Jueves, Noviembre 28

Sus números y la duda

Néstor Gorosito fue un futbolista de pie muy generoso. Habituado al buen trato con la pelota, el mediocampista surgido en River Plate y forjado como ídolo en San Lorenzo, no ha tenido similar suerte como entrenador. Al menos no en los últimos años. El ‘Pipo’ llegó a ser entrenador de River Plate en el 2008 y luego deambuló por más de una decena de clubes en Argentina, con breves salto a España (donde dirigió a Xerez y al Almería), hasta un reciente paso por el fútbol paraguayo, donde lograría el tercer título de su carrera como entrenador con Olimpia en 2020.

Una experiencia similar a la de Colón, que lo dejó en zona de descenso, la vivió mucho antes, en el 2010-2011, con San Martín de San Juan, donde también -por diferentes razones- dejó el equipo antes de que se consumara la pérdida de categoría.

Su título con Olimpia es muy peculiar, incluso irónico para los hinchas que se ilusionaban con la posible llegada de Daniel Garnero. Precisamente, Gorosito llegó a Olimpia para reemplazar a Garnero y le bastaron nueve partidos para coronarse campeón del torneo Clausura. Su gestión de camerino, destacan los medios de entonces, habría sido clave para lograr el título.

Este 2024 no le fue nada bien en Tigre, equipo con el que perdió ocho, empató dos y solo ganó un partido en el fútbol argentino, tras lo cual fue despedido. Desde su salida, en marzo pasado (hace ya ocho meses), no ha vuelto a dirigir más. En total, ha dirigido en 16 clubes.

El estilo campechano y de potrero

Gorosito es conocido por implementar un fútbol ofensivo y creativo, pero sus equipos han sido criticados por la falta de consistencia defensiva. Su estilo a menudo depende de jugadores clave en ofensiva, lo que puede resultar problemático en equipos con planteles limitados.

El sistema predilecto del ‘10′ es el 4-4-2 y su variante de 4-2-3-1, con predilección por la posesión y la pelota bien jugada, siendo clave los jugadores responsables de darle fútbol al mediocampo. Una característica que también resalta en su estilo es la de fomentar la aparición de nuevas figuras. Eso sí, la irregularidad de sus equipos por lo general ha sido el gran obstáculo para afianzar jugadores y darles relevancia con proyección estelar. Es un defensor del juego vistoso. ¿Estará ahí la identidad de la que habla Alianza?

Gorosito es sobre todo un exjugador de fútbol. Su larga trayectoria y sus innumerables experiencias son su base para gobernar como entrenador. De allí que cree más en el jugador -y en su sentir- que en la tecnología aplicada al fútbol. Una vez, en una entrevista en ESPN, desestimó el GPS para medir el rendimiento del futbolista, bajo la premisa de que en el “fútbol ya está todo inventado”.

De ahí que hace algún tiempo se viralizó una referencia a Pep Guardiola, al que invitó a dirigir en el fútbol sudamericano. “Que venga a dirigir acá, que pruebe acá a ver si es tan fácil como allá, donde agarrás uno que cuesta 15 millones, lo sacas y compras a otro que vale 40 millones, que elije bien y que físicamente es mejor”, fueron las palabras del entrenador con un peculiar estilo.

Gorosito y la relación con Navarro

Ambos han sido futbolistas destacados en la liga argentina de los 80 y 90. Posiblemente, se han enfrentado en más de una oportunidad mientras que Franco era jugador de Independiente y el ‘Pipo’ primero en River Plate y luego en San Lorenzo. Que de ahí haya surgido una amistad, no hay forma de saberlo.

Aunque no tiene descensos directos en su historial, Gorosito ha estado vinculado a equipos que enfrentarán situaciones límite. Su capacidad para trabajar bajo presión y en contextos difíciles es notable, pero su historial también refleja la complejidad de tomar clubes en crisis. La percepción de su carrera varía entre la habilidad para salvar equipos y los resultados insuficientes en gestiones complicadas.

La opción de Gorosito sería la apuesta de Franco Navarro, mientras que José Bellina tenía en carpeta a Daniel Garnero. Lo curioso es que el estilo entre ambos entrenadores es completamente opuesto, por lo que ese detalle ya resulta algo más que curioso.

¿Por qué Gorosito fue el elegido?

Las campañas más recientes de Gorosito no estimulan la ilusión del hincha aliancista. Sin embargo, y según explicó el analista Diego Rebagliati: “Yo tuve la oportunidad de conversar con gente de Alianza Lima. La verdad que con Bruno Marioni y gente cercana a él nunca pude hablar. Hoy que está Franco Navarro es un poco más, en mi caso, para obtener información. A Franco lo conozco desde los años ochenta. Navarro y Bellina tienen una relación muy cercana. La decisión de traer a Gorosito es de los dos”.

Rebagliati explica que la elección del entrenador argentino se forja a partir de un factor económico. La mala campaña del 2024 implica que el presupuesto para el 2025 se reduzca, por tal motivo, no podían apostar por un técnico de alta demanda económica.

“Ellos están calculando un golpe fuerte en el presupuesto si es que no llegan a fase de grupos de la Copa Libertadores y no lo pueden presupuestar siendo Perú 4. Tienen la reducción en el presupuesto de lo que es jugar la fase de grupos, más las taquillas, sumado a lo de Cristian Díaz, que lo tienen que meter como parte del comando técnico más allá de la apelación, y sumado a la multa por la final del año pasado, que también está en apelación, pero también la tienes que poner en el presupuesto como una posible contingencia. El desfase de Alianza Lima con respecto al año pasado es grande”, sentencia el comentarista.

Por otra parte, otro factor que se deslizó y que sería clave para la elección de Gorosito, es que el ´Pipo’ es reconocido como un entrenador con buen manejo de camerino, cosa que al parecer para Navarro y Bellina ha sido determinante teniendo en cuenta los últimos antecedentes.

Así es la actualidad de Alianza Lima, que desde la llegada de Franco Navarro se ponderó la idea de revalorar el aliancismo y recuperar la identidad del club. Bajo esta premisa sin embargo, la elección de Néstor Gorosito genera algo de ruido. La presión se incrementa teniendo en cuenta que en el 2025 uno de los objetivos será evitar el tricampeonato de Universitario.

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