Martes, Octubre 22

El arresto de Sean “Diddy” Combs el pasado 16 de septiembre en Nueva York desató un torbellino mediático que sigue creciendo. Inicialmente acusado de múltiples denuncias de abuso sexual, entre ellas la de su exnovia Cassie Ventura, quien lo señaló por violación y agresión física, el caso ha escalado hasta involucrar a más de 100 personas, todas alegando ser víctimas del magnate de la música.

Por su parte, Combs mantiene su inocencia desde el inicio de las investigaciones, aunque siguen surgiendo nuevas denuncias, como las reportadas el 14 de octubre, incluyeron seis testimonios adicionales: cuatro hombres y dos mujeres que aseguran fueron víctimas de agresión sexual en las famosas fiestas organizadas por el rapero de 54 años.

Uno de los testimonios proviene de un hombre que, con tan solo 16 años en 1998, fue supuestamente abusado durante una de las “White Parties”, eventos de lujo donde asistían personalidades de la talla de Jennifer Lopez, Leonardo DiCaprio y Beyoncé. Dichas fiestas, que en su momento no formaban parte de la investigación, ahora están bajo la supervisión de las autoridades federales.

Estos relatos contribuyen a revelar un patrón de comportamiento que se extiende a lo largo de décadas, poniendo en riesgo la carrera de uno de los íconos más influyentes de la industria del entretenimiento. Mientras Combs permanece detenido sin derecho a fianza, la fiscalía se prepara para un juicio que promete extenderse durante meses.

Adicionalmente, el lunes último Combs fue acusado de violar a una menor de 13 años junto a dos celebridades no identificadas; uno masculino, que participó, y una femenina, que fue testigo del ataque. El abuso habría ocurrido, de acuerdo al portal The Cut, después de los MTV VMA del año 2000.

Entre hechos y rumores

Las certezas en el complejo caso de Sean “Diddy” Combs incluyen el anuncio de una demanda colectiva que involucra a más de 120 personas, 25 de ellas eran menores en el momento de los supuestos delitos, quienes lo acusan de abuso sexual desde 1991. Además, las famosas “Freak off Parties” que organizaba están siendo investigadas por su posible relación con el consumo de drogas y actividades sexuales ilícitas.

Uno de los rumores más difundidos, que sugiere que Combs abusó de Justin Bieber cuando este era menor, ha sido desmentido. A pesar de la relación cercana entre ambos, no existen pruebas que respalden estas afirmaciones más allá de un supuesto audio en el que Bieber confesaba el abuso, lo que resultó ser un archivo generado por inteligencia artificial.

Otro rumor vincula al productor musical con el asesinato de Tupac Shakur, alegando que la familia del rapero contrató un abogado para investigar posibles conexiones. Sin embargo, tras años de especulaciones, no se demostró ninguna implicación. Algo similar ocurre con afirmaciones sobre Beyoncé y Jay-Z, a quienes la cantante Jaguar Wright acusó de conocer los delitos de Combs durante décadas. Jay-Z negó tajantemente haber presenciado o sabido de tales actos.

El caso también dio lugar a bulos totalmente infundados que involucran a figuras como Will Smith, Hillary Clinton, Leonardo DiCaprio, Ashton Kutcher, Kim Kardashian, Paris Hilton, Pamela Anderson, Mariah Carey, Owen Wilson, Megan Fox, Sarah-Jessica Parker, Matthew Broderick, Mark Wahlberg, Shakira, así como al recientemente fallecido cantante Liam Payne.

Se ha especulado que Sean “Diddy” Combs podría estar vinculado a la muerte de su exnovia Kim Porter, quien falleció en 2018 a los 47 años debido a una neumonía lobar. Tras la detención del rapero, surgieron supuestas memorias escritas por Porter, en las que detallaba los abusos físicos que habría sufrido durante su relación con él. No obstante, los cuatro hijos de la pareja salieron públicamente a rechazar la existencia de dicho libro, calificando las acusaciones como “terribles teorías conspirativas”.

Otro rumor que ha circulado es el que alega que el FBI habría descubierto túneles subterráneos en la mansión de Diddy, supuestamente conectados con las casas de otras celebridades para actividades de tráfico de menores, incluso sugiriendo que uno de esos túneles llevaba a la residencia de Michael Jackson. Esta información también ha sido desmentida.

Hasta el momento, Sean “Diddy” Combs enfrenta cargos por conspiración de actividades criminales organizadas, con una pena máxima de cadena perpetua; tráfico sexual mediante fuerza, fraude o coacción, que conlleva una pena mínima de 15 años de prisión; y transporte con fines de prostitución, con una posible condena de hasta 10 años de cárcel. También enfrenta acusaciones de agresión sexual y violación. El juicio está programado para mayo de 2025, y sus abogados han señalado que aún quedan más de 100 demandas por presentar en los próximos meses.

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