presencia policial y militar en la zona de frontera. La política del gobierno es que no permitiremos la migración irregular. En eso hay una posición firme. No tenemos las condiciones ni las capacidades para recibir más migrantes, nuestras capacidades están ya colmadas y no estamos en condiciones de estar recibiendo a más”, expresó.
También mencionó que duranta la tarde del viernes el ministro del Interior estaría viajando a Tacna para supervisar las acciones en la frontera de manera directa. Agregó, además, que el Perú tomó contacto con el área de Naciones Unidas que se ocupa de temas migratorios y con la Organización Internacional de Migraciones. “El Perú es un país respetuoso del derecho humanitario y aplicando esas normas evaluaremos caso por caso cualquier situación que se presente», acotó.
Análisis de la situación en la frontera
La directora en CEDRO, investigadora en temas migratorios y fundadora de Veneactiva, Nancy Arellano, dijo a El Comercio que el problema que se ha presentado es estructuralmente migratorio, y no se trata de Chile vs. Perú. Aquí entra a talla el endurecimiento de políticas migratorias chilenas, su uso electoral (con promesas de expulsiones masivas) y la decisión peruana de cerrar el ingreso irregular, dejando a los migrantes atrapados en la línea de frontera.
“Hablar de ‘conflicto entre países’ sobredimensiona la dimensión diplomática y oculta la raíz: ausencia de coordinación regional y canales regulares de movilidad, tanto con países de convenios (Comunidad Andina, CAN) como con aquellos donde prima el principio de protección, calificando casos como desplazados forzados”, señaló.
En tanto, José Koechlin, sociólogo de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y experto en temas migratorios, criticó las declaraciones de José Antonio Kast, por ser un candidato que todavía no tiene funciones de gobierno, ni es ejecutivo ni es electo. “Podría calificarse de irresponsables estas expresiones. Si bien tiene posibilidades aparentemente de ganar, todavía no cumple ninguna función ejecutiva. Es un mensaje extremadamente securitista y estigmatizador“, señaló.
Agregó que si bien estas declaraciones pueden ser legítimas en el sentido de que intenta buscar la tranquilidad de su país, precisó que son excesivamente alarmistas e infunden miedo a una población estigmatizada, como la venezolana principalmente.
“Quizá el candidato está recogiendo el clamor y el malestar de la sociedad chilena, y lo capitaliza con declaraciones irresponsables para ganar votos y posteriormente la presidencia. Tal vez sea una estrategia política, porque estando en la presidencia no sé si llevaría a cabo esta política de expulsiones. Tienes que cumplir tratados internacionales, acuerdos, normas sobre el respeto de derechos humanos“, explicó.
Koechlin también sostuvo que académicos de la Universidad de Chile y organismos de derechos humanos en ese país ya han manifestado que se trata más bien de un populismo electoral.
Por su parte, el internacionalista Óscar Vidarte explicó que la situación en Chile para el migrante venezolano no es la más sencilla. Detalló que si bien el vecino país Chile tiene un desarrollo económico un poco superior al Perú, posee muchas más limitaciones para que un migrante irregular pueda desarrollarse.
“Por ejemplo, en el Perú el alto nivel de informalidad permite que el migrante irregular se inserte rápidamente en la economía y pueda satisfacer sus intereses. En Chile eso es más difícil porque tiene niveles de informalidad más pequeños. Entonces, Chile presenta limitaciones que de alguna manera impiden el desarrollo del migrante irregular, por eso en el pasado ya han habido situaciones parecidas a las que vemos hoy», detalló.
En ese sentido, si a esto le sumas la posibilidad de que en Chile llegue al poder una persona que tiene un discurso anti migrante, eso puede explicar que muchos migrantes irregulares, en este caso venezolanos en su mayoría, vean la salida del país como una opción.
“Todavía el número es muy pequeño, pero podría volverse un tema más difícil. Y creo que tenemos que estar preparados para hacer frente a eso. El escenario más complejo es que en las próximas días o semanas con la victoria de Kast veamos mucha mayor presencia de migrantes irregulares en la frontera queriendo salir hacia el norte, no sabemos si para quedarse en el Perú, regresarse a Venezuela o irse a Ecuador”, comentó.
¿Qué medidas se deben tomar?
Arellano indicó que las cancillerías y entidades migratorias deben articular excepciones para tránsitos seguros –con registro, toma biométrica y plan de travesía–, sin riesgos para la seguridad ni afectación al comercio binacional en Tacna-Arica. “Urge un plan de gobernanza coherente entre países para no tener cada tanto un episodio de este tipo”, añadió.
Por su parte, Koechlin expresó que sin duda el Perú debe reforzar la frontera porque no se puede permitir que gente indocumentada o con antecedentes ingrese al país, algo que ya ha ocurrido en el pasado, por ejemplo, al inicio de la ola migratoria venezolana. “El Perú debe resguardar su frontera, administrar virtuosamente la gestión de la frontera, de los pasos habilitados y quien tenga derecho y quien cumpla con las normas y las reglas deberá pasar, y quien no, deberá ser devuelto o en todo caso expulsado», sostuvo.
Por otro lado, Vidarte subrayó que no es tan simple decir que se va a cerrar la frontera y reforzar la seguridad, pues detrás de este escenario existe un tema humanitario. Este componente, afirmó, requiere que el Perú converse con Chile, con Ecuador y otros países de la región, para entre todos generar mecanismos de cooperación y hacer frente a este tema.
“No es tan simple decir ”es un problema de Chile“, porque el migrante irregular va a encontrar la forma de entrar al Perú, en fronteras tan porosas como la que tenemos, aunque declaren en emergencia la frontera sur“, resaltó.
No obstante, destacó que el cuidado de las fronteras siempre es importante, no solamente con militares, sino con toda presencia del Estado. «Eso no se puede cuestionar, es más bien una obligación de todo gobierno. Pero creo que la idea que está dando el nuestro es básicamente el de preservar la frontera para impedir que inmigrantes irregulares lleguen al país, nada más“, expresó.
Para Vidarte, el camino más fácil es declarar en emergencia y mandar militares a la frontera, sin embargo, lo que se necesita, agregó, son soluciones mucho más complejas para hacer frente a un problema para nada fácil.














