Marzo, mes en que conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, llega a su fin, pero la conversación sobre su rol en el mundo empresarial y la importancia de cerrar las brechas de género debe continuar. Es un tema que nos involucra a todos.
En este contexto, hace unas semanas tuve la oportunidad de acompañar en un viaje de estudios a un grupo de 35 jóvenes graduados del proyecto BREIT, de Aporta, la plataforma de innovación e impacto social de Breca. En alianza con el Institute for Data Systems & Society (IDSS) del MIT, estos jóvenes llevan un micromaster en ciencia de datos en una de las mejores universidades del mundo. Fue inspirador ver que 9 de los participantes eran mujeres, destacándose en un espacio donde la representación masculina ha sido históricamente mayor, y demostrando que el talento y la capacidad no tienen género.
Esta realidad también se refleja en Aporta, donde más del 60% de los roles de liderazgo están ocupados por mujeres. Esto refuerza mi convicción de que las oportunidades deben estar abiertas para todos, y que el verdadero diferenciador es el talento y la preparación. Un ejemplo concreto de cómo impulsamos esto es el proyecto Beca Talento, que desarrollamos con el apoyo de Minsur en Puno. Gracias a criterios de equidad en la postulación, hoy, de los 121 becarios que forman parte del programa, 51 son mujeres y 8 de ellas ocupan los primeros puestos en sus respectivas carreras.
Si bien hemos avanzado, aún queda camino por recorrer. Para lograr un futuro con más oportunidades para todos, es clave seguir promoviendo espacios de equidad e inclusión, y los hombres debemos asumir un rol activo en esta lucha, visibilizando el problema y promoviendo soluciones.
Como papá de una niña de 8 años, este compromiso es personal. Yo quiero que mi hija crezca en una sociedad que valore a cada persona por su talento y esfuerzo. Sigamos trabajando juntos para construir un país donde todas las niñas y jóvenes tengan las mismas oportunidades y alcancen su máximo potencial.
