Martes, Octubre 22

Pese a que Lima y Arequipa son las dos regiones con más mujeres matriculadas en universidades, se encuentran entre los cinco departamentos con menor porcentaje de actividad laboral femenina.

Así mismo, las condiciones laborales de las mujeres son más precarias que las de los hombres. El 76,8% de población femenina tiene un trabajo informal frente a un 71,9% de varones, y solo un 29,9% de mujeres ocupadas se encuentra afiliada a un sistema de pensiones, mientras que 43% de hombres lo hace. Además, ellos siguen ganando mensualmente un 28% más.

Los problemas

“Hemos encontrado factores que se relacionan con los estereotipos de género que aún persisten, el trabajo del cuidado y la discriminación”, menciona Andrea de la Piedra, CEO y cofundadora de Aequales.

De la Piedra explica que tanto en la cultura latina como en el mundo, las mujeres suelen enfrentar una mayor carga de responsabilidades familiares, que puede ser tres veces más que la de los hombres. Este hecho dificulta su participación en la fuerza laboral, especialmente a tiempo completo. La experta afirma que, en muchos casos, se crea una doble o triple jornada laboral para las mujeres, que incluye el cuidado familiar.

“El trabajo de cuidado en la mayoría de países recae de manera desproporcionada en las mujeres. Esto las lleva a buscar empleos informales o con horarios flexibles que les permitan equilibrar el trabajo y las responsabilidades familiares”, sostiene de la Piedra.

Según el MTPE, el 60% de las mujeres son las únicas responsables de la educación de sus hijos, frente a un 14% de hombres. Del mismo modo, un estudio realizado por el Instituto Peruano de Economía (IPE) y Flora Tristán reveló que las mujeres destinan cuatro horas a trabajos remunerados y 7,5 horas a los no remunerados, como el cuidado familiar. En el caso de los hombres sucede lo contrario.

Otro punto a tener en cuenta es que hay más mujeres en carreras de menor remuneración y más hombres en las carreras con mejores salarios, como sistemas, computación y geología.

Algunas medidas

De la Piedra sostiene que algunas medidas para disminuir estas brechas son contar con políticas de género y diversidad, licencias de paternidad y maternidad extendidas, herramientas de flexibilidad y culturas flexibles, y procesos de selección semi ciegos para prevenir estereotipos en la contratación.

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