Martes, Octubre 22

Según el especialista, el rebote de la minería ha sido sorpresivo, pues el consenso era que este sector económico mostraría un menor dinamismo a finales del 2023 por la disipación del efecto Quellaveco.

Crisólogo anotó que la producción de Quellaveco creció alrededor de 38% en noviembre y ha sido complementada por los fuertes volúmenes de producción de cobre de otros yacimientos.

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“La producción de cobre de Antamina creció alrededor de 24% y la de Las Bambas un 20% en un contexto de menor conflictividad social minera. Eso explica este fuerte rebote de los sectores primarios que, según nuestros cálculos, habría registrado un crecimiento de alrededor de 8,9% en conjunto y, con ello, habría alcanzado su mayor crecimiento del 2023″, explicó el representante del IPE.

El crecimiento ha sido complementado con el resultado de la pesca y la manufactura primaria, agregó, y esto se debe a la autorización de la segunda temporada de la captura de anchoveta, que favoreció al sector.

Además, el agro rebotó en noviembre luego de tres meses consecutivos de caídas a doble dígito, pues en el penúltimo mes del año se adelantaron cosechas de algunos cultivos que beneficiaron la agroexportación, como la uva, explicó Crisólogo.

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Isaac Foinquinos, economista senior de Macroconsult, anotó que, por el contrario, los sectores no primarios continuaron cayendo por la menor construcción y manufactura no primaria, ante la debilidad de la demanda interna.

Sobre ello, Crisólogo comentó que los sectores no primarios, vinculados a la demanda interna, llevan 12 meses consecutivos en terreno negativo, el periodo más prolongado de retrocesos consecutivos que ha tenido el PBI primario en los últimos 20 años, inclusive por encima de lo que se registró durante la pandemia.

“La debilidad está fuertemente concentrada en sectores vinculados a la inversión. Se tiene a la manufactura no primaria cayendo a tasas cercanas al 6% o 7%. La construcción sigue cayendo a tasas de alrededor de 8%”, dijo.

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Recuperación

Este resultado positivo no significa el inicio de una recuperación y, para los especialistas, no hay indicios suficientes para asegurar que el crecimiento de la economía se mantenga en positivo en los próximos meses.

Para Foinquinos, se espera una recuperación más evidente, aunque débil, a partir del primer trimestre del 2024.

“En diciembre, el PBI podría volver a caer ligeramente, ya que no esperamos un incremento de la pesca en dicho mes. La captura de anchoveta fue mucho menos que en el mismo mes de 2022, y el crecimiento de la producción minera sería menor, se va diluyendo el efecto de la entrada de Quellaveco”, dijo el representante de Macroconsult.

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Sobre ello, desde el IPE afirmaron que en el 2022 se capturó alrededor de 1 millón de toneladas de anchoveta, mientras que sus estimados apuntan que en diciembre solo se habría capturado la mitad.

“Mientras no veamos una mejora significativa en los sectores que están más vinculados al gasto privado o al consumo y la inversión, será difícil que podamos tener una mejora mucho más consolidada de la economía”, refirió Crisólogo.

Choques

Para el 2024 se espera un rebote de los sectores agropecuario y pesca, debido a que las condiciones climáticas serán más favorables. Se espera que el Fenómeno de El Niño sea de magnitud moderada a débil, coincidieron los especialistas.

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“Lo importante es que, una vez que mejoran estos sectores, mejora la capacidad adquisitiva de los trabajadores que dependen de esas actividades y favorece al resto de sectores de la economía. Hay que recordar que, en el 2023, el agro ha registrado su peor crisis en las últimas tres décadas y emplea a casi el 25% de toda la fuerza laboral del país”, agregó Crisólogo.

En tanto, en el caso de la minería, se espera un leve crecimiento en ausencia del efecto Quellaveco y nuevos proyectos grandes que inicien producción, puntualizó Foinquinos.

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