Quienes gestionamos empresas en el Perú sabemos que los ciclos cambian, pero el compromiso con el país no. Cada año trae desafíos que nos exigen más y oportunidades que nos invitan a avanzar. El 2026 será un año para seguir moviéndonos hacia adelante, no para detenernos. El mensaje es claro: invertir, innovar y crear valor real para el Perú.
El país ha demostrado, una vez más, que su mayor fortaleza está en su gente. La capacidad de emprender, adaptarse y salir adelante incluso en momentos complejos se mantiene intacta. Esa resiliencia, genuina y silenciosa, es la que nos inspira a mantener una visión de largo plazo que trascienda cualquier coyuntura.
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Los datos también refuerzan esta mirada. Un reciente estudio de Ipsos para CADE 2025 señala que el 58% de las empresas mantendrá sus planes de inversión durante el 2026. Esa es la señal más clara de confianza: el sector privado sigue apostando por el país y por su capacidad de recuperación.
Desde nuestra industria, este año avanzamos con acciones concretas: fortalecimos nuestra presencia regional, incorporamos alimentos ancestrales como la quinua, kiwicha y cañihua a productos de consumo cotidiano, y consolidamos una producción más descentralizada —como la de quesos elaborados en Cajamarca. También impulsamos iniciativas de bienestar nutricional, con un enfoque especial en la prevención de la anemia. Para nosotros, innovar no es solo lanzar nuevos productos; es responder a las necesidades reales del país.
El sector privado tiene un rol decisivo en la construcción de confianza. Ampliar operaciones, fortalecer cadenas de abastecimiento, promover empleo formal y fomentar prácticas sostenibles son acciones que generan estabilidad y desarrollo. Eso también es hacer patria desde la gestión empresarial.
Pero el 2026 también nos exige escuchar más a los jóvenes. Entender sus aspiraciones, su visión de futuro y su expectativa por oportunidades claras. Un país competitivo solo es posible si ellos encuentran espacios para crecer, aprender y liderar.
Mirando hacia adelante, hay tres convicciones que debemos profundizar:Seguir invirtiendo, porque el Perú necesita motores que no se detengan.Seguir innovando, porque los ciudadanos evolucionan y exigen soluciones mejores.Seguir apostando por el talento peruano, especialmente por las nuevas generaciones.
El 2026 nos invita a renovar un compromiso colectivo: trabajar con responsabilidad, con visión de largo plazo y con la certeza de que el progreso del Perú no depende de un solo actor, sino de todos. El futuro se construye cada día: en cada planta, en cada punto de venta, en cada decisión que apueste por el bienestar de las familias.
En Gloria seguiremos recorriendo ese camino con optimismo responsable. Porque estamos convencidos de que el Perú puede y merece avanzar hacia un horizonte aún mejor.




