
Prevost lleva al trono de San Pedro un compromiso social forjado en el calor del norte peruano, entre sus carencias y esperanzas. Allí moldeó un pensamiento político marcado por la justicia y la búsqueda incansable de la paz. Además, con sus pronunciamientos en varias ocasiones sobre temas claves de la política nacional e internacional, ha dejado entrever su perfil político.
En febrero de 2023, cuando aún era obispo de Chiclayo y se preparaba para asumir como prefecto del Dicasterio para los Obispos en el Vaticano, alzó la voz en medio de las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte y el Congreso de la República, que comenzaron en diciembre de 2022 tras el golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo.
“El pueblo peruano siempre ha representado un amor grande por la paz, la libertad, por el bien de todos. Lamentablemente hubo muchos mensajes de odio y de discriminación que han hecho mucho daño”, dijo entonces.
Mensaje directo a las autoridades
En ese mismo contexto, Prevost hizo un llamado a las autoridades de turno: “Es cierto que hay reclamos que son legítimos, que son válidos. Las autoridades políticas tienen que aprender a escuchar mejor, a ver cómo responder mejor, a tratar de promover el bien, la justicia, una justicia igual para todos”, dijo.
Agregó que el camino hacia la solución pasaba por la unidad: “Mediante un auténtico compromiso de trabajar unidos podemos solucionar nuestros problemas. Es importante que dejemos de lado el odio y la violencia, y que nos pongamos a trabajar unidos”.
Antes de partir a Roma para asumir como prefecto del Dicasterio para los Obispos —uno de los cargos más importantes de la Curia romana—, confesó su pesar por dejar el país en un momento crítico, por las muertes de ciudadanos durante las protestas antigubernamentales.
“Mucha tristeza y mucho dolor. Incluso, le dije al Santo Padre, en cierto sentido, que no es el mejor momento para dejar el país. Yo quiero seguir acompañando al pueblo. Creo que la gran mayoría de nosotros buscamos la reconciliación y la paz”, señaló en diálogo con la prensa.
Aquella vez, solicitó promover la democracia: “Hay sectores de la población que se sienten olvidados, tienen reclamos legítimos. Al mismo tiempo, hay una parte de ese conflicto que no representa lo mejor del pueblo peruano. Tiene intereses particulares. Hay que ver la forma de promover la democracia”.
Reflexión tras el indulto a Fujimori
Su mirada crítica sobre los asuntos políticos del Perú también se manifestó con claridad en 2017, cuando se refirió al indulto otorgado por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski al exmandatario Alberto Fujimori.
“El expresidente Alberto Fujimori pidió perdón en una forma, digamos, genérica. […] Tal vez de su parte sería mucho más eficaz pedir perdón expresamente por algunas de las grandes injusticias que fueron cometidas, por las cuales fue juzgado y sentenciado”, expresó.
Prevost insistió en que el perdón debía ser sincero, fundamentado en la verdad y orientado a la reconciliación nacional: “Hay que pedir perdón, también hay que reconocer que, por medio de un auténtico diálogo con la verdad, el dolor de muchas familias hasta ahora sigue muy fuerte, vigente”.
También lanzó una crítica a la clase política peruana: “Hay otros políticos, congresistas, que han hablado mucho. No sé, si ponemos a todos ellos con un detector de mentiras, quién aprueba el examen. No quiero llamar a nadie mentiroso, lo que sí quiero decir es que la verdad muchas veces se ha escondido detrás de muchas falsedades o medias verdades, buscando ventaja política. Aquí es donde es importante poner todas las cartas sobre la mesa”.
No solo se expresó desde el púlpito o las redes. También fue mediador en conflictos políticos regionales, como el que ocurrió entre autoridades de Lambayeque, donde intervino buscando el diálogo entre actores enfrentados por discrepancias de gestión.
Fue en el 2017, cuando el otrora alcalde provincial de Chiclayo, David Cornejo, y el entonces gobernador regional de Lambayeque, Humberto Acuña, zanjaron sus conflictos al término de la Misa Te Deum, con Prevost como intermediario.
Rechaza políticas antiinmigrantes
Prevost mostró un compromiso claro con la democracia, exhortando al diálogo y a la reconciliación en momentos de tensión social. Pero sus posturas políticas no se han limitado a la coyuntura peruana.
Antes de ser elegido papa, se refirió indirectamente a la política migratoria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La agencia de noticias EFE analizó su cuenta en la red social X (antes Twitter) y encontró una línea coherente en defensa de los derechos de los migrantes y en oposición a las medidas de deportación masiva impulsadas por Trump, particularmente los acuerdos con el presidente salvadoreño Nayib Bukele para enviar indocumentados a cárceles de máxima seguridad.
En su última actividad pública en la red social, el 14 de abril de este año, Prevost compartió una publicación del obispo salvadoreño Evelio Menjivar-Ayala que denunciaba esos acuerdos.
A lo largo de la última década, su cuenta en X reflejó una postura clara a favor de los pobres, los migrantes —incluidos los refugiados venezolanos en Perú—, la lucha contra el cambio climático, y la condena a la violencia y el racismo. En uno de sus retuits, se sumó a la conmemoración de la muerte de George Floyd, víctima de la brutalidad policial en 2020, en Estados Unidos.
También retuiteó críticas al actual vicepresidente de EE.UU., James David Vance, quien defendió en televisión la prioridad del amor hacia los ciudadanos nacionales sobre los inmigrantes. Prevost compartió un artículo titulado: “JD Vance se equivoca: Jesús no nos pide que jerarquicemos nuestro amor por los demás”, dejando en claro su distancia con esa visión.
Prevost rara vez ha tuiteado contenidos propios. Su cuenta se nutre de retuits. Probablemente adoptará pronto la cuenta oficial del papa en X, tras mantener una presencia discreta en esa red social.
En X solo sigue 87 perfiles, entre los que se encuentran el cardenal Pedro Barreto, el expresidente Martín Vizcarra y monseñor Miguel Cabrejos, cuya dimisión como arzobispo de Trujillo fue aceptada por el fallecido papa Francisco en febrero pasado.
En contra de la pena de muerte
A lo largo de su carrera, Prevost ha rechazado firmemente la pena de muerte. En abril de 2022, fue enfático: “Hay que estar siempre a favor de la vida en todo momento. Como Iglesia, nosotros enseñamos que la pena de muerte no es admisible. […] Hay que ver otras formas de buscar la justicia”, dijo en diálogo con la prensa, desde Chiclayo.
En esa misma intervención, reflexionó sobre la necesidad de canalizar la indignación social de forma constructiva: “La indignación se entiende perfectamente. […] Es importante buscar soluciones que realmente van a tener mayor efecto. La indignación tiene que ser canalizada en reformas en la legislación, en la sociedad, en la formación de los jóvenes. Buscar sangre por sangre no es una respuesta”.
También se opuso a propuestas de medidas punitivas extremas como la castración química, declarando: “En países donde se utiliza, tampoco convencen los resultados. Son los expertos los que tendrán que evaluar esto, pero los efectos disuasorios de tales medidas hasta ahora no se han visto tan eficaces. […] Responder con algo que satisface el deseo de venganza no nos lleva hacia una altura de lo que es el ser humano, más bien, nos hace bajar cada vez más”.
En marzo de 2023, poco antes de viajar a Roma, una resolución suprema firmada por Dina Boluarte y el entonces ministro de Justicia, lo reconoció como administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo.
En ese cargo fue sucedido por el monseñor Guillermo Antonio Cornejo Monzón el 14 de abril del 2023.
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