Poco ya queda del patilargo jugador que era visto, allá por el 2017, como el heredero de Neymar. Del extremo que costó 145 millones de euros al Barcelona al falso nueve que hoy lapida rivales con generosidad y resuelve con solvencia y brillantes solo permanece intacta la sonrisa grande y tímida.
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Todo lo demás ha cambiado en Ousmane Dembelé, o mejor dicho, se ha transformado gracias al pulido obsesivo de un visionario como Luis Enrique. De ser el hombre que no podía dejar de lesionarse pasó a obtener recientemente el premio The Best al Jugador de la FIFA 2025, y poco antes el Balón de Oro, producto de un ciclo agosto 2024-agosto 2025 en el que fue extremadamente determinante en un PSG que lo ha ganado todo: Champions League, la Ligue 1, la Copa de Francia y el Trofeo de Campeones.
Además de ser elegido mejor jugador de la ‘Orejona’ que se llevó a casa. Un rara avis del fútbol moderno, Dembelé nos recuerda que incluso los tocados por la varita mágica del talento abundante necesitan encontrar su lugar en el mundo, su escenario perfecto. Pero sobre todo, un guía predominante que los oriente y dé claridad y dirección a los dones naturales de una figura a la que se le exige todo.
Las claves del ‘Mosquito’
Al francés de hoy 28 años le tomó tiempo, pero la llegada del entrenador español al cuadro parisino y la partida de Kylian Mbappé al Real Madrid terminaron por cuajar su renacimiento.
“Dembelé, el futbolista que perdió 41 veces la pelota en un partido”, fue uno de los titulares más agresivos sobre el francés durante su penosa estadía en Barcelona, donde junto con Philippe Coutinho se les culpaba de personalizar el fracaso de la política deportiva del club azulgrana en las últimas temporadas.
Andoni Zubizarreta, exarquero del Barcelona y con gran paso por la selección española, escribió hace cinco años una columna en el diario El País sobre el ahora jugador del PSG que tituló “Dembelé y el tiempo”, texto en el que teoriza sobre las habilidades del francés para entender el juego y se pregunta preocupado del por qué un ser tan habilidoso no alcanza la hegemonía en el fútbol de élite. Se cuestiona sobre las condiciones tácticas del Barcelona de ese entonces, pero también del resguardo anímico que lo respaldaba.

La seguridad y confianza es también el cariño propicio para la eclosión del talento. Con Luis Enrique, el extremo le agregó presión y sacrificio a un fútbol vistoso que pasó de habilidad circense a un juego más asociativo, además de optimizar su capacidad de finalización.
Y claro, dejó de ir solo por la banda para acomodarse mejor detrás del nueve, con libertad de movimiento y una inteligencia táctica que alcanzó picos de rendimiento.Sí, es exagerado, pero lo suyo puede ser comparado con aquél milagro que Gareca, entre apapachos y reprimendas, logró con ese otro inefable llamado Christian Cueva.
El recuerdo peruano
Pero dentro de esa historia global también hay un vínculo periférico con el Perú. Dembélé y la selección peruana se encontraron en el Mundial de Rusia 2018, en la fase de grupos.
No fue un choque histórico por el resultado, pero sí por la textura humana del evento: Perú regresaba a una Copa del Mundo después de 36 años, con Edison Flores, Christian Cueva, Paolo Guerrero y Jefferson Farfán como estandartes.
![MUN22-90. EKATERIMBURGO (RUSIA), 21/06/2018.- El centrocampista peruano Christian Cueva (i) y el defensa francés Raphaël Varane durante el partido Francia-Perú, del Grupo C del Mundial de Fútbol de Rusia 2018, en el Ekaterimburgo Arena de Ekaterimburgo, Rusia, hoy 21 de junio de 2018 (RUSSIA SOCCER FIFA WORLD CUP, France, Peru, Ekaterinburg). EFE/Lavandeira jr [ATENCIÓN EDITORES: Sólo Uso editorial. Prohibido su uso en referencia con entidad comercial alguna. Prohibido su uso en alertas, descargas o mensajería multimedia en móviles. Las imágenes deberán aparecer como fotografías congeladas y no podrán emular la acción del juego mediante secuencias o fotomontajes. Ninguna imagen publicada podrá ser alterada, mediante texto o imagen superpuesta, en el caso de que (a) intencionalmente oculte o elimine el logotipo de un patrocinador o (b) añada y/o cubra la identificación comercial de terceras partes que no esté oficialmente asociada con la Copa Mundial de la FIFA.] RUSIA FÚTBOL MUNDIAL 20](https://elcomercio.pe/resizer/v2/NTXC52STVBALNEPAXCPI3AMFTI.jpg?auth=670ea5ca8ab673e61654d772a3221436207ebae6d374a4e91a752da7d56ace06&width=1203&height=800&quality=75&smart=true)
Dembélé ingresó en el minuto 75 de aquel partido, y aunque su presencia fue breve, representó algo más que minutos en la cancha: fue un momento donde dos historias paralelas —la suya de meteórica ascensión, la nuestra de regreso largamente esperado— coincidieron en el mismo escenario.













