“No soy médico ni tengo el poder para sanarla, pero con mi arte, estoy haciendo todo lo posible para que no deje de recibir el tratamiento que necesita y pueda sanarse”, expresa el joven cantante con profundo sentimiento. “Este evento será un canto a mi madre, a la vida y al espíritu solidario que nos caracteriza como peruanos”, añade.
En medio de la complicada situación que enfrenta Vasco, el apoyo de su padre, Guillermo Dávila, se convierte en un sostén invaluable y una oportunidad para sanar heridas del pasado. Como anticipo de esta nueva etapa, ambos realizaron una transmisión en vivo en la que Vasco lo llamó “papá” por primera vez en público.
“Toda ayuda es bienvenida, y que él quiera estar presente es algo que valoro mucho. Todo tiene un inicio, y esto es algo que me ayuda a encontrar la paz, tanto en este momento de necesidad como en nuestra relación”, confiesa Vasco, quien reconoce que la conexión con su padre ha sido un camino lleno de desafíos. “Nuestra historia ha sido un proceso largo, pero si a través de esto podemos acercarnos de una manera positiva, lo recibo con gratitud”, destaca.
Como se recuerda, en junio del 2022, Vasco se negó a aceptar el reconocimiento legal del artista venezolano, consideraba que no era el momento, que debería darse sin presiones. “Quería conocerlo más, había mucha presión, me sentí abrumado. Eran épocas complicadas, nos faltó espacio. Todo tiene un proceso”, explica. Hoy, aunque su prioridad es la salud de su madre, no descarta formalizar la relación en el futuro: “Ahora mi mente está enfocada en ella, pero no cierro ninguna puerta”, remarca.
Valiente lucha
Jessica Madueño fue diagnosticada con cáncer de cuello uterino hace cinco años, y aunque la pandemia complicó su acceso a tratamiento oportuno, enfrenta la enfermedad con valentía y optimismo. A pesar de que el cáncer avanzó hasta obstruir parcialmente uno de sus intestinos, superó una operación de alto riesgo, con solo un 30% de probabilidades de éxito, y su recuperación fue sorprendente, asegura Vasco con una sonrisa.
“Gracias a Dios está mejorando, subió de peso, estaba en 30 kilos, ahora está en 34. Cada pequeño logro hay que celebrarse”, asiente con optimismo. “Es una gran luchadora, al mes de la operación ya estaba caminando. Todo lo afronta con la mejor cara. Estoy muy orgulloso de ella”, refiere.
Inicialmente, Jessica llevó un tratamiento con muérdago, pero tuvo que suspenderlo por el alto costo. Ahora, sigue una alimentación estricta para recuperar peso, ya que necesita alcanzar los 45 kilos para iniciar la quimioterapia.
“Cuando mi mamá se enfermó, yo estaba en Lima, enfocado en mi música, queriendo crecer como artista, que mis canciones sonaran en todas las radios y arrasaran en los streaming. Pero ya no. Las metas que antes me importaban dejaron de tener sentido. ¿De qué me serviría lograr todo eso si ella no está? En este momento, lo único que importa es ella”, subraya.
“Sentimiento peruano”
Día: 1 de diciembre
Lugar: Peña Del Carajo, en Barranco.
Entradas: Vaope.