
- Exministro de Comercio Exterior: “Perú termina en una mejor posición que el resto con las medidas arancelarias”
- Embajador de Perú en Estados Unidos: “Los aranceles impuestos por EE.UU. son bajos debido al Tratado de Libre Comercio”
Han pasado varios días desde el anuncio de Donald Trump y el mundo recién termina de asimilar y calcular las consecuencias. Con el paso de los días va quedando más claro que más allá de las razones que haya compartido el gobierno estadounidense, la implementación de estas tarifas es un método de negociación 1:1 y que en este caso, la fuerza se impone a la razón.
El cómo se calcularon los aranceles ha sido duramente criticado. En sencillo, el equipo del presidente Donald Trump tomó el déficit comercial de EE. UU. en bienes con cada país (afectado hoy por los aranceles), dividió las cifras por la cantidad de bienes importados a EE. UU. desde cada una de esas naciones y las redujo a la mitad. Esto “es casi tan aleatorio como imponer un impuesto basado en la cantidad de vocales en tu nombre”, describió The Economist. ¿Qué se obtuvo como resultado? Países como Vietnam –que envían grandes cantidades de bienes manufacturados a EE.UU., pero que importan poco desde dicho país– fueron los que se llevaron la peor parte, pues enfrentan aranceles bastante más altos que el resto (en el caso de Vietman, 46%). En esta suerte de ‘repartición arancelaria’, Latinoamérica no ha tenido mayor protagonismo, lo que ha jugado a nuestro favor. Chile, Colombia, Ecuador, Argentina y Perú son algunos de los países que recibieron la tarifa mínima, un 10%, y por tanto, son parte del grupo menos afectado.
El gobierno peruano anunció que buscará minimizar el impacto y la Embajada de Perú en EE.UU. ha iniciado acciones en esa misma línea, teniendo en cuenta que el Perú es el segundo mayor proveedor latinoamericano de este país (con arándanos, uvas, paltas, espárragos, entre otros) y que nuestra producción es contra estacional, permitiendo proveer de productos al mercado norteamericano cuando este no produce lo suficiente. Así, en menos de 48 horas, se ha iniciado nuestro 1:1, una ventana de oportunidad que, aunque estrecha, hay que aprovechar juiciosa y cuidadosamente, teniendo en cuenta que el escenario externo es adverso. El encarecimiento del comercio mundial ralentizaría de nuestro crecimiento. Por eso, es urgente que juguemos todos con la misma camiseta, pero sin exceso de pasiones.