Miércoles, Enero 8

Fernanda Torres se ha convertido, sin lugar a dudas, en el nuevo rostro del éxito brasileño en el cine internacional. Su victoria en los Globos de Oro 2025 como Mejor Actriz de Película Drama por su interpretación en “Ainda Estou Aqui” (”I’m Still Here”) marca un hito histórico para la industria cultural de Brasil. Sin embargo, detrás de la emoción al recibir el galardón yace un vínculo emocional profundo: el recuerdo de su madre, la legendaria actriz Fernanda Montenegro.

En 1999, Torres fue testigo de la intensa travesía de su madre en los circuitos de premios internacionales. Primero, Montenegro compitió en los Globos de Oro frente a figuras como Susan Sarandon, Emily Watson, Meryl Streep y Cate Blanchett, aunque esta última se llevó el premio. Poco después, en los Premios Óscar, volvió a competir, solo para ver cómo Jack Nicholson entregaba la estatuilla a Gwyneth Paltrow.

Ese recorrido dejó una huella imborrable en la joven Fernanda. Ahora, más de dos décadas después, ella reescribe el legado artístico de su familia al obtener el premio a Mejor Actriz en una Película Drama. Su triunfo en la ceremonia, donde compitió con Pamela Anderson, Angelina Jolie, Nicole Kidman, Tilda Swinton y Kate Winslet, la tomó por sorpresa. Sin haber preparado un discurso, subió al escenario y dedicó unas palabras a su esposo, al director de la cinta Walter Salles, a sus dos hijos y, por supuesto, a su madre.

Un legado artístico

Proveniente de una familia profundamente conectada con el mundo del espectáculo —su madre, Fernanda Montenegro, y su padre, Fernando Torres, son figuras icónicas del teatro y el cine brasileño—, la exposición de Fernanda Torres (1965) al arte no fue casual, sino una constante que definió su infancia y juventud. Originaria de Río de Janeiro, creció entre bambalinas, escenarios y conversaciones sobre dramaturgia, lo que despertó en ella una temprana pasión por el teatro.

Su debut llegó a los 13 años en la obra “Um Tango Argentino”, de Maria Clara Machado, bajo la tutela de Tablado, una de las escuelas teatrales más prestigiosas de Río de Janeiro. Aunque su formación inicial fue empírica, estudió Teatro en la Escuela de Artes Dramáticas de la Universidad de São Paulo, donde perfeccionó su técnica y cimentó su vocación.

Su trayectoria sobre las tablas se consolidó con producciones destacadas como “A Senhora da Loteria”, “Os Sete Gatinhos” y “O Rei da Vela”, que confirmaron su versatilidad y capacidad interpretativa, características que definieron su estilo. Entre sus actuaciones más aclamadas en teatro destaca el monólogo “A Casa dos Budas Ditosos” (2003), inspirado en el libro homónimo de João Ubaldo Ribeiro, por el cual recibió el prestigioso Premio Shell.

Además de su éxito teatral, Fernanda construyó una sólida carrera en televisión y cine. Debutó en la pequeña pantalla con el programa “Nossa Cidade” (1979) y, poco después, destacó en novelas como “Baila Comigo” y “Selva de Pedra”. Su salto al cine llegó con “Inocência” (1983), aunque fue su papel en “Eu Sei Que Vou Te Amar” (1986) el que marcó un antes y un después, convirtiéndola en la actriz más joven en ganar la Palma de Oro en el Festival de Cannes, un logro que la catapultó al estrellato.

Su versatilidad en el séptimo arte quedó plasmada en películas como “A Mulher do Próximo” (1988), “Kuarup” (1989), “Capitalismo Selvagem” (1993), “O Judeu” (1996), “Terra Estrangeira” (1996), “Miramar” (1997), “O Primeiro Dia” (1998), “Os Normais” (2003), “Saneamento Básico” (2007), “A Mulher Invisível” (2009), “Os 8 Magníficos” (2017) y “Babenco: Tell Me When I Die” (2019), entre otras.

Fuera de los escenarios, la actriz también ha cultivado una faceta literaria. En 2013, publicó “Fim”, una novela que exploró la melancolía de la vida cotidiana y que posteriormente fue adaptada a una serie. Continuó su incursión literaria con “Sete Anos” (2014) y “A Glória e Seu Cortejo de Horrores” (2017).

Asimismo, fusionó su pasión por la escritura con el cine, escribiendo los guiones de las películas “Redentor” (2004), dirigida por su hermano Claudio Torres, y “O Juízo” (2018), dirigida por su esposo Andrucha Waddington y protagonizada por su madre. El trabajo artístico junto a Fernanda Montenegro se destacó en varias producciones cinematográficas, como “Fogo e Paixão” (1988), “O Que É Isso, Companheiro?” (1997), “Traição” (1998), “Gêmeas” (1999), “Casa de Areia” (2005) y la reciente “Ainda Estou Aqui”.

Hoy, con casi cinco décadas de trayectoria, Fernanda Torres no solo reafirma el legado artístico de su familia, sino que lo proyecta hacia nuevos horizontes al posicionarse como una de las favoritas para los premios Óscar. Compitiendo, al igual que su madre hace 26 años, en la categoría de Mejor Actriz, junto a figuras como Nicole Kidman, su gran rival, aunque por el momento, nada está decidido.

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