Sábado, Noviembre 23

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El alcance de la IA obliga a construir una sociedad cada vez más preocupada por el futuro, desde el conocimiento y la educación, pero también desde la economía, la inversión, el orden ciudadano, el humanismo y el medio ambiente, cuyos tratados para el cuidado suelen ser irrisorios.

“La inteligencia artificial está e la nube, está en los data center, en la url inteligente, en muchos casos de uso y estamos trayendo cada vez más la IA a los PC con productos específicos para tener las mejores experiencias. Pero, al final, no es la tecnología por la tecnología, es básicamente el uso. Por eso hablamos mucho de modelos de uso: ¿qué desafíos del mundo estamos resolviendo a través de la IA y la IA generativa? Hablamos ya de ciudades inteligentes”, mencionó Gisselle Ruiz Lanza, directora general de Intel para América Latina, al Diario El Comercio.

El mundo entero se está digitalizando y la tecnología es cada vez más esencial en todos los aspectos de la vida, ya que vemos una demanda insaciable de potencia de procesamiento. Ahora, con la inteligencia artificial, estamos viviendo un cambio generacional en la computación y toda la industria está en una carrera por liderar el próximo salto exponencial.

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“Sabemos que América Latina es una región muy cosmopolita, con megaciudades; Sao Paulo es un ejemplo, pero también tenemos a Ciudad de México, Santiago y Bogotá. Son ciudades con mucho tránsito y, de alguna manera, con cierta inseguridad. Soluciones de IA ayudan a resolver algunos de estos grandes desafíos, generando ciudades más inteligentes y seguras. Lo mismo estamos llevando para salud, la manufactura y el agro, que es tan importante en América Latina porque tenemos países que son el granero del mundo”, dijo Ruiz Lanza.

Hoy en día tenemos enormes lagos de datos, datos corporativos sobre negocios, datos de interacción con los clientes. La humanidad está generando enormes cantidades de datos que quizás solo la IA generativa sea capaz de digerir y generar nuevos resultados y perspectivas.

Diversas ciudades de esta región recolectan data a través de diferentes medios y utilizan esta información para tomar decisiones y minimizar costos.

Ejemplos

Recientemente, científicos mexicanos presentaron una aplicación de IA que realiza vigilancia epidemiológica en tiempo real. Esto puede ayudar a desarrollar sistemas de diagnósticos correspondientes a un virus, manufacturar pruebas y controlar el número que se necesitan.

Bogotá apuesta por un “cerebro de datos” impulsado con IA para integrar y compartir información entre entidades distritales. Con esto se intenta controlar, por ejemplo, el caso de camiones de basura, identificar lugares donde la policía puede evitar delitos y alivianar el tráfico de la ciudad.

Buenos Aires también recolecta información con IA que beneficia a la toma de decisiones e implementar medidas.

En Sao Paulo se han presentado algunos planes tecnológicos que resultan útiles para el día a día. Emplearán datos e inteligencia artificial para la toma de decisiones en seguridad pública tras recientes ataques a escuelas en Brasil perpetrados por alumnos.

Uno de ellos emplea IPX Analytics las 24 horas del día para identificar situaciones u objetivos inesperados en las carreteras. De esta manera las autoridades correspondientes logran adelantarse a posibles tragedias, accidentes o eventos delictivos.

“Hay condiciones diferentes para casos de uso distintos. No es que las CPU y GPU van a resolver todo”, sostiene Fabiano Sabatini, especialista en IoT de Intel. “Hay muchos ejemplos en toda nuestra región de desarrolladores, empresas y personas que, ahora que se empieza cada vez más a democratizar la tecnología, intentan crear soluciones para solucionar problemas locales importantes para nuestra sociedad”, añade.

Con la inteligencia artificial se está descubriendo un mundo nuevo de oportunidades y desarrollando soluciones para problemas cada vez más complejos. Podremos, tal vez, modernizar el sistema educativo con información más exacta y personalizada, aliviar el tráfico y los problemas de las ciudades de seguridad, potenciar los negocios locales con el mejor uso de la tecnología, que la medicina pueda acceder a lugares más recónditos y tener efectividad, aumentar el uso de energías limpias, entre otras bondades.

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