El pasado jueves, los cielos de distintas ciudades del sur del Perú se tiñeron de un inusual tono anaranjado debido a una intensa tormenta de arena. El fenómeno, que sorprendió a muchos, fue registrado en videos que rápidamente se viralizaron en redes sociales. Las imágenes muestran cómo el polvo cubría calles enteras, reduciendo drásticamente la visibilidad y obligando a los ciudadanos a buscar refugio.
Entre las zonas más afectadas estuvieron localidades como Parcona, Ocucaje, Palpa, Pisco, Santiago y Nasca, en la región Ica. Las ráfagas de viento comenzaron pasadas las dos de la tarde y se intensificaron rápidamente. Los transeúntes, sorprendidos, optaron por ingresar a tiendas o cerrar ventanas, mientras los comerciantes bajaban sus cortinas para evitar que el polvo ingresara a sus establecimientos.
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Ciudades como Tacna y Arequipa también reportaron la presencia de vientos fuertes y polvaredas que dificultaron el tránsito vehicular y la actividad comercial.
Origen de las tormentas
Pero, ¿a qué se debe este fenómeno? De acuerdo con información del Ministerio del Ambiente, estas tormentas son provocadas por los llamados vientos Paracas, un fenómeno meteorológico característico del invierno en la costa peruana. Estos vientos se presentan principalmente entre los meses de julio y setiembre y pueden alcanzar velocidades de entre 33 y 70 kilómetros por hora.
Los vientos Paracas son frecuentes en zonas peninsulares como Ica, Piura y Lambayeque. Se originan por el fortalecimiento del anticiclón del Pacífico Sur, una masa de alta presión atmosférica que impulsa vientos fríos hacia la costa peruana. Esta interacción, combinada con las corrientes marinas frías, favorece el desarrollo de estos vientos intensos.
La diferencia de temperaturas entre el mar y el continente crea inestabilidad en la atmósfera. Cuando el aire caliente del continente asciende y el aire frío del océano lo reemplaza, se generan corrientes de viento que, al pasar por zonas áridas como las pampas de Ica, levantan grandes cantidades de polvo y arena. Esto reduce considerablemente la visibilidad y puede afectar tanto el tránsito como las actividades cotidianas.

Aunque este fenómeno no está considerado como peligroso en sí mismo, sí puede provocar daños estructurales menores. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) advierte que estos vientos pueden causar el desprendimiento de techos ligeros, ventanas mal sujetas o incluso ramas de árboles. Además, en el ámbito marítimo, podrían ocasionar oleajes anómalos.
En el sector agrícola, las tormentas de arena también generan consecuencias. La exposición prolongada al viento puede provocar la pérdida de humedad en hojas y flores, afectar la polinización y deteriorar cultivos. Sin embargo, no todo es negativo: los fuertes vientos también pueden ser aprovechados para la generación de energía eólica limpia, una fuente renovable que no contamina el ambiente.
Ante la presencia de estos fenómenos, el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) recomienda a la población mantenerse informada a través de canales oficiales, evitar el contacto con cables eléctricos expuestos, objetos punzocortantes o estructuras que puedan colapsar. En caso de presentar dificultades respiratorias o síntomas alérgicos, se aconseja acudir al centro de salud más cercano.
¿Predicen sismos?
Finalmente, surge una duda frecuente entre la población: ¿estos vientos tienen alguna relación con los sismos? La respuesta, según los expertos, es no. Aunque existe la creencia popular de que ciertos fenómenos atmosféricos —como lluvias intensas, calor extremo o vientos fuertes— podrían anunciar un sismo, no existe evidencia científica que respalde esa idea. Los movimientos telúricos están relacionados con procesos geológicos y no con condiciones climáticas.
Tampoco hay pruebas de que un terremoto genere cambios en el clima o cause lluvias, como a veces se cree. Los fenómenos atmosféricos y los sismos responden a causas completamente distintas. Por ello, los especialistas recomiendan no dejarse llevar por rumores y mantenerse atentos solo a información respaldada por entidades especializadas.













