Jueves, Enero 2

El domingo, en una entrevista con la agencia de noticias estatal TASS, el canciller ruso Sergei Lavrov dijo que Rusia no está satisfecha con las propuestas de Trump.

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“A juzgar por las numerosas filtraciones y por la entrevista que el propio Donald Trump concedió a la revista Time el 12 de diciembre, propone ‘congelar’ las hostilidades en la línea de combate y transferir a los europeos la responsabilidad de enfrentarse a Rusia. No estamos satisfechos con las propuestas de los representantes del equipo del presidente electo de aplazar durante 20 años la adhesión de Ucrania a la OTAN y de desplegar en Ucrania un contingente de paz formado por ‘fuerzas británicas y europeas’”, subrayó Lavrov.

El canciller agregó que hasta el momento Rusia no ha recibido ninguna señal oficial de Estados Unidos sobre cómo arreglar la situación en Ucrania.

“Hasta el 20 de enero, fecha de su toma de posesión, Donald Trump tiene el estatus de presidente electo, y toda la política en todos los frentes la determina el presidente en ejercicio y su administración. Y, por ahora, sólo este último está autorizado a mantener contactos con Rusia en nombre de Estados Unidos. De vez en cuando esto ocurre, pero en esos contactos no se habla de negociaciones sobre Ucrania”, explicó.

Lavrov también declaró que cualquier acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania “debe eliminar las causas fundamentales” que dieron origen al conflicto y “debe establecer un mecanismo para hacer imposible violarlas”.

Afirmó que las dos principales “causas fundamentales” de la guerra en Ucrania son la supuesta violación por parte de la OTAN de sus obligaciones de no avanzar hacia el este, y la supuesta discriminación del Gobierno Ucraniano contra los rusos étnicos, el idioma ruso, los medios de comunicación y la cultura rusas en Ucrania.

Cabe recordar que al inicio de la guerra, Putin exigió que se obligue a Ucrania a convertirse en un Estado neutral para siempre y que se garantice que nunca se unirá a la OTAN. También declaró que se debe reducir el tamaño del ejército ucraniano y destituir al gobierno de Zelensky.

Más de dos años después del inicio del conflicto, Putin ha incrementado las condiciones para una tregua. Ahora también pide que Ucrania renuncie a los territorios conquistados por las tropas rusas, y que reconozca la anexión de la peninsula de Crimea efectuada en el 2014.

Por su parte, Zelensky pide a sus aliados más armas, que estas tengan mayor poder, y garantías de seguridad antes de cualquier negociación con Rusia.

El diario estadounidense The Wall Street Journal informó a fines de noviembre, basado en fuentes cercanas a Trump, que uno de los planes del magnate es postergar el ingreso de Ucrania en la OTAN por lo menos durante 20 años, a cambio de lo cual Estados Unidos seguiría enviando armas a Kiev para disuadir a Rusia de lanzar nuevos ataques.

Agregó que todas las propuestas de Trump con respecto a Ucrania apuntarían a “congelar” la guerra, lo que implicaría la ocupación rusa de cerca de un 20% del territorio ucraniano, algo que rechaza Zelensky, pues ha exigido el retiro total.

Por su parte, el diario británico The Telegraph informó que Trump busca que tropas europeas resguarden una zona de 1.300 kilómetros de largo que sirva de colchón amortiguador entre los ejércitos de Ucrania y Rusia.

“Putin busca que Ucrania no exista”

El internacionalista Francisco Belaunde Matossian le dijo a El Comercio que el objetivo de Rusia es tener sometido a Ucrania, y que la propuesta de Trump va en contra de ese fin.

“El hecho de que haya tropas europeas en Ucrania no es aceptable para Rusia. Moscú ha dicho que puede aceptar un cese el fuego, pero quedándose con el territorio que ha conquistado, con las provincias que reclama como suyas, y desarmando por completo al ejército ucraniano. Lo que quiere en el fondo es convertir a Ucrania en una especie de vasallo de Moscú, y tener las manos libres para, eventualmente, apoderarse de todo el territorio”, sostuvo Belaunde.

Es inaceptable para Rusia que exista la posibilidad de que de acá a 20 años Ucrania pueda ser parte de la OTAN. Rusia quiere dominar completamente a Ucrania, desaparecerlo como un país independiente, es un objetivo que siempre ha tenido Putin”, insistió el analista.

