
Telefónica, la multinacional española de telecomunicaciones, acelera su estrategia de desinversión en América Latina. Un plan que, como indica El Economista (España), llevan analizando desde hace dos años buscando desinvertir en México, Argentina y también en Colombia, Ecuador, Uruguay, Venezuela, Chile y en el Perú, donde finalmente ha decidido solicitar un Procedimiento Concursal Ordinario (PCO) ante el Indecopi para reestructurar sus obligaciones financieras, como ha informado a través de un Hecho de Importancia en la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV)
Recordemos que desde el 2019, Telefónica anunció una reestructuración mayor de la compañía con el objetivo de concentrarse en cuatro mercados- España, Brasil, Reino Unido y Alemania (que aportaban 80% de sus ingresos)- y agrupar sus negocios en Latinoamérica (salvo Brasil), los cuales ya no aportaban tanto como antes.
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En una carta a los accionistas en aquel entonces, José María Álvarez- Pallete, entonces CEO de Telefónica, detalló el plan en el que al conformarse la nueva filial para Latinoamérica -Telefónica Hispanoamérica- la compañía anunciaba que buscaría nuevos inversionistas y sinergias con otros ‘players’ del mercado, así como no descartaba deshacerse de activos, como efectivamente ha venido haciendo.
”Nuestras operaciones en Hispanoamérica eran hasta hace unos años el motor de crecimiento de la compañía. Sin embargo, las condiciones particulares en estos mercados han impactado en la evolución de nuestros negocios, mermando su contribución en los últimos años por distintos motivos (entorno macro y regulatorio, mayor presión competitiva, una escala insuficiente o la volatilidad de las divisas)”, apuntó Álvarez-Pallete. Con ello, agregó que también se ponía en marcha la revisión del portafolio de activos en Hispanoamérica. La pandemia, la competencia y las condiciones de algunos mercados de la región sumaron a que Telefónica acelere sus planes, por lo que los rumores y negociaciones de venta han aparecido con mayor fuerza desde el año pasado.
De hecho, a mediados del año pasado, la ‘telco’ luxemburguesa Millicom (mayor accionista de Tigo) reveló que lanzó una oferta de compra por más de US$400 millones para quedarse con la filial colombiana de Telefónica, pero no solo eso, sino que irá por la totalidad de acciones de Tigo. En su web explicó que junto con Telefónica, firmaron un acuerdo no vinculante para explorar una posible fusión de Telefónica Colombia (Coltel) y TigoUne. Telefónica también lo informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Esta semana, además, en una entrevista con La República de Colombia, el presidente de Tigo, Carlos Blanco, confirmó que se mantenían las negociaciones para el acuerdo definitivo.
En México el desenlace también está cerca. El grupo español ha contratado al banco de inversión JPMorgan para vender su negocio azteca, de acuerdo al diario español Cinco Días. El objetivo de la compañía sería llevar a cabo la venta en su junta anual de accionistas, que suele darse en abril o mayo. En este mercado, el operador ya no cuenta con infraestructuras móviles y tiene cerca de 24 millones de abonados. La historia es similar para Argentina, donde está acelerando el proceso de venta de su filial. De acuerdo al diario mexicano Expansión, la española buscaría cerrar lo antes posible esta transacción y ya ha recibido el interés de cinco potenciales compradores. “América Móvil, la operadora de Carlos Slim y dueña de Claro en el Perú, y otros cuatro postores han firmado acuerdos de confidencialidad con la española, que también afronta desinversiones en Perú”, indicaron del medio mexicano en base a datos desde España.
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Y le llegó el turno de decidir qué pasará con la filial del Perú, que este año cumple 31 años en el país, donde viene reportando pérdidas, con casa matriz brindando préstamos y los rumores se hicieron más fuertes desde que a finales de enero trascendiera- en el medio español Voz Pópuli-que Telefónica estaba cerca de negociar la venta en los próximos meses. Según indicaron, se llevaron a cabo reuniones desde finales del año pasado para acelerar los planes de venta. Incluso, la directora financiera de Telefónica estuvo en la capital para avanzar con las negociaciones conversando con interesados en adquirirla.
Ante ello, la compañía dijo que “como parte de la evaluación de oportunidades inorgánicas que permanentemente hace de sus activos en la región latinoamericana, ha sostenido conversaciones con potenciales inversionistas, sin perjuicio de lo cual, en el caso de Perú, no han tenido mayor desarrollo ni relevancia en relación con la transferencia de sus acciones representativas del capital social de Telefónica del Perú S.A.A.”. Finalmente, la multinacional no pretende irse aún del mercado peruano, por lo cual ha solicitado un Procedimiento Concursal Ordinario (PCO) ante el Indecopi para reestructurar sus obligaciones financieras.

