Gerard Piqué juega a todo.
A fútbol y a los negocios.
Ha sido así durante años, en particular en los últimos tiempos, cuando ha compaginado su larga carrera como defensa central con sus actividades empresariales. Partiendo de Kerad Project 2006 S.L., empresa especializada en la compra y venta de activos inmobiliarios (incluye una larga lista de casas, terrenos y naves industriales en múltiples ciudades), su conglomerado empresarial ha ido creciendo hasta convertirse en un gigante de múltiples tentáculos.
A rebufo de Kerad habían crecido la hoy desaparecida Kerad Games (especializada en videojuegos) y su pasión por los e-Sports, modalidad de presente y de futuro en la que se maneja a través de otra empresa EMR: indagando en los videojuegos, Piqué ha profundizado en su amistad con Ibai Llanos y su plataforma de Twitch, especializada en toda suerte de eventos tan entretenidos como disparatados, incluyendo un oficioso Campeonato Mundial de globos.
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Sus actividades más mediáticas, sin embargo, se han movido en otros parámetros. Se trata de Kosmos Global Holding SL (fundada en el 2017 junto a Hiroshi Mikitani, fundador de Rakuten), la empresa multidisciplinar )Kosmos Tennis, Kosmos Studios y Kosmos Football) a través de la que había lanzado su controvertida reforma de la Copa Davis de tenis, faro del abanico de proyectos que han aparecido bajo su paraguas, incluida la reciente adquisición de los derechos para España de la Ligue 1, la liga francesa de fútbol o la compra del FC Andorra (2018), club que se encontraba en una compleja situación financiera y ahora se muestra saneado y en plena forma.
De fondo, acaso menores, aparecen también sus emprendedurías en Kypers, firma de gafas de sol, o 426 Miles, marca de bebidas isotónicas cuyo proyecto comparte con Carles Puyol y se maneja bajo el paraguas de Noel Alimentaria.