Viernes, Noviembre 29

Como parte del acuerdo, en 60 días Israel retirará del Líbano a sus fuerzas militares, mientras que Hezbolá debe abandonar el sur del territorio libanés. Estados Unidos, algunos de sus aliados, el ejército del Líbano y la misión de paz de la ONU se encargarán de verificar que se cumpla el pacto.

MIRA: Esto es lo que dice el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá en el Líbano

El intercambio de fuego, iniciado el 8 de octubre del 2023, ha causado 3.823 muertos en el Líbano y 129 en Israel. También cientos de miles de desplazados a ambos lados de la frontera. La cúpula de Hezbolá fue prácticamente aniquilada por las fuerzas militares israelíes. Además, los daños materiales en el Líbano debido a los bombardeos superan los 8.500 millones de dólares.

El 7 de octubre del 2023, Hamás atacó de manera sorpresiva en territorio de Israel y mató a más de 1.200 personas. Además, se llevó a unos 250 secuestrados a Gaza, de los cuales 101 permanecen cautivos.

En represalia, Israel declaró la guerra a Hamás, prometió eliminar completamente al grupo islamista e invadió Gaza. Desde entonces, 44.330 personas han muerto en territorio palestino, la mayoría mujeres y niños, y 104.933 resultaron heridas. El enclave ha sido arrasado casi por completo por los bombardeos.

El 27 de setiembre del 2024, Israel mató a Hassan Nasrallah,

máximo líder de Hezbolá, en un ataque con bombas antibúnker al cuartel general de la milicia chiita ubicado en el suburbio de Dahiyeh, en Beirut.

Tras el acuerdo alcanzado en el Líbano, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo el miércoles que renovará los esfuerzos de su país para lograr un alto el fuego en Gaza y la liberación de los rehenes.

Hamás se pronunció a través de un comunicado en el que dijo que el alto el fuego en el Líbano era una derrota de Israel y agradeció a la “resistencia islámica” por su “solidaridad” con el pueblo palestino. Manifestó su compromiso de lograr un pacto similar en Gaza “dentro de los parámetros que hemos acordado a nivel nacional”.

Sin embargo, el jueves el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Saar, aseguró que su país proseguirá sus operaciones militares en Gaza hasta que se libere a los 101 rehenes.

“Acabaremos la guerra en Gaza cuando alcancemos nuestros objetivos”, dijo Saar.

Tenemos tres objetivos: primero devolver a sus hogares a 101 civiles rehenes… el segundo es desmontar totalmente la infraestructura militar y gubernamental de Hamás, y el tercer objetivo es eliminar la amenaza de la Franja de Gaza para la seguridad de los ciudadanos de Israel”, enumeró. Se trata de los mismos objetivos que fueron esgrimidos por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, cuando declaró la guerra a Hamás.

La paz lejana en Gaza

¿Por qué es tan difícil llegar a una tregua en Gaza? Lo último que se supo de las infructuosas negociaciones auspiciadas por Estados Unidos, Qatar y Egipto es que Hamás exigía un alto el fuego permanente desde el principio y la retirada total de los soldados israelíes de Gaza antes de entregar a la mayoría de los rehenes. Israel respondió que está dispuesto a un alto el fuego solo después de desmantelar las capacidades militares y de gobierno de Hamás.

Para el analista internacional Enrique Banús, el alto fuego en el Líbano se dio debido a que que tanto Israel como Hezbolá tenían un interés en llegar a ese acuerdo.

Hezbolá porque tiene que salvar su sobrevivencia como sea. Israel porque desde el punto de vista militar ha debilitado mucho a Hezbolá y ya no se puede conseguir mucho más sin unos destrozos tremendos”, dijo Banús a El Comercio.

El analista remarcó que a diferencia de lo que pasa en el territorio palestino, en el Líbano hay un gobierno y un ejército. “No pintan mucho, pero hay una cierta apariencia de legitimidad”.

“En Gaza la situación es otra, porque ni Israel ni Hamás parece que tienen la voluntad de llegar a un alto el fuego. Israel no porque su objetivo es destruir totalmente a Hamás al precio que sea. Que haya un destrozo total y víctimas civiles en abundancia en Gaza parece que no es argumento que impresione a Israel. Y lo que quiere Hamás es una guerra en la que Israel se vaya aislando cada vez más, porque la destrucción que está dejando ya no es aceptada por una parte de la comunidad internacional, y busca también que en algún momento se rompa la unidad dentro de Israel”, remarcó Banús.

“La táctica de Hamás conlleva un precio inmenso que ya está pagando la población. La situación en Gaza es mucho más complicada para llegar a una tregua”, siguió.

Banús indicó que no hay ningún indicio de que Hamás esté dispuesto a ceder el poder en Gaza, territorio que gobierna desde el 2007.

“El tema es que tampoco Israel ni los países occidentales están trabajando en una solución política, menos Hamás. ¿Ceder el poder a quién? Si en este momento se llegara a un acuerdo, nadie sabe qué gobierno se encargaría de Gaza”, aseveró Banús.

“Tampoco sabemos qué es lo que tiene el equipo de Donald Trump en mente cuando dice que él en un día terminaría con la guerra en el Oriente Medio. ¿En qué solución están pensando? De momento no hay indicio alguno de que tenga alguna propuesta concreta”, indicó.

Calificó como muy buena noticia el acuerdo en el Líbano, pero aseguró que no tendrá un efecto contagio en Gaza.

El analista internacional Francisco Belaúnde Matossian coincide en que ni Hamás ni Israel han tenido la voluntad para llegar a un acuerdo.

“Las veces que han conversado Hamás ponían exigencias que Israel no aceptaba y viceversa, y ahora Hamás dice que está dispuesto a llegar a un alto el fuego”, sostuvo.

“En el caso de Israel, los dos partidos más extremistas que forman parte de la coalición de gobierno no están de acuerdo con una tregua. Ellos quieren seguir con la guerra porque su intención es recolonizar Gaza. Son una fuerza muy importante que Netanyahu debe tener en cuenta”, indicó Belaunde.

“A Netanyahu también le conviene que la guerra se mantenga porque eso hace que el juicio por corrupción que tiene se vaya postergando”, agregó.

Belaunde cree que las presiones internacionales pueden ir en aumento, al igual que la presión de las familias de los rehenes, y esa combinación podría hacer que las partes empiecen a ceder y busquen un acuerdo.

Pero también recordó que la semana pasada el diario israelí Haaretz reveló que el ejército de Israel está construyendo infraestructura en Gaza que hace pensar que no tiene planes de salir de ese territorio en el corto plazo.

“Eso indica que en este momento es imposible tener en Gaza un acuerdo similar al del Líbano, donde en un plazo de 60 días todos los soldados de Israel tienen que salir”, precisó Belaunde.

Un acuerdo tendría que implicar la retirada total del ejército israelí, pero en las actuales circunstancias es muy difícil que ello suceda”, siguió.

En cuanto a Hamás, Belaunde no cree que esté dispuesto a una renuncia total al poder en Gaza. Agregó que quizá acepte compartirlo con la Autoridad Palestina.

Pero Israel no va a permitir que ellos se mantengan en el poder. Ni como cogobierno. ¿Entonces qué se hace? Es mucho más difícil la solución al conflicto en Gaza”, finalizó.

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