Domingo, Noviembre 24

El departamento 307, ubicado en la torre 11 del condominio Las Praderas en Comas, fue hasta hace una semana el escondite de un asesino en formación. Un individuo que durante el día vestía el uniforme policial y por las noches buscaba a posibles víctimas en redes sociales. En ese lugar, el miércoles 13, Darwin Condori asesinó, desmembró y descuartizó a Sheyla Cóndor. Meses antes de este crimen, habría agredido sexualmente a otras cuatro mujeres.

A la fecha, no se sabe si son las únicas víctimas del suboficial que integraba el grupo Terna, pero lo que sí se conoce es cómo actuaba. Las mujeres que lo conocieron coincidían en algo: él se mostraba como un sujeto que calculaba todo.

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Regularmente invitaba chicas a su departamento y compraba algo para tomar. Una vez bebiendo, generaba un ambiente de confianza. Él solo preparaba los tragos. Casi todas, después de su última copa servida por Condori, perdían el conocimiento.

¿Qué sucedió?

La noche del 28 de enero del 2023, un grupo de tres amigas llegó a su departamento. Solo una de las jóvenes conocía a Condori. En el lugar se encontraron con otros dos policías: Jerry Albornoz y Jony Aylas, suboficiales de la PNP.

Ellas bebieron, aunque no demasiado. Cerca de la medianoche, una se sintió mal y, por sugerencia de Condori, ingresó a dormir sola a su habitación.

Luego de dos horas, otra comentó que era tarde y debían retirarse, pero uno de los policías le respondió: “Qué aburrida eres, ¿ya te vas? Acéptame un vaso y te vas”. La joven accedió a beber un trago preparado por Darwin y perdió el conocimiento.

“Cuando yo reacciono, ya estaba pasando el médico legista por una violación”, contó una de las víctimas. Esa noche, las jóvenes fueron dopadas y presuntamente violadas sexualmente por los policías.

Cuando dos de las chicas se despertaron, salieron del departamento y llamaron a la policía. Aproximadamente a las 6:50 a.m. de la mañana siguiente, dos policías de la comisaría de Santa Luzmila llegaron al condominio. Las jóvenes les dijeron que faltaba una y que ella estaba aún en el departamento.

Según la denuncia policial a la que accedió El Comercio, cuando los policías ingresaron a buscar a la tercera víctima, la encontraron en la cama del sujeto. Él solo atinó a decir que era “su amiga”.

Condori permaneció detenido por 15 días y luego salió en libertad. Según narraron las agraviadas, solo lo suspendieron seis meses en la Policía Nacional del Perú (PNP).

Los otros dos policías que estuvieron en la reunión también fueron denunciados y continuaron con sus labores en la institución. Incluso uno de ellos fue condecorado. A la fecha, la PNP ha evitado confirmar si ellos están en actividad pese a las insistencias de El Comercio por obtener descargos.

Con todas las pruebas del caso, las jóvenes no han obtenido justicia. “Nosotras tenemos el caso en proceso. La fiscal nos da a entender que se puede caer porque dice que faltan pruebas. ¿Qué quería, encontrarnos muertas a las tres?”, señaló una agraviada.

Sistemático

En marzo de este año, una joven accedió a salir con Darwin. Aunque inicialmente acordaron ir a la playa, él la persuadió para ir a su departamento. Al igual que en el caso anterior, luego de un trago servido por él, la mujer perdió el conocimiento. Cuando se despertó, estaba desnuda en la cama del suboficial y se sentía mal. Además, su ropa la encontró tirada en el baño.

Ella contó que abandonó el lugar y con las fuerzas que le quedaban llegó hasta Los Olivos, donde fue auxiliada por unos vecinos. Permaneció durante casi todo un día mareada, con un intenso dolor de cabeza y cuerpo. Tras lo sucedido, decidió no denunciar por vergüenza.

“Aprendamos a vivir con las decisiones que tomemos”, escribió Darwin Condori en una de sus varias publicaciones en TikTok. El martes de esta semana, no meditó su frase y se quitó la vida seis días después de asesinar a Sheyla Cóndor, una joven que, al igual que las demás, llegó hasta su departamento para tener una reunión con él y pero nunca más salió.

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