¿Cómo se encuentra Telefónica y cómo llegó al Perú?
Resistida por unos y querida por otros, Telefónica ha sido parte de la historia de las telecomunicaciones en el país. El 28 de febrero de 1994, la multinacional española ingresó al mercado peruano tras adjudicarse la subasta pública internacional de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel Perú) y la Compañía Peruana de Teléfonos (CPT), durante el primer gobierno de Alberto Fujimori. Telefónica Perú Holding S.A. pagó el precio ofrecido en la subasta, que representó una inversión total de US$ 2.002 millones y pasó a controlar el 35% de ambas compañías. El 31 de diciembre de 1994, CPT absorbió en un proceso de fusión a la Empresa Nacional de Telecomunicaciones S.A. y, en adecuación a la Ley General de Sociedades, el 9 de marzo de 1998 Telefónica del Perú adoptó la denominación de Telefónica del Perú S.A.A., la que conserva a la fecha.
En ese entonces, la historia era muy diferente. Solo tres de cada 100 peruanos tenían acceso a un teléfono y se tenía que esperar hasta nueve años para obtener una línea, cuyo precio era muy alto, como recuerda la compañía en un reporte compartido por su aniversario número 30, el año pasado. De acuerdo a datos de Grade, Telefónica alcanzó sus cifras de concesión en cobertura con 1′197.600 de líneas en el mercado de telefonía básica en 1998.

En 1996, rememora Telefónica, se dio un gran impulso a la telefonía móvil, triplicando la cantidad de líneas y con el paso de los años poco a poco las telecomunicaciones dejaron de ser un servicio exclusivo para convertirse en un servicio masivo y de mayores prestaciones. Ese mismo año se expandió el servicio de TV paga a provincias y lanzó la marca Cable Mágico con las primeras producciones propias. Hoy Movistar incluye en su oferta servicios de ‘streaming’ y televisión por fibra óptica.
En el 2000, Telefónica introdujo el servicio de Internet fijo con el nombre de Speedy, el mismo que fue cambiando conforme nuevas tecnologías se iban introduciendo. Se pasó de tener velocidades mínimas, de menos de 100KB, hasta disponer hoy en día de conexiones de alta velocidad de hasta 1GB. Además, desde el 2016, Telefónica inició el despliegue de redes de fibra óptica. Además, realizó iniciativas junto a Meta, BID Invest y CAF para reducir la brecha digital en los lugares más apartados. Así, en los últimos cinco años conectó a más de 3.5 millones de personas de 18 mil comunidades rurales. El año pasado, Telefónica indicó que cuenta con cerca de 13 millones de clientes en el país.
Si bien por muchos años no tuvo mucha competencia, durante su ‘prime’ sí que supo hacerle frente. E incluso pudo comprar a Bellsouth, la segunda empresa extranjera que entró al país y que allá por el inicio de los 2000 se convirtió en una importante competidora. Pero la principal era Telecom Italian Company (TIM), que tenía alrededor del 22% de ‘market share’. En el 2004, Bellsouth fue vendida por más de US$500 millones a Telefónica, que compró las filiales de Bellsouth en América Latina, incluyendo el Perú, donde logró obtener el 75% del mercado de telefonía en aquel entonces, pasando de 1,5 millones a 2,14 millones de clientes, de acuerdo a reportes de medios en esos años.

Apunte
¿Telefónica o Movistar?_ Fue en el 2011 el año en el que telefónica decidió unificar todos sus servicios bajo la marca Movistar, pero la compañía se mantiene como Telefónica. A partir del 2012 aparecen los famosos ‘dúos, y ‘tríos’, y en el 2013 ganó la licitación del espectro 4G por 20 años y en el 2014 lanzó el servicio de Internet móvil 4G.
El tiempo fue pasando y el ‘prime’ de la española pasó. En una conjunción de factores, podemos destacar que la competencia se hizo más ardua entre las ‘telco’, que además de Claro (América Móvil) , desde hace una década recibió a Entel y Bitel, que llegaron a avivar las aguas del sector. Y en el camino también las nuevas operadoras de Internet como Win, entre otras. Las contingencias tributarias de Telefónica con la Sunat también se convirtieron en un gran pasivo para la compañía, mientras se dilataban los tiempos entre discrepancias. Y, por supuesto, la pandemia no ayudó a mejorar el panorama, ya que vemos que la compañía arrastra una situación financiera afectada, incluso desde el 2017, fecha desde cuando la compañía presenta pérdidas contables, de acuerdo con los resultados financieros trimestre a trimestre.
De hecho, durante una entrevista con Elena Maestre, CEO de Telefónica del Perú durante el Día1 Summit, reconocía que “la competitividad, desde luego, nos ha afectado muchísimo, el entorno también, venimos de un periodo donde la inflación no nos ayudó y donde la pobreza sigue creciendo. Al final dependemos de personas que nos paguen por tener conectividad y eso nos ha afectado. El entorno regulatorio tampoco es el más fácil, porque las empresas de telecomunicaciones estamos fuertemente reguladas y a veces no es fácil en un entorno de alta competitividad”, apuntó.

