viernes, diciembre 12

Santa Claus confundió la Navidad con Halloween. O al menos así parece en la película de Mike P. Nelson, su relectura del clásico “Noche de paz, noche mortal” de 1984. Al igual que en la primera película de la saga “Silent Night, Deadly Night”, la versión actual “Noche de paz, noche de horror” (2025) marca sus minutos iniciales con la recordada escena en una residencia de ancianos. Allí, en el claroscuro de un dormitorio, agoniza el abuelo de Billy Chapman, el protagonista.

Es la noche de Navidad y el niño ve morir a su abuelo en medio del silencio. De regreso a casa, su espíritu navideño se quiebra cuando un asesino arremete contra sus padres. De un momento a otro, Billy recibe una maldición que se extiende hasta la adultez. El actor canadiense Rohan Campbell, convertido en esa versión adulta, manifiesta el trauma del personaje, quien escucha voces en su cabeza, esos gritos distorsionados de la consciencia de un Donnie Darko o la maldad de un Venom en la mente de Eddie Brock.

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“Mi película tiene el ADN de la original de los años 80. Me impresionó tanto que, en la mía, quise contar la historia desde mi perspectiva de lo más importante. Empiezo de forma similar, pero, luego, la trayectoria de Billy toma un rumbo diferente”, comenta el director en una llamada virtual desde su hogar en Estados Unidos. Su filme se centra en esa motivación del protagonista de ser un buen hombre, y así, modifica el historial de abuso sexual que movía al personaje original del clásico.

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P. Nelson no es un nombre de cartel luminoso, pero orbitó lo suficiente en Hollywood como para trabajar en esta película con Bloody Disgusting, estudio de presupuesto independiente detrás de la saga “Terrifier”. Para este filme slasher —comúnmente llamado así al subgénero de terror que pone un arma en la mano del protagonista—, el director seleccionó a Campbell en el rol principal. Le había pedido algo casi imposible: ser tímido y encantador, con doble moral, pero aterrador.

“Cuando la Navidad está cerca, siento que hay una especie de atemporalidad. En mi película, los autos son modernos, sí, pero también hay una extravagancia, calidez y comodidad navideña sin tiempos. Si la ven en unos 10 años, se siente como de cualquier época, siempre que sea acogedora y con un toque de sangre”, bromea el director, y luego baja la cabeza de la risa.

Navidad de horror en cartelera

La cartelera, por estos días, acoge el terror a pesar de ser época de villancicos. Conviven el reestreno de “El Grinch” (2000) con secuelas de terror comercial como “Five Nights at Freddy’s 2”, “No alimentes a los niños” y “Noche de paz, noche de horror”. Quien diría que este Santa vengativo encuentre su espacio por buen tiempo en el cine.

Si hablamos de sangre, hay bastante en “Noche de paz, noche de horror”. En especial, cuando Santa decide pasar factura a las personas que han dejado un historial poco decoroso. A diferencia de la película original, donde Billy no escuchaba voces y su quiebre provenía de años de abuso, en el reboot de P. Nelson, el personaje tiene un código moral retorcido. Busca justicia para los traviesos, con hacha en mano, como en una secuencia delirante de la cinta, donde revienta una fiesta neonazi.

“Se trata más de cómo Billy lidia con sus demonios internos actuales, que lo dirigen entre voces”, explica P. Nelson.

A diferencia del clásico, en “Noche de paz, noche de horror”, la relación con Pamela Sims, interpretada por Ruby Modine, cobra mayor sentido. En el filme de 1984, era un apunte romántico menor; ahora, es el eje. “Fue una colaboración preciosa”, dice la actriz en una comunicación virtual con este diario.

“La guía para crear este personaje vino de Mike, pero tuve muchísima suerte de que Rohan y yo trabajamos tan bien juntos. Si no era en el set, estábamos repasando diálogos, creando historias, secretos”, agrega Modine, cuyo personaje proviene de una familia con personalidad con trastorno explosivo intermitente (EPD, por sus siglas en inglés). Ella protagoniza, además, una de las escenas más sangrientas del metraje. “Fue divertidísimo. Todos llevamos rabia por dentro en el set, y qué manera tan perfecta de expresarla a través de mi arte”, sonríe.

Modine, usual actriz de comedia terrorífica y reconocida por el reparto de la serie “Shameless” (2011). “Fue una colaboración preciosa”, dice la actriz. En el filme de 1984, el apunte romántico de la trama era menor, pero ahora es el eje. “Tuve muchísima suerte de que Rohan y yo hayamos trabajado tan bien juntos. Si no en el set, estábamos repasando diálogos, creando historias, compartiendo secretos”, agrega.

En las primeras proyecciones de la cinta en Estados Unidos, algunos críticos ya la comparan con la serie “Dexter” o la película “Halloween: la noche final”. Quizá exageran. Pero este Papá Noel justiciero encuentra un equilibrio entre la nostalgia ochentera, debido a su imagen retro, y un nivel de sátira sangrienta que solamente un cine independiente, —fuera de los major films—, tiene.

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