Los problemas de Petro-Perú aumentan día tras día, mientras que la administración de la compañía parece ocupar su tiempo en pugnas en medio del vaivén de los apetitos políticos.
Así, este Diario dio a conocer, días atrás, el remezón que significó para los trabajadores de la refinería de Talara la suspensión del servicio de limpieza, recorte que incluye la provisión de papel higiénico y jabón para los baños.
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Petroperú
Ahora, fuentes del sector hidrocarburos advierten que el complejo refinero podría detener operaciones por falta de pago del servicio de gas natural.
Y es que la estatal estaría debiendo, cuando menos, dos facturas mensuales al concesionario de gas natural, Gasnorp, empresa que ostenta el monopolio de la distribución de este energético en Piura.
Por este motivo, la empresa de gas habría enviado una carta a Petro-Perú, inquiriéndole la cancelación de su deuda hasta el próximo 13 de diciembre (sábado), so pena de suspender el suministro de gas para la refinería, revelaron las fuentes consultadas.
Esto, en claro cumplimiento del reglamento de distribución de gas natural, el cual establece que el concesionario puede cortar su servicio, sin previo aviso, a un deudor que acumula dos recibos vencidos.

“El reglamento dice que no se necesita un aviso previo para realizar el corte, pero Gasnorp ha emitido una comunicación a Petro-Perú, dadas las implicancias que tendría esta medida”, manifiesta una fuente del sector.
Las implicancias, en efecto, serían trágicas para la estatal.
IMPACTO EN LA REFINERÍA
Según varios especialistas consultados para este reporte, el corte del servicio de gas para la refinería conduciría, necesariamente, a su paralización, pues dicho energético es usado para generar calor (energía) en hornos y calderas, proceso en torno al cual gira todo el proceso de refinación.
“Se trata de un jaque mate para la refinería porque, sin gas, esta no puede funcionar”, apunta una fuente del sector.
Cabe señalar que la paralización del complejo refinero agravaría la complicada situación financiera de Petro-Perú porque le privaría de percibir ingresos valiosos para pagar sus deudas, incluyendo las que ha adquirido con sus proveedores de crudo y con los bonistas de la refinería.
Federico Noguera, consultor en gas y petróleo, advierte, sin embargo, que la refinería tendría todavía cierto margen para operar, aunque con bastantes dificultades.
Ello, debido a que algunas unidades del complejo refinero han sido diseñadas para trabajar con otros tipos de combustibles, como el flexigás, que es producido en la planta de Flexicoking (FCK).
El problema, apunta el especialista, es que “nadie sabe a ciencia cierta si la unidad de FCK está trabajando al 100% o no”.
Por lo demás, indica que Petro-Perú podría emplear el GLP y la nafta que produce la misma refinería para hacer funcionar ciertos procesos, pero exponiéndose a pérdidas económicas porque dejaría de vender esos productos en elmercado local.
“La falta de gas natural es un tema muy delicado porque va a limitar el proceso de la refinería. Posiblemente seguirán funcionando algunas unidades, pero no todas, y eso va a ser un golpe tremendo para la compañía”, refiere.
CONTEXTO
El impasse entre Petro-Perú y Gasnorp ocurre en una coyuntura de extrema gravedad para la estatal.
Esto es, en momentos en que las petroleras de Piura exigen al Gobierno el pago de la deuda (más de US$120 millones) que la estatal ha contraído con ellas por la provisión de petróleo para la refinería de Talara.
Según trascendió, las empresas petroleras estarían dispuestas a dejar de vender crudo a Petro-Perú, su único y principal comprador, si no reciben el dinero que se les adeuda.




