El Ministerio de Defensa de Rusia cifró hoy en casi 50.000 las bajas ucranianas en la región fronteriza de Kursk, ocupada parcialmente por el enemigo desde agosto de 2024.
“En total, durante las acciones militares en Kursk el enemigo perdió a 49.830 hombres”, señala el comunicado castrense.
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Según el parte de guerra, las fuerzas ucranianas perdieron unos 325 hombres en las últimas 24 horas, a lo que hay que sumar diez tanques, once blindados y tres piezas de artillería.
Las unidades de la agrupación militar Séver (Norte) causaron grandes pérdidas a las brigadas mecanizadas y aerotransportadas en varias localidades de Kursk, señala la nota.
Rusia dijo ayer haber eliminado al grueso de las tropas enemigas que lanzaron el domingo una ofensiva gran escala en Kursk.
Según el estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), el ejército ucraniano logró éxitos tácticos en al menos tres distritos de Kursk.
Al respecto, el jefe de gabinete del presidente de Ucrania, Andrí Yermak, escribió en su cuenta de Telegram: “Kursk, buenas noticias, Rusia está recibiendo lo que se merece”.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, también dio un espaldarazo a las acciones de Ucrania en Kursk al afirmar que esto “será un factor en cualquier negociación” de paz, en declaraciones a la prensa en Seúl.
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El ISW y blogueros militares rusos admiten que Moscú también ha avanzado en Kursk, escenario de la primera invasión enemiga de territorio ruso desde 1941.
Rusia ha logrado recuperar apróximadamente la mitad de los 1.400 kilómetros cuadrados que Kiev tomó el 6 de agosto de 2024, pero no ha podido aún expulsar al enemigo de su territorio.
Ucrania quiere mantener el control de parte del territorio de Kursk, al menos, hasta la investidura el próximo 20 de enero del nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump.