
Un nuevo escándalo ha sacudido a la Policía Nacional del Perú (PNP), luego de que se revelara la participación de al menos siete efectivos policiales en el robo de un lingote de oro valorizado en 600 mil dólares. El asalto ocurrió el pasado 30 de marzo en el primer puerto del país y ha encendido las alarmas sobre la infiltración del crimen organizado dentro de las propias filas policiales.
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Según la información difundida por la Fiscalía y la División de Investigación Criminal (Divincri) del Callao, el atraco se produjo cuando un grupo de agentes, presuntamente coludidos con delincuentes civiles, interceptó un vehículo que transportaba el valioso cargamento, el cual era custodiado por dos marinos en actividad. Durante el enfrentamiento, el suboficial Edgar Morales García resultó herido de bala en el tórax.
La investigación fiscal ha logrado identificar a los implicados mediante pericias de geolocalización, análisis de conversaciones en WhatsApp y registros de videovigilancia. Las imágenes captadas por cámaras de seguridad revelaron que Morales había participado en una reunión con miembros de la banda horas antes del asalto, en una calle del distrito de Los Olivos.
Uno de los principales involucrados es el suboficial Víctor Alfonso Hinostroza Luque, alias “Rayo”, señalado como presunto cabecilla de la organización delictiva. Hinostroza no es un desconocido para la justicia: en 2021 fue detenido por el robo de 15 kilos de oro (valorados en un millón de dólares) durante un falso operativo en la avenida Elmer Faucett.
En aquel entonces, se dictó prisión preventiva por nueve meses, pero hasta la fecha se desconoce cómo logró recuperar su libertad y, más aún, reincorporarse a la institución policial.
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Además de Hinostroza y Morales, han sido detenidos el suboficial Edu Aldair Rojas Wong y el civil Robert Ríos Magallanes. Ambos enfrentan cargos por robo agravado y pertenencia a banda criminal. El Décimo Juzgado de Investigación Preparatoria del Callao les dictó trece meses de prisión preventiva mientras continúan las investigaciones.
Las autoridades continúan con las diligencias para identificar al resto de los implicados y determinar la magnitud de la red criminal infiltrada en la Policía.