La eliminación del principal jefe de la milicia chiita que controla el Líbano es considerada el golpe más certero que han aplicado las fuerzas hebreas desde que Hezbolá comenzara a bombardear su territorio. Es, además, un golpe de escala regional pues se considera que dicho grupo opera como uno de los elementos principales del denominado Eje de la Resistencia iraní.
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“Nasrallah ascendió de rango de forma muy rápida dentro del grupo hasta convertirse en su líder supremo en el año 1992. Los ayatolás iraníes fueron fundamentales para ello porque a Hezbolá se le considera una extensión de Irán. Entonces, hablamos de un grupo con doble identidad, por un lado es chiita iraní y por otro lado libanesa”, detalla Kaplan.
Las operaciones comandadas por Nasrallah llevaron a que Israel, Estados Unidos, Europa, entre otros, consideren a Hezbolá un grupo terrorista. “Los convirtió en el ejército terrorista más importante del mundo. Tenía la sangre de miles de hombres, mujeres y niños en sus manos. Incluidos israelíes, libaneses, británicos, franceses, argentinos, entre otros. Él fue quien gestionó el atentado a la AMIA en 1994 y el de la embajada israelí en Argentina dos años antes”, agrega el vocero militar.
Por ello, para Kaplan su eliminación “significa la eliminación de un terrorista de altísimo nivel, no solo en Medio Oriente sino mundial, quizás en la misma liga que Osama Bin Laden”.
¿POR QUÉ AHORA?
Con Nasrallah al frente de la organización, Hezbolá se ha enfrentado en innumerables ocasiones a las fuerzas hebreas, incluyendo una guerra librada entre Israel y el Líbano en el 2006. El 8 de octubre del 2023, un día después de que Hamás perpetrara el mayor atentado terrorista en la historia israelí, la milicia libanesa lanzó una andanada de misiles sobre el norte del país hebreo.
“Desde entonces lanzaron unos 9.500 misiles, cohetes y drones. En siete oportunidades hubo células terroristas que intentaron infiltrarse a Israel para perpetrar un ataque como el del 7 de octubre. Eso ha causado que 60 mil de nuestros ciudadanos se desplacen del norte, huyendo de los ataques. Necesitamos que vuelvan a sus casas y para eso Hezbolá se debe mover al norte del Líbano”, asegura Kaplan.
Pero, ¿qué sucedió en estas últimas semanas para que Israel lleve el conflicto un paso más allá? Según el vocero militar, “al momento del ataque tanto Nasrallah como el resto de su cúpula se encontraban planeando ataques terroristas contra el pueblo israelí, por eso es un ataque legítimo”.
Según Kaplan, ellos no buscan “una guerra regional, solo seguiremos operando hasta conseguir nuestros tres objetivos: desmantelar a Hamás tanto militar como gubernamentalmente, devolver a los 101 secuestrados y generar las condiciones para que nuestros ciudadanos desplazados puedan volver a sus casas en el norte”.
Sin embargo, es innegable que tras la eliminación de Nasrallah las opciones de que Irán decida involucrarse directamente en el conflicto aumentan peligrosamente. El propio Kaplan admite que “no tienen claro” cuál sería la respuesta de la República Islámica, pero asegura que “estamos absolutamente preparados para cualquier tipo de contingencia”.
“En caso Irán ataque sabrá que todo aquel que profiere constantes amenazas de eliminar a Israel va a recibir un daño mayor al que puedan infligir”, sentencia.
* Desde Israel
