Nuestra crítica es “Esa es la ‘U’”, el documental sobre la historia de Universitario de Deportes

Quizá el mayor problema para conjugar el deporte y el cine sea que el primero tiende a buscar la excelencia en una desesperada carrera por el éxito, mientras que a los relatos fílmicos muchas veces les sienta mejor la caída, la derrota, el fracaso. No es que las películas deportivas de buena factura no existan, pero usualmente son una excepción. Y en el rubro documental últimamente abundan los retratos heroicos y elogiosos centrados en estrellas de las canchas. Basta hurgar en los catálogos de las plataformas para confirmarlo.

Centrémonos ahora en el Perú, cuya cinematografía tiene pocos documentales deportivos: pienso en “Rodar contra todo” de Marianela Vega (más enfocado en la historia de resistencia de unos atletas con discapacidad), “Largo tiempo” de Gonzalo Benavente (un respetable intento de reseñar la clasificación al Mundial de Rusia 2018) o “Prueba de fondo”, de Óscar Bermeo y Christian Acuña (sobre la figura de Inés Melchor y otros fondistas de la sierra central peruana).

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Añadamos a la breve lista a “Esta es la U”, el documental dirigido por Daniel Farfán que, desde el saque, exhibe su propósito celebratorio. Es un trabajo realizado para conmemorar los 100 años del club Universitario de Deportes, y por ende cede al discurso solemne, al ensalzamiento de ídolos, al relato motivacional. Si se abordan episodios críticos –que la U ha tenido muchos–, siempre es para explicar una épica superación. Una vez entendidas sus intenciones, se pueden analizar fríamente sus pros y sus contras.

Lo primero a destacar es que Farfán se esmera en trascender el mero reportaje televisivo de los domingos. En “Esta es la U” hay un cuidado narrativo que comienza desde la estructura de su guion: en vez de optar por un relato cronológico, la película va saltando en el tiempo para tender paralelos entre la vida reciente del club y los hitos del pasado, resaltando así la constancia en el tiempo de su identidad y sus colores. Dentro de ese repaso por momentos históricos, resalta la sensibilidad al abordar cuestiones extrafutbolísticas: el pasaje centrado en el brasileño Eduardo Esidio, futbolista que en 1998 fue diagnosticado con VIH, es, sin duda, uno de los mejores momentos del documental.

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En cambio, menos lograda es su selección general de testimonios. Reunir a más de 100 entrevistados cuando muchos de ellos tienen poco o nada que decir se convierte en un plano ejercicio acumulativo; y lo mismo ocurre con la inserción de algunas imágenes que parecen simples parches, incluso repetidas. También hay ausencias que resuenan (leyendas como ‘Toto’ Terry o Roberto Scarone no aparecen en el filme, y si lo hacen, pasan desapercibidas). Y mención especial para el cada vez más intragable abuso de las tomas con dron (los estudiantes de cine deberían saber que cada vez que reinciden en este recurso, un Orson Welles o un Kurosawa vuelven a morir dentro de sus tumbas).

Hechas las sumas y restas, “Esta es la U” es un documental que cumple con su misión de informar y conmover. Los hinchas, al menos, agradecerán tanta memoria y emoción.