Martes, Noviembre 5

—Ministro, ¿puede resumirnos qué puntos son claves y urgentes en esta estrategia?

Dos aspectos: por un lado está el financiamiento, pues sin ello quedaría como una plan más en un papel y no queremos eso. Prueba de ello es que estamos asegurando con el Fondo Mundial para el Medio Ambiente el acceso a US$3,7 millones para planes de negocios en bosques con comunidades nativas, y luego se sumarán US$1,3 millones para impulsar la conservación de la diversidad en áreas protegidas y las finanzas verdes, dirigiendo créditos a las comunidades que requieren impulsar sus negocios. Tenemos pendiente recuperar casi 4,7 millones de hectáreas de bosques que se encuentran deforestadas. Estamos apostando también por la cooperación internacional, para mirar hacia las áreas degradadas y plantar bosques ahí. En estas áreas, además, hay iniciativas privadas que buscan nuevas maneras de generar energía.

“Seguir usando rellenos sanitarios, que son tecnología obsoleta, no puede ser nuestra solución principal”

—¿Como cuáles?

Nos hemos juntado con Unacem, que está analizando la generación energética a través de residuos sólidos. Hay muchas empresas que ya ven en los residuos una manera eficiente de generar energía, lo que puede ayudar a restaurar zonas impactadas por este tipo de desechos. Hemos conversado también con la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), y hay otras empresas que apuntan a estas alternativas. Muchas áreas y ecosistemas se ven hoy impactados por el arrojo de basura. Hay que darle una nueva mirada a la gestión de residuos, porque seguir usando rellenos sanitarios, que son tecnología obsoleta, no puede ser nuestra solución principal. El Perú tiene que migrar a otros sistemas.

—Para la implementación de una estrategia de diversidad biológica como la recientemente diseñada, es urgente también prestarle atención a dos temas críticos que usted ha abordado con anterioridad: la minería ilegal y los incendios forestales; dos temas que han generado suma preocupación este año. Sobre este último punto, existe un proyecto de ley que presentó el Ejecutivo ante el Congreso. ¿Qué más está haciendo el Minam para evitar y prevenir que vuelva a suceder lo que vimos un mes atrás?

La propuesta de ley tiene tres aristas: prevención, penas para los delitos que se comentan, y reacción post incendio. A raíz de nuestra propuesta, otros cuatro congresistas presentaron leyes que buscan mitigar los incendios forestales. Este miércoles se aprobó en mayoría el dictamen que toma nuestro proyecto en la Comisión Agraria. Hay que aclarar que se está focalizando la iniciativa fuertemente en prevención, y para ello estamos creando brigadas que cumplirán dos roles: prevención y actuación al momento del incendio. Otro punto clave es fortalecer al sector agrario, que es el rector de los bosques fuera de las áreas protegidas. Ahí, por un lado, estamos fortaleciendo a Serfor, y pidiendo al sector agrario estar a la par de otros países. Se deben tener programas de quema controlados y permisos de quema, que se den siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan. Esta ley nos va a habilitar a comprar el equipamiento necesario que un cuerpo de brigadistas necesitará, y parte de la propuesta del Ejecutivo, que ha sido resaltada también por el congresista (José) Jerí, es que se requiera la compra de helicópteros para lidiar con los incendios forestales.

—¿Ya podrían comprar estos helicópteros?

Estamos avanzando. Nos tienen que aprobar la ley para habilitar los presupuestos y también para establecer a un cuerpo de brigadistas. Tuvimos una reunión con la presidenta de UNESCO aquí en la COP16, porque ellos están apoyando a países en África y Centroamérica frente a los incendios forestales. Vamos a buscar posibilidades externas también de financiamiento de equipos y de apoyo técnico.

Por otro lado, estamos estableciendo un programa post incendios forestales. El Minam ya tiene en producción una tecnología de reforestación de rápido crecimiento y, a mediados o fines de noviembre, cuando empiecen las lluvias, se aplicará. En concreto, se lanzarán más de 25 millones de lo que llamamos “bolitas reforestadoras” en Ucayali, San Martín y Amazonas. Estas semillas no requieren de arado previo de tierras para ser efectivas, y planeamos esparcirlas en las zonas mencionadas con helicópteros de la Fuerza Aérea.

—¿Prevén que el Pleno del Congreso le dé prioridad a la ley de prevención y lucha contra incendios forestales antes que termine este año?

La necesitamos pronto para aplicarla al 2025. Haremos incidencia (con el Congreso) para ponernos a la par de otros países.

“Estamos estableciendo un programa post incendios forestales. El Minam ya tiene en producción una tecnología de reforestación de rápido crecimiento y, a mediados o fines de noviembre, cuando empiecen las lluvias, se aplicará”

—Pasando al ámbito minero, en el Congreso hay sectores que buscan impulsar la ampliación del Reinfo, un registro sumamente criticado que, en lugar de formalizar, ha permitido que los mineros ilegales camuflen sus operaciones bajo este esquema. ¿Preocupa esto al Ejecutivo?

Nosotros, como Gobierno, no vemos con buenos ojos que se amplíe el Reinfo. El titular del Minem ha planteado una nueva formula legal para la formalización minera, que ya se presentó en el Consejo de Ministros anterior. Entre esta y la próxima semana se debe estar cerrando la propuesta, para presentarla al Congreso. Esta ley apuntará a un verdadero proceso de formalización, con requisitos clave para los mineros informales o artesanales, y evitará los problemas que Reinfo presenta.

—¿Si el Congreso insiste en ampliar el Reinfo, ustedes lo observarán?

Se le ha dado una indicación al titular del Minem de conversar con el Congreso, para explicarle la ley que se planteará y que se pueda conciliar (con ellos).

—¿Pero qué pasará si se decide ampliar el Reinfo sin aceptar los cambios que plantee el Ejecutivo?

Yo estimo que sí deberíamos observar (la ampliación). Pienso que tenemos que buscar mejores mecanismos para una formalización efectiva. Ampliar (el Reinfo) tal como está no mejora nada, pero si amplias (el registro) un par de años más, con condiciones claras que permitan depurar lo que se tiene ahora, el resultado puede ser positivo. Tal como está, no es viable.

ESTRATEGIA DE DIVERSIDAD BIOLÓGICA AL 2050

—Dentro de la estrategia de biodiversidad planteada al 2050, ¿hay metas concretas sobre cuánto financiamiento se necesitará para cumplir los objetivos principales en el mediano plazo?

Está pendiente aprobar el plan de acción al 2030, que va a tener las prioridades urgentes en proyectos y financiamiento que requeriremos. Por ahora estamos avanzando en conversaciones con fondos multilaterales y embajadas para poder canalizar fondos. Está pendiente el cierre de una negociación con Reino Unido por 3 millones de libras esterlinas para conservar bosques secos; y también negociaremos con Francia por un potencial financiamiento de 200 millones de euros, en la modalidad de préstamo, para recursos hídricos y para construir estaciones agrometeorológicas. Estamos discutiendo con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) sobre la capacidad de endeudamiento, para ver si es posible tomar un préstamo por 200 millones de euros o menos. La Unión Europea también está interesada en otorgarnos fondos de donación o líneas de crédito para proyectos que apuntan a proteger la biodiversidad. Al 2026, la estrategia debería haber avanzado de forma importante, porque ese año es la COP 17.

—¿Son necesarias las estaciones agrometeorológicas?

En Perú nos hacen falta, pues estas no solo miden la parte meteorológica normal, sino también la calidad del suelo, plagas, tamaño de frutos, entre otros datos de suma utilidad para que el agricultor planifique sus cosechas. La información se podría tener en un aplicativo para que los agricultores tomen decisiones. Tenemos seis de estas estaciones, y para cerrar la brecha, necesitamos 60 estaciones más. El financiamiento de Francia se destinaría a este objetivo.

—¿Cuándo estará listo el plan de acción al 2030?

Entre 15 a 20 días. La estrategia prioriza algunos proyectos, y esos se deben desarrollar en los siguientes seis años.

—¿Qué otras fuentes de financiamiento se buscarán para implementar esta estrategia, considerando los retos en un país megadiverso como Perú?

Hay empresas que están aportando de manera voluntaria a fondos que ya tenemos, como Emprendedores por Naturaleza. Antes de venir a la COP 16 firmamos un acuerdo, por ejemplo, con Compañía Minera Antamina. Ellos inyectarán fondos para promover proyectos de conservación en el área de influencia de la compañía, que es cercana a la reserva del Huascarán. Estamos también buscando conversaciones con Cerro Verde y Quellaveco para que se sumen a esta iniciativa.

—¿Cuánto dinero se tiene en este fondo?

Tenemos S/3,2 millones. Con los fondos de Antamina, llegaremos a S/4,5 millones. La meta es llegar a S/4,8 millones a julio, pero nosotros queremos llegar alrededor de S/10 a S/15 millones. Estamos conversando con muchas empresas, que de hecho ya tienen una visión distinta sobre la situación climática actual.

—¿Se buscarán fondos de otras entidades o países?

Vamos a ingresar al mercado de carbono con cuatro federaciones indígenas de la Amazonía. Ellos conservan y recuperan los bosques, y por esa conservación recibirán un beneficio económico. Se nos han acercado Suiza, Singapur y la Unión Europea, donde hay empresas interesadas en este mercado. Este acuerdo se hará entre el Minam y las comunidades, sin ningún intermediario.

AREAS NATURALES PROTEGIDAS

—Diversas entidades critican que los procesos para constituir áreas naturales protegidas o áreas de conservación regional en el país toman mucho tiempo, pues los trámites se pueden extender de ocho hasta 10 años en algunos casos. ¿Tienen algún plan para mejorar esta situación?

Una de las demoras que hemos tenido es porque muchos de los actores sociales veían las áreas protegidas como una zona que les iba a frenar sus actividades económicas. Estamos hablando de comunidades que se oponían. Esa visión ya la hemos roto. Basta con ver el beneficio del ecoturismo por el avistamiento de ballenas en el Mar Tropical de Grau, un área protegida que se creó en abril: ha generado, a la fecha, 18 millones de soles en ingresos para las personas que están en la zona de influencia. Los procesos participativos también demandan tiempo, ahí están las demoras, pero eso va a comenzar a cambiar. Esperamos que, a futuro, cuando queramos tener un área nueva, el proceso de participación sea más rápido, porque ahí está la principal demora.

—¿No se deberían agilizar o eliminar algunos pasos que forman parte del proceso para conformar un área natural protegida?

Puede agilizarse el registro de información científica que certifique la importancia de crear esa área protegida en materia de diversidad biológica. Ahí se centran las demoras, porque todo lo demás es parte de la decisión política de impulsarlas.

“Estamos pensando ampliar la Reserva Nacional Illescas”

—Además del Mar Tropical de Grau, ¿hay otras zonas marinas que tengan identificadas para ser nombradas como áreas naturales protegidas?

Estamos pensando ampliar la Reserva Nacional Illescas (Piura). El objetivo es ampliarla hacia la zona marina. La meta es que los países tengan por lo menos el 2% de su área marina bajo conservación, y nosotros tenemos por ahora el 0,2%. con el Mar Tropical de Grau y la Reserva Nacional de Paracas. Pero, como toda área protegida, concretar la ampliación de Illescas pasa por un proceso de trabajo social con los pescadores de la zona y con la población del área de influencia. La zona del Mar Tropical de Grau nos sirve como ejemplo, pues además de un mayor ecoturismo se han conseguido fondos para los pescadores artesanales, entre otros recursos. Pero en el mar todavía nos falta identificar otras áreas específicas.

—¿El Sernanp, que es la entidad encargada de asegurar la conservación de las áreas naturales protegidas, no necesita más presupuesto?

Sí necesita, y hemos conseguido más para el 2025. Pero necesitamos cubrir también las brechas de personal guardaparque de las áreas protegidas. En este momento tenemos 900 guardaparques, pero nosotros proyectamos tener, por lo menos, de 80 a 100 guardaparques más. Se necesitan 1.000 a 1.200 guardaparques para cubrir las áreas protegidas. Estamos llegando a un acuerdo con el MEF para incrementar los sueldos de los guardaparques, que hoy están entre 1.500 a 2.500, para que pasen de 3.500 a 4.000. Es una negociación muy fuerte que tenemos en curso.

—¿Se podrá lograr ese aumento salarial para el presupuesto del 2025?

Estoy en conversaciones con el ministro y ya le hemos presentado una propuesta. Si es que nos lo acepta, lo tramitaremos para el siguiente año.

Compartir
Exit mobile version