En el Perú, la obesidad se ha convertido en un problema de salud pública que afecta a cientos de familias y ha encendido las alarmas de la Sociedad Médica del país. Según el Dr. Gustavo Saravia, médico cardiólogo del Instituto Peruano del Deporte y presidente de la Sociedad Peruana de Obesidad y Aterosclerosis (APOA), esta enfermedad crónica, compleja y multifactorial se caracteriza por un exceso de tejido adiposo que impacta negativamente en la salud física, mental y el bienestar general de las personas, sin importar su edad.
“En términos simples, la obesidad ocurre cuando hay un desequilibrio entre las calorías que consumimos y la energía que gastamos”, explica el Dr. Saravia. Sin embargo, este proceso no se limita a la alimentación o el ejercicio, ya que también está influenciado por factores genéticos, ambientales, hormonales, metabólicos, conductuales y sociales.
Un problema creciente
Según datos de la Federación Mundial de Obesidad y el Ministerio de Salud (MINSA), el 37% de los peruanos tiene sobrepeso y el 25% sufre de obesidad, lo que significa que 6 de cada 10 personas viven con exceso de peso. “Estas cifras son realmente preocupantes, pues además de su alta prevalencia, la obesidad es un factor de riesgo para otras enfermedades crónicas, tales como la hipertensión arterial, la diabetes y otras patologías. Sobre todo cuando se presenta desde edades tempranas”, detalla Saravia.
¿Cómo prevenir la obesidad?
Con el objetivo de reducir estas estadísticas y promover hábitos saludables, el Dr. Saravia comparte seis recomendaciones clave para prevenir la obesidad desde casa:
- Cuidar la alimentación desde la infancia: Es fundamental garantizar que los niños reciban un aporte calórico equilibrado, evitando alimentos ultraprocesados, azúcares refinados y un exceso de carbohidratos.
- Moderar el consumo de comida rápida: Este tipo de alimentos debe considerarse un gusto ocasional y no parte de la dieta diaria.
- Incentivar el deporte desde pequeños: La actividad física debe ser parte de la rutina diaria. Introducir ejercicios de manera lúdica, como juegos al aire libre, ayudará a que disfruten del movimiento y lo adopten como un hábito.
- Ser un ejemplo positivo: Los niños aprenden por imitación, por lo que es fundamental que los padres practiquen actividad física con ellos y cuiden la nutrición familiar.
- Limitar el tiempo frente a pantallas: Es importante reducir a un máximo de una hora diaria el tiempo que los niños dedican a videojuegos, computadoras o televisión. En su lugar, deben motivarse a realizar actividades físicas y recreativas.
- Asegurar un nivel mínimo de actividad física: Niños y adolescentes deberían realizar al menos 150 minutos semanales de actividad moderada o 75 minutos de actividad vigorosa.
El Dr. Saravia señala que la prevención de la obesidad no solo depende de las familias, sino que requiere un esfuerzo conjunto de las entidades estatales, las sociedades científicas y la sociedad civil. “Reconocer el sobrepeso y la obesidad como una enfermedad no solo ayudará a quitar el estigma asociado, sino que también permitirá la creación de estrategias efectivas para abordar sus múltiples causas y consecuencias”, concluye.
Combatir la obesidad es un reto que involucra tanto acciones individuales como colectivas. Al implementar hábitos saludables desde casa y promover políticas públicas efectivas, es posible reducir el impacto de esta enfermedad en el país.