Un robot submarino utilizado para investigar las plataformas de hielo del este de la Antártida reapareció tras ocho meses sin comunicación bajo los glaciares Denman y Shackleton, aportando datos inéditos sobre zonas hasta ahora inaccesibles y clave para entender la estabilidad del hielo y el futuro aumento del nivel del mar.
El dispositivo, integrado en el programa internacional Argo, regresó a la superficie luego de quedar atrapado bajo el hielo, donde continuó midiendo temperatura, salinidad, presión, oxígeno, pH y nitratos. Los datos fueron analizados por científicos del CSIRO y del Australian Antarctic Program Partnership, cuyos resultados fueron publicados en la revista Science Advances.
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Las mediciones revelan un contraste entre ambas plataformas: mientras Shackleton muestra mayor estabilidad al no recibir aguas cálidas en su base, el glaciar Denman presenta señales de ingreso de agua templada, un factor que podría acelerar su fusión y generar un retroceso inestable con impacto directo en el nivel del mar.
El robot logró registrar, por primera vez, un transecto completo bajo una plataforma de hielo del este antártico, observando la estrecha capa —de apenas 10 metros— donde se produce el intercambio de calor entre el océano y el hielo. “Tuvimos suerte de obtener datos imposibles por métodos tradicionales”, señaló el oceanógrafo Steve Rintoul, al explicar que la ruta del dispositivo tuvo que reconstruirse comparando impactos con el hielo y datos satelitales.
Los autores destacan que esta información permitirá mejorar los modelos climáticos y la proyección de la evolución del sistema polar. Para la investigadora Delphine Lannuzel, el hallazgo demuestra que instrumentos autónomos de pequeño tamaño pueden transformar la comprensión de regiones remotas y anticipar riesgos para las zonas costeras habitadas.














