El presidente de Bolivia, Luis Arce, cambió este lunes a la cúpula policial en medio de la tensión política por las marchas y bloqueos que seguidores del exmandatario Evo Morales llevan a cabo para evitar su eventual captura.
Arce posesionó al general Augusto Russo como comandante general de la policía, y a Guillermo Chacón como subcomandante. También fueron anunciados los nuevos jefes de los nueve departamentos del país.
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Durante el evento, el ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, enfatizó que la policía “tiene la misión constitucional” de “defender al pueblo de toda amenaza que pueda atentar contra su integridad”.
El alto mando debía haber juramentado a comienzos de año, pero las pugnas en el Congreso entre los aliados de Arce y de Morales retrasaron los ascensos a generales.
Ambos políticos libran una feroz disputa por la candidatura presidencial del oficialismo para las elecciones de 2025. La tensión ha ido escalando.
Morales, que a mediados de septiembre lideró una masiva protesta contra el gobierno de su exministro, se enfrenta una probable orden de aprehensión por parte de la fiscalía, que lo investiga por el supuesto abuso de una menor con quien habría tenido una hija en 2016.
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Si el ministerio público finalmente ordena la detención de Morales, es la policía la que debe cumplir la medida.
Este lunes decenas de simpatizantes de Morales bloquearon importantes vías en los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba -donde el expresidente pasa la mayor parte del tiempo- para “resguardar la libertad, integridad y (evitar) el secuestro” de su líder, según un manifiesto público.
Los campesinos advirtieron que bloquearán toda Bolivia en el marco de su protesta indefinida.