La compañía SpaceX logró un hito al atrapar al vuelo la primera etapa del cohete Super Heavy utilizando su sistema de recuperación Mechazilla. La maniobra, realizada desde la base de operaciones en Boca Chica, Texas, representa un paso crucial para incrementar la reutilización de naves y la frecuencia de lanzamientos, un elemento clave para futuras misiones a Marte.
Durante el lanzamiento, el Super Heavy completó seis minutos de vuelo antes de iniciar su descenso y realizar un reencendido en los segundos finales. Este procedimiento permitió que los brazos del sistema Mechazilla capturaran con precisión el cohete en pleno aire. De esta manera, SpaceX evita el aterrizaje tradicional, lo que reduce costes y acelera los tiempos de reutilización.
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El director de vuelo de la misión destacó que, si el intento de captura hubiera presentado riesgos, el cohete habría cambiado su trayectoria hacia el Golfo de México para asegurar la operación. Además, la nave Starship, que completó su trayecto con un amerizaje en el océano Índico, es otro componente esencial para las ambiciones espaciales de SpaceX.
La implementación del sistema Mechazilla optimiza la capacidad de lanzamiento, eliminando la necesidad de patas de aterrizaje, lo que reduce peso y maximiza la carga útil. “Cada elemento ha sido diseñado para reutilizarse en el menor tiempo posible”, señalaron desde la compañía, subrayando que esta innovación busca impulsar la vida interplanetaria.
Este avance tecnológico es también un paso relevante para los programas Artemis de la NASA, que se apoyarán en la Starship para futuras misiones lunares. SpaceX anticipa que la capacidad de carga del sistema reutilizable puede alcanzar entre 100 y 150 toneladas, una cifra que resulta fundamental para las misiones más ambiciosas, como el envío de humanos a Marte.
La compañía ya proyecta que el sistema Mechazilla no solo atrapará la primera etapa del Super Heavy, sino también a la propia nave Starship en futuros lanzamientos. Esta infraestructura permitirá unir ambas partes de forma eficiente para acelerar las misiones de larga duración.
El cohete Super Heavy, que mide 71 metros y funciona con 33 motores Raptor alimentados por metano y oxígeno líquidos, proporcionó la primera etapa del impulso. Por su parte, la nave Starship, de 50 metros, dispone de seis motores Raptor adicionales para completar las fases finales del vuelo y asegurar un aterrizaje suave.
El éxito de esta operación es clave para SpaceX, pues las misiones hacia Marte requieren una alta frecuencia de lanzamientos debido a las ventanas limitadas hacia el planeta rojo. Con este hito, la compañía busca consolidarse como líder en la carrera espacial y llevar a la humanidad un paso más cerca de la vida interplanetaria.