Martes, Noviembre 26

Este martes entró en vigencia la nueva tarifa de peaje establecido por la empresa concesionaria Rutas de Lima. El monto aumentó de 6,50 soles a 7,50, significando un incremento del 13,3%. El hecho se llevó a cabo tan solo dos horas luego de que las garitas del peaje Chillón -en el distrito de Puente Piedra- quedara inhabilitadas por decisión de la compañía a cargo.

Este lunes, la empresa decidió respetar la medida cautelar emitida por el 7.º Juzgado Civil – Comercial de Lima, a cargo del Juez Juan Gustavo Varillas Solano, pese a no haber sido notificados formalmente. De tal forma, Rutas de Lima suspendió el cobro de peaje en la garita de Chillón desde las 22.00 horas del lunes último. Para este miércoles 31 se había convocado un ‘paro distrital’ -respaldado por la alcaldía de Puente Piedra y Ancón- para exigir a la empresa a acatar la medida cautelar.

Dos horas luego de que en Puente Piedra los peajes hayan quedado inoperativos, en el otro extremo de la capital, en las garitas distribuidas en la carretera Panamericana Sur, se inició el cobro de la nueva tarifa. Esta fue informado a la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) el pasado 15 de enero, lo que inició una pugna entre dicha entidad y la empresa.

La Municipalidad Metropolitana ha aplaudido que el Poder Judicial haya ordenado la suspensión del cobro del peaje en Puente Piedra. De hecho, la comuna envío a personal de fiscalización, de seguridad ciudadana y a miembros del Fondo Metropolitano de Inversiones (Invermet) a supervisar el cumplimiento de esta disposición, pese a no haberse notificado de manera oficial. “Los conductores que transitan por esta vía están contentos, tocan la bocina, dicen ‘no al peaje’. Están contentos con esta medida que ha tomado el PJ”, argumentó Rosa María Verónica Castañeda, gerente de Invermet, durante un video institucional de la MML.

Alza anunciada

A través de un comunicado -publicado el 16 de enero- Rutas de Lima informó que “el reajuste del presente año corresponde a la inflación acumulada de los años 2022 y 2023, que resulta en 12%”. La empresa alega que el 2023 se postergó dicho reajuste “por razones no atribuibles a Rutas de Lima, lo que ha venido causando afectaciones diversas a la concesionaria, que no son posibles de sostener indefinidamente”.

Cabe resaltar que Rutas de Lima administra cerca de 114,6 kilómetros de autopista. En la Panamericana Norte son 31,5 kilómetros, desde Ancón hasta el óvalo Habich, mientras que en la Panamericana Sur son 54,1 kilómetros, desde la Av. Javier Prado hasta Pucusana. Hacia el Este, opera 29 kilómetros de la autopista Ramiro Prialé, desde su inicio hasta el sector Los Ángeles.

En estos 114,6 kilómetros de carretera, Rutas de Lima maneja tres puntos principales de peaje. El Peaje Chillón en la Panamericana Norte y las casetas de Villa y Punta Negra en la Panamericana Sur. En la autopista Ramiro Prialé, no hay casetas de recaudación. Sin embargo, la empresa sí cuenta con cerca de una docena de lugares adicionales donde se hace el cobro del peaje respectivo en los ingresos a la Panamericana Sur (ver mapa).

Cuello de botella

Tras acatarse la decisión del Juzgado, en la mañana del martes se registró una gran congestión vehicular a la altura del peaje de Chillón. Cabe explicar que, en el tramo anterior y posterior a las garitas de Rutas de Lima, la Panamericana Norte tiene solo dos carriles por sentido. Sin embargo, en la zona de cobranza, la vía se expande hasta llegar a tener diez carriles (ver mapa).

Tras inhabilitarse el cobro, la empresa optó por cerrar el acceso al primer conjunto de garitas, conformado por cinco carriles. Fuentes de El Comercio confirmaron que esta decisión se tomó como una medida de seguridad vial. Esto para evitar que se genere un ‘cuello de botella’ en el punto donde los diez carriles terminan siendo dos. Rutas de Lima empleó divisores viales -como quedó registrado por videos y material fotográfico- para impedir el acceso a los primeros cinco carriles de peaje.

Si bien la segunda etapa de garitas quedó con los carriles habilitados, de todas maneras se registró una gran congestión vehicular. Esto debido a que en la etapa inmediatamente previa a las garitas existen cuatro carriles de circulación, pero solo dos permiten el tránsito hacia la segunda etapa del peaje. Es decir, se generó un cuello de botella en este punto de cuatro carriles a dos (ver mapa). Tras hacerse público este hecho, el juzgado especializado civil de Puente Piedra ordenó -según confirmaron fuentes de este Diario- a retirar las barreras puestas por Rutas de Lima, medida que fue realizada por la Policía Nacional del Perú (PNP).

Horas después, la Defensoría del Pueblo —que inicialmente identificó la congestión por las barreras— constató que los diez carriles estaban libres. De acuerdo con la institución, 150 agentes de la Policía resguardan la zona pese a que no se han reportado actos de violencia.

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