En cuanto a la posibilidad de que Putin renuncie a algunos de los objetivos iniciales de la guerra, Belaunde consideró que eso es imposible. “Hay que recordar que en julio del 2021 Putin ya dijo claramente que Ucrania pertenece a Rusia”.

¿Si después de que asuma el poder el 20 de enero fracasa el plan de Trump para un acuerdo inmediato entre Ucrania y Rusia, Estados Unidos cortará toda la ayuda militar para provocar la rendición de Kiev? Belaunde opina que con el magnate “nunca se sabe”.

Trump dijo que iba a mantener la ayuda a Ucrania mientras se negociaba con Rusia. No se sabe si después la va a mantener o no. Pero sí es una posibilidad que deje de entregar armas a Ucrania, porque ello implica gastos y él está en contra de la idea de que Estados Unidos siga otorgando ayuda a otros países. Además, en general en Europa también ya hay cansancio con respecto a la guerra”, anotó Belaunde.

Ucrania y Rusia también están en posiciones complicadas de desgaste, están perdiendo muchos hombres en el campo de batalla, cada vez les es más difícil reclutar, Rusia sufre efectos muy negativos en términos económicos, aún cuando todavía mantiene una superioridad numérica muy grande”, afirmó.

Estados Unidos ha proporcionado más de US$65.000 millones

en asistencia de militar a Ucrania desde el incio de la invasión de Rusia en febrero del 2022.

En Estados Unidos, hay una corriente de opinión que señala que lo mejor sería entregar armas sofisticadas a Ucrania para que gane la guerra. “Es más difícil que se de esa situación, porque nadie quiere llegar a un enfrentamiento directo con Rusia. Los países han estado regulando la entrega de ayuda militar para evitar precisamente una escalada con Rusia, el miedo a enfrentarse con Rusia frena el apoyo a Kiev”, dijo Belaunde.

Ucrania frena sus ataques con Atacms

El pasado 19 de noviembre, Ucrania disparó por primera vez un misil Atacms de largo alcance contra territorio ruso. Lo hizo luego de recibir el permiso de Estados Unidos, país donde se fabrica esta arma y que le fue entregada a Kiev como parte de la ayuda militar estadounidense. El Reino Unido también permitió que emplee los Storm Shadow.

Sin embargo, más de un mes después Ucrania ha reducido el uso de los Atacms y Storm Shadow contra Rusia.

¿Por qué pasa eso? El diario The New York Times explicó que una de las razones es que Kiev se está quedando sin misiles. También recordó que Trump ha dicho públicamente que permitir el uso de los Atacms contra Rusia fue un gran error.

El Times precisó que los Atacms y los Storm Shadow no han cambiado el rumbo de la guerra, que tampoco se ha intensificado, como se temía.

Rusia respondió solo una vez lanzando el nuevo misil balístico hipersónico Oreshnik de alcance intermedio contra una instalación armamentística de Ucrania. Luego, volvió a las represalias mediante el disparo de drones, misiles y apelando a las amenazas.

El New York Times detalló que desde la autorización de Estados Unidos y el Reino Unido, Ucrania ha lanzado al menos seis ataques con misiles de largo alcance. En dichas acciones usó al menos 31 Atacms y 14 Storm Shadow.

El ataque más dañino parece haber sido el de los Storm Shadow lanzados el 20 de noviembre contra un búnker de mando ruso cerca de Márino, en la región de Kursk.

El 21 de noviembre Rusia respondió lanzando el Oreshnik, un arma que es capaz de alcanzar cualquier parte de Europa.

Seis días después, el general ruso responsable de la invasión de Ucrania llamó al principal asesor militar de Joe Biden para hablar de su preocupación por la escalada, dijo el NYT.

Tras esa llamada, Ucrania no disparó Atacms ni Storm Shadow durante dos semanas. Rusia también redujo sus ataques con misiles y drones.

Pero el 11 de diciembre, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que Ucrania disparó seis Atacms contra un aeródromo militar en la ciudad meridional rusa de Taganrog y prometió represalias.

Estados Unidos advirtió entonces que Rusia podría estar preparándose para disparar otro Оreshnik. Pero Moscú lanzó un ataque aéreo a gran escala, al disparar 93 misiles y casi 200 drones contra la infraestructura energética de Ucrania.

El 18 de diciembre, Ucrania disparó seis misiles Atacms y cuatro Storm Shadow contra una de las mayores instalaciones de la industria química de Rusia, en la región rusa de Rostov. Dos días después, Rusia disparó varios misiles contra Kiev.

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