En el 2023 reportó una caída de ventas de 9,8% en el país y hasta el tercer trimestre del año pasado arrastraba un desplome de 7,2%. Y a inicios de este mes, la junta general de accionistas de la filial de Telefónica en Perú ha aprobado una reducción del capital social de la sociedad de S/1.150 millones (unos 290,6 millones de euros al cambio actual) para “absorber” unas pérdidas de S/2.800 millones(casi 708 millones de euros) acumuladas en el actual ejercicio, según reportó la compañía en un comunicado. Además de la reducción de capital, las pérdidas acumuladas en 2024 también se cubrirán con una prima de emisión de S/2.019 millones.
Este panorama ha ido forzando Telefónica a contraer el tamaño de su operación en estos años mediante la venta de activos considerados no estratégicos, recortando personal o dejando negocios como PangeaCo, hoy en venta esperando fallo de Indecopi.
Y lo que ocurre en el plano financiero también repercute en el competitivo, ya que se observa una reducción de su ‘market share’ en el segmento móvil, donde reinaba, y en el segmento fijo. Como reconoce la empresa en sus cifras de ayuda memoria, hoy tienen el 27.5% en móviles (9.75 millones de accesos), siendo los segundos del mercado.

En el último reporte de resultados de Telefónica del Perú al tercer trimestres del 2024, la compañía registró ingresos por S/655 millones en el negocio de servicios fijos (voz, internet, TV paga y TI), una caída de 14.2% respecto a tercer trimestre del 2023. En ese mismo periodo, el negocio móvil decreció 6,1% frente al tercer trimestre del año pasado. ”Este resultado se genera por menores ingresos en el segmento pospago derivados de la intensificación de la portabilidad, así como a un menor volumen de recargas prepago”, indicaron en su reporte de resultados. Además, anotaron que si bien los ingresos totales disminuyeron frente al año previo, hubo un crecimiento en comparación al trimestre anterior por un avance en portabilidades pospago.
“A partir de un escenario de mercado más complejo y al entorno de escasa predictibilidad y seguridad jurídica, se ha registrado un ajuste por deterioro de activos lo que, sumado al resultado negativo de la operación, llevó a un resultado neto acumulado en los primeros nueve meses del año de una caída de S/2.534 millones. Para recomponer la situación patrimonial, el Directorio acordó la capitalización de préstamos otorgados por Telefónica Hispanoamérica por un monto de S/2.069 millones. Dichos préstamos son para que TDP pueda hacer frente, entre otras, a demandas y litigios con SUNAT”, remarcaron. En total, entre 2023 y 2024 Telefónica Hispanoamérica, matriz de TdP, ha inyectado un capital de casi US$ 1,000 millones para mantener la operación.
Debido a las pérdidas acumuladas en 2024, en diciembre del año pasado el Directorio de TdP aprobó la ejecución de acciones para sanear el patrimonio de la empresa, como Reducir el capital social (dinero y bienes que los accionistas han aportado y que se convierten en acciones) por S/1.038 millones para compensar pérdidas y mantener el equilibrio patrimonial. Esto debido a que el capital social es una parte del patrimonio y por lo tanto no puede ser mayor que éste. Telefónica Hispanoamérica, matriz de Telefónica del Perú, “la instó a buscar y evaluar otras opciones de financiamiento para alcanzar sus objetivos”.

En cuanto a sus discrepancias con Sunat, en junio la entidad recaudadora ejecutó un grupo de cartas fianzas por S/746 millones, correspondiente a litigios por el Impuesto a la Renta (IR) de los ejercicios 2000 y 2001. Para junio, Sunat tuvo un nuevo pago, en su larga dispuesta con la compañía, al ejecutar otra carta fianza por más de S/347 millones.
La Sunat ha dicho que, a pesar de las diversas acciones legales emprendidas por Telefónica del Perú para retrasar el pago de su deuda tributaria, la entidad ha conseguido que se cancele nuevamente una parte significativa de dicha deuda. Por su parte, Telefónica del Perú ha cuestionado la forma de proceder de la entidad. La disputa entre la Sunat y Telefónica del Perú ha sido larga, con múltiples litigios y recursos legales en el camino.
En base a información compartida por Telefónica, han contribuido con más de S/11.000 millones por concepto del impuesto a la renta, además de otras aportaciones entre diversos tributos y conceptos de pago de concesión, regalías y servidumbres desde 1994.
“TdP ha estado en una controversia con Sunat por el pago de impuesto a la renta de los ejercicios de 1998, 2000 y 2001. Esta controversia tiene más de 20 años. En abril del 2024 Telefónica dispuso el pago a SUNAT de hasta S/1.361 millones, vinculados a procesos de los ejercicios fiscales de 2000 y 2001. A la fecha se han ejecutado cartas fianzas vinculadas a esos años por una suma de S/1.106 millones, que corresponde a una parte de la controversia”, detallan. El monto total, asegura la compañía, aún se encuentra en definición debido a que existen discrepancias en el cálculo de los intereses moratorios.
La multinacional agrega que el inicio de un proceso de reestructuración no implica una liquidación o una quiebra y que han invertido más de S/30 mil millones desde su llegada hace más de 30 años.