Sábado, Septiembre 28

MIRA: “Los conflictos se han multiplicado y crece el riesgo del uso de las armas nucleares”

En un inicio, la preocupación invadió a los surcoreanos pues pensaron que en las bolsas que caían del cielo había material tóxico o sustancias bioquímicas peligrosas. Pero solo se trataba de tierra, cáscaras de plátanos, colillas de cigarros, papeles usados, zapatos viejos e incluso, excrementos.

Una tomadura de pelo, podría pensarse, pero para Pyongyang el asunto es bastante más serio. Ya lo dijo Kim Yo-jong, la poderosa hermana de Kim Jong-un y vicedirectora del Departamento de Agitación y Propaganda: “Advierto severamente a Seúl que detenga de inmediato sus actividades peligrosas que provocarían aún más una crisis de confrontación”.

Y es que la pelea de globos no es nueva, aunque esta vez sí ha sorprendido el nivel de respuesta de los Kim en una política que ellos han denominado “ojo por ojo”. Activistas de Corea del Sur, sobre todo desertores del Norte, realizan desde hace muchos años campañas de propaganda enviando globos con panfletos críticos hacia el régimen, además de dispositivos USB con K-Pop y telenovelas coreanas. Otros lanzan al mar botellas con comida, medicinas y billetes.

Si hay algo que perturbe más al Gobierno de Corea del Norte, que funciona como una autocracia que mantiene aislado al país, es la propaganda que llegue del exterior, por eso en el 2020 el Parlamento de Seúl aprobó una ley que penalizaba el lanzamiento de folletos contra el régimen de los Kim, a manera de rama de olivo hacia sus vecinos. Sin embargo, en el 2023, el Tribunal Constitucional surcoreano consideró que la norma era restrictiva de la libertad de expresión y los activistas retomaron sus planes, aupados por la actual administración del presidente Yoon Suk-yeol, que mantiene una postura más dura hacia los Kim.

PROPAGANDA DESDE EL SUR

  • El grupo Fighters for Free North Korea es uno de los más activos en el lanzamiento de globos y propaganda hacia el Norte.  
  • En medio de las recientes provocaciones, lanzó 5 mil memorias USB con videos y música K-pop, además de 2 mil billetes de un dólar. 

De hecho, la respuesta de Pyongyang y sus globos de basura provocó que Corea del Sur suspenda un tratado intercoreano de distensión militar firmado en el 2018, cuando ambos países mantenían mejores relaciones. Además, Seúl volvió a montar unos inmensos altavoces en la frontera para lanzar mensajes contra Pyongyang y emitir música de BTS.

La represalia no tardó en llegar y Corea del Norte mandó más globos e implementó sus propios parlantes cerca de la frontera, en un pico a pico casi infantil, pero que podría acabar peor de lo esperado, teniendo en cuenta que son países que técnicamente siguen en guerra y que uno de ellos no se cansa de lanzar misiles.

¿El reinicio de la guerra?

El ambiente en la península coreana siempre ha sido tenso, sobre todo desde el inicio de la escalada nuclear de Pyongyang, pero estos últimos incidentes ocurren en los momentos más bajos de la relación entre ambos países, cuando el diálogo está estancado y cualquier palabra malinterpretada puede encender la chispa en una frontera muy caliente.

“La situación es muy preocupante porque actualmente hay muy pocos canales de comunicación entre ambas Coreas. No hay una diplomacia activa y es el punto más bajo de sus relaciones en mucho tiempo. Se está creando un ambiente peligroso porque cualquier acción puede ser potencialmente malinterpretada”, señala Jenny Town, experta en política coreana, a la cadena Deutsche Welle.

En enero, Kim Jong-un declaró a Corea del Sur como principal enemigo del país y eliminó la meta de la reunificación de la Constitución, además de destruir un emblemático e inmenso monumento construido por su padre en el 2001 y que recreaba la posible reconciliación con su vecino del Sur.

“Independientemente de lo que digan las constituciones norcoreana o surcoreana, la realidad es que ambos países están enzarzados en una competición por representar legítimamente a la etnia coreana de la península. Esa es la verdad fundamental de la política peninsular, y lo ha sido durante más de 70 años. Ninguna de las partes puede eludirla”, sostiene a El Comercio Christopher Green, experto en la Península Coreana y asesor principal del think tank International Crisis Group, con sede en Bruselas.

Desde inicios de año también se han intensificado la simulación de ataques nucleares contra Seúl, mientas que Corea del Sur ha realizado ejercicios militares junto a Estados Unidos y Japón muy cerca de la frontera, por lo que la continua intimidación se ha vuelto cada vez más frecuente en este 2024.

A ninguno de los dos países le conviene que esta tensión desemboque en un conflicto abiertamente militar, no solo por las consecuencias en la región sino porque es una situación en la que no están interesados los otros actores con influencia, como China, Rusia y Estados Unidos.

“Pyongyang solo reacciona cuando le resulta útil”

Christopher Green

Asesor principal del think tank International Crisis Group, y experto en la Península Coreana.  

  • El envío de globos con propaganda es algo que los activistas de Corea del Sur llevan haciendo varios años. ¿Por qué Pyongyang ha reaccionado esta vez con globos de basura? 

Corea del Norte no está simplemente “respondiendo” ahora a las acciones de Corea del Sur. Más bien, Pyongyang solo reacciona cuando le resulta útil hacerlo. ¿Entonces, por qué es útil ahora? En este momento, Corea del Norte está buscando formas de elevar las tensiones con Corea del Sur durante un periodo en el que se dan dos circunstancias: en primer lugar, la situación interna en el país es difícil, y Pyongyang encuentra útil exportar su inestabilidad interna; y en segundo lugar, la inminencia de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Corea del Norte, que tiene interés en influir en ambos fenómenos, está utilizando la cuestión de los globos para sus propios fines. 

  • ¿Podría esta provocación mutua derivar en un conflicto más peligroso, dada la amenaza nuclear que representa Corea del Norte? 

Es poco probable. Ni Corea del Norte ni Corea del Sur desean una escalada. Eso solo ocurriría por un malentendido de algún tipo, cuando una u otra parte malinterpretara las intenciones de la otra y respondiera con demasiada agresividad. Para ser claros, esos malentendidos pueden ocurrir. El riesgo es real, aunque pequeño. 

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