Bastó que se anunciaran los resultados de la primera vuelta en Chile para que la derecha se reacomodara y cerrara filas alrededor de José Antonio Kast. Aunque el candidato del Partido Republicano quedó segundo en los comicios del pasado 16 de noviembre, muy pronto se hizo evidente que era él y no la oficialista Jeannette Jara el gran favorito para ganar La Moneda.
Poco ha cambiado en las últimas semanas, empezando por la polarización. Los chilenos llegan al balotaje de hoy con todas las encuestas a favor de Kast, que tiene una ventaja de entre 15 y 20 puntos por encima de la aspirante izquierdista.
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El abogado y exdiputado conservador que postula por tercera vez a la presidencia no solo recibió el respaldo de todas las fuerzas de derecha –incluidos los partidos tradicionales–, sino que se movió como pez en el agua con los temas que dominaron la campaña electoral: seguridad, orden y migración irregular.
Para Jara fue una batalla cuesta arriba prácticamente desde el punto de partida. Militante del Partido Comunista, la exministra de Trabajo logró el 26,8% de los sufragios en la primera vuelta gracias a una inédita coalición de centroizquierda bautizada como Unidad por Chile. Pero el verdadero reto era convencer a los votantes que estaban más a su derecha, algo que, según los sondeos, no ha podido hacer.
EN CIFRAS
- 28% de aprobación tiene el gobierno del presidente Gabriel Boric, según la última encuesta del CEP. Jara ha tratado de desmarcarse de esa gestión.
- 63% de chilenos dice que su mayor preocupación son el crimen y la violencia, según una encuesta de Ipsos de octubre. Kast ha prometido políticas de mano dura.
- 8 partidos de centro e izquierda conforman la coalición Unidad por Chile, que representa Jara. Entre ellos están el Partido Comunista, el Frente Amplio y la Democracia Cristiana.
- 340.000 migrantes indocumentados viven en Chile. Como parte de su estrategia contra el crimen, Kast ha prometido sanciones y expulsiones para esa población.
“Esta es una elección en la que ambos candidatos están esperando un resultado que es más o menos claro. Hay muy poca incertidumbre y todo indica que Kast va a ganar y va a ganar de manera holgada”, dice a El Comercio Francisco Covarrubias, rector de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile y columnista del diario “El Mercurio”.
El triunfo de Kast, que se da prácticamente por hecho entre gran parte de los chilenos, mantendría la alternancia que se ha hecho costumbre en el país del sur. Desde el 2006, ningún presidente ha entregado la banda a alguien de su mismo color político.

Para el politólogo, catedrático y columnista chileno Patricio Navia, el giro político en Chile es el panorama más esperado.
“La pregunta es con qué ventaja va a ganar Kast, porque si gana por más de 10 puntos, será una derrota catastrófica para el gobierno del presidente Gabriel Boric y para la izquierda en general. Y si gana de forma más ajustada, entonces quedaría claro que los chilenos tampoco estaban tan convencidos de lo que ofrecía Kast”, dice a este Diario.
Estrategias
Jara intentó desmarcarse del gobierno de Gabriel Boric, que llega a su fin con poca popularidad, incluso con su propia base política mirando el balance de su gestión con decepción. También ha luchado por calmar los temores de quienes ven con recelo su militancia comunista y prometió que si gana renunciará a su partido.
Covarrubias ve dos factores que le jugaron en contra a Jara. “El primero es el peso de venir del Partido Comunista. El tema de su militancia ha estado muy presente en esta segunda vuelta y en toda la campaña. Por mucho que ella se presentó como una persona moderada, eso no fue suficiente frente a lo que significa venir del comunismo”, apunta.
“Hay una oportunidad real de enfrentar la seguridad con seriedad. Las cifras han aumentado y no basta con eslóganes: necesitamos medidas sinceras, posibles y transparentes”.
El otro punto es que en las últimas semanas la oficialista entró a una pelea muy frontal con Kast y eso le hizo perder uno de sus grandes atributos, que era mostrarse como una figura convocante. “Se transformó en una candidata muy agresiva y ese fue un gran error”.
“Eso hizo que desde el día uno de la campaña por la segunda vuelta su candidatura se viera como una candidatura fallida y con una posibilidad nula de ganar la elección”, añade.
También está el factor Franco Parisi. El liberal de centro quedó tercero en la primera vuelta, con casi el 20%. Pero su partido llamó a sus seguidores a anular el voto.
“Un porcentaje de esos votantes se fue con Kast y tal vez un porcentaje un poco más alto se fue con Jara. Pero Jara necesitaba todos los votantes de Parisi”, comenta Navia.
Kast, por su parte, desplegó una estrategia bastante más defensiva y se centró en sus promesas contra la inseguridad, entre ellas, la expulsión masiva de migrantes, tipificar la migración como un delito o incluso levantar un muro en la frontera con Bolivia.
“Este gobierno generó caos, desorden e inseguridad. Y nosotros vamos a ir a la inversa: vamos a generar orden, seguridad y confianza”.
Así pudo dejar atrás a quienes le recriminaban su poco interés en programas sociales y de derechos o que respaldó públicamente a Augusto Pinochet.
“Kast tomó algunas posiciones un poco más moderadas para atraer al votante más de centro. Trató de hacer que pasara el tiempo y evitar cometer errores. Ese fue su juego”, apunta Navia.
Lo que podría venir
Los expertos coinciden en que Chile ha cambiado. Si hace cuatro años Boric llegaba a La Moneda en medio de debates sobre la refundación del país, un proceso para elegir una nueva Constitución o el fin de la economía extractivista, hoy el panorama es bastante diferente.
PARLAMENTO DIVIDIDO
- El presidente que salga de las urnas tendrá que lidiar a partir del 11 de marzo con un Parlamento dividido.
- Serán fundamentales los votos del Partido de la Gente, cuyo candidato Franco Parisi quedó tercero en la primera vuelta.
“Fue tan extremo todo lo que ocurrió ahí, envejeció tan mal el estallido social y fue tan traumático todo el proceso constitucional que hoy día, cuatro años después, estamos en un eje completamente distinto. Orden, seguridad, migración, economía, progreso. Ha habido un cambio muy profundo en la sociedad chilena. Y es frente a ese cambio que aparece una candidatura fuerte de Kast”, señala Covarrubias.
¿Qué esperan quienes anhelan la victoria de José Antonio Kast? Las expectativas son altas respecto de economía y seguridad.
“Con Kast, claramente Chile va a tener posiciones más promercado, más a favor de la creación de empleo, de la inversión. Va a haber más preocupación por el crecimiento económico que por la redistribución. Kast y Jara son de extremos ideológicos. Ambos vienen de orígenes muy distintos y tienen posiciones opuestas sobre la historia de Chile y el rol del Estado y el sector privado en la economía”, concluye Navia.
Si las encuestas aciertan, Chile no solo cambiará de color político, sino que se uniría a una serie de países latinoamericanos que han dado un giro a la derecha en los últimos